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Viernes 15 de noviembre de 2019

Estuve el viernes 8 en Barcelona. Víspera de la jornada de reflexión y de las elecciones del domingo 10.

Cuando Maldonado eligió la fecha no sabía que la política española se iba a desquiciar y así coincidió la cena anual de su ONG, Sport Solidari con días turbulentos en calles y en campañas de unos y otros. Puedo comparar ese ambiente con otros pues todos los años me invita a esta cita anual y este año, que era el más agitado, cumplía XV años un encuentro del todo Barcelona deportivo que en Euzkadi sería difícil de organizar pues no hay gentes como Josep Maldonado, un catalán con aspecto de Papá Noel, que tiene una capacidad de convocatoria personal y de generosidad que es difícil de encontrar.

Le conocí en el Congreso y en el Senado en representación de CIU y nos tocó estar en mil comisiones y en mil saraos. Amigo de sus amigos, tiene la suficiente mano izquierda para lograr que en esa cena estuviera desde Alejandro Blanco, presidente del COE español a personas militantes del Procés o campeones como Manolo Orantes, Nani Roma y grandes leyendas del basket como Audie Norris, Fernando Romay o Jordi Villacampa que acudió con su gran amigo Oscar Camps fundador de Open Arms. También una amplia representación del FC Barcelona con su vicepresidente primero Jordi Cardoner y varios directivos o José Mari Bakero, secretario técnico del Barca. En la mesa me tocó con Julio Salinas y su esposa y hablamos de todo. Es un tipo de una conversación explosiva y con mucho sentido del humor.

Tuve oportunidad de hablar con Xavier Trias, ex alcalde de Barcelona y portavoz cuando coincidí con él en tiempos de su representación de CIU en el Congreso, directores de medios deportivos o cantantes como Dyango, Luis Cobos o María Jesús. Yendo al comedor me paró Santi Carulla diciendo que había formado parte de los Mustang, un grupo emblemático de los tiempos gloriosos. También estaba la cantante Lucrecia y hasta 500 personas. Ningún político en activo.

Maldonado todos los años se pasa el mes de agosto en África. Se pierde en el continente. Cuando llegué a Leioa, esperando la maleta, se me acercó una cooperante que le había conocido en Madagascar y había estado en la cena. En la fotografía que ilustran estas letras aparece Maldonado en la mitad y el de la izquierda es Karra Elejalde que estuvo muy cariñoso y al que felicité por su papel de Unamuno en su película “Mientras dure la guerra”. Al final de la cena Maldonado entregó dos reconocimientos a un brasileño que trabaja concienciando a los jóvenes sobre el daño de las drogas y a un cura argentino que en Burkina Fasso saca de la calle a niñas que son explotadas.

Fue una noche interesante que me permitió palpar la situación que vive Catalunya, gracias al cruce de diálogos de todo tipo y que a pesar de los pesares mantiene ese hilo caliente con la solidaridad gracias a personas excepcionales como Josep Maldonado, un político de diez que sigue en activo, aunque no vaya a Madrid. Estoy seguro que si le dejaban a él meter la nariz en el guiso negociador, la situación se enrumbaba.

Jueves 14 de noviembre de 2019

Mr. Niet tiene vértigo

Hoy ha estado Arnaldo Otegi en Radio Euzkadi para ser entrevistado por Dani Álvarez. No le cabía la camisa de lo contento que estaba. Le he dicho que tendrán Grupo propio por el traje que se le hizo al PNV en 1979. ”Como todo” me ha contestado. Y le he dicho que se parece a Gromyko aquel ministro de exteriores soviético conocido como Mr. Niet, porque decía a todo que NO. Era una manera de hablar porque ahora están en el momento en hacerse los estupendos y vender cara su piel, es decir su voto. Y es que tienen vértigo al pacto. Y unen su destino a ERC, que creo terminará diciendo que se abstendrán. Pero no termina de analizar el por qué en Madrid no quieren recibirles. Tienen discurso pero hechos poco democráticos y de nula sensibilidad con las víctimas de ETA. Y eso pasa factura, aunque terminarán haciendo algo. No es lo mismo una foto con Otegi que con Mertxe Aizpurua o con Iñarritu. Recordemos que Juan Carlos recibió a Idigoras. Pero, siempre la culpa la tienen los demás. Tras pasarse cuarenta años diciendo que a Madrid no había que ir ni a heredar a estar como locos por una foto que les legitime como fuerza necesaria. Y está bien, pero siempre, siempre, la culpa es de los demás.

Credibilidad

Lo peor de la foto del martes al mediodía es que la credibilidad de Sánchez e iglesias es nula. ¿Qué había tres días antes en contra que tres días después se puede resolver en un pis pas?. ¿Dónde dejan su credibilidad sobre lo que dicen?. No es fácil de explicar pasar del blanco al negro con una sonrisa.

Dicen que el pacto express ha sido posible porque Sánchez no quería la presión del PP, de Merkel, del Ibex y de la Brunete Mediática e incluso de su propio partido. De hecho Vara comienza a dar la Vara. Puede ser. Pero ese abrazo, ese llamarse Pablo y Pedro cuando uno decía que no podría dormir si pactaba con Podemos y otro que lo que quería era pactar con el PP. Lamentable.

Camorrista

Tengo la sensación que este acuerdo parlamentario en Madrid (se ha visto que se elegían diputados y senadores y no un presidente de gobierno como repetimos) puede durar por dos razones. Porque la extremísima derecha de Abascal, con el músculo de 52 diputados dispuestos a todo, hará una oposición de camorristas y eso une mucho a la contra y porque Iglesias que no ha hecho más que meter la pata desde su anuncio de conquista de los cielos, ha aprendido algo en el camino de los errores tras quedarse sin los compañeros de Vistalegre, el desgaste de la compra de su casona en Galapagar, el portazo de Errejón, y el haber propuesto en su día imposibles.

Por parte de Sánchez tiene que arriesgar y aunque los diez puntos son muy genéricos, sobre todo el 9, se da cuenta que tiene que romper de una vez con la vieja yenka del PSOE tratando de contentar a todo el mundo. O se arriesga y vende lo hecho o gana la derecha para veinte años. Parches y sopita, ya no son creíbles. Por eso dicen que los matrimonios duraderos lo son por intereses, no solo por amor. Y éste tiene toda la pinta de que el aceite y el agua pueden durar un cierto tiempo, hasta que, a algunas de las dos partes, le convenga la ruptura.

Demasiada luz

No es nada recomendable negociar con treinta focos de luz encima. El campo se embarra. Si no apuestan por la discreción y dejar manifestaciones altisonantes y vetos absurdos, no van a llegar a nada porque Casado y Abascal exagerarán la nota y aunque todo lo exagerado no es creíble, impacta. La gente quiere estabilidad y que se hagan cosas y me da que por poco que hagan, frente a dos años de parálisis, parecerá algo. Ahora bien. Casar peras con manzanas, con higos y uvas, con piña y con mango no será nada fácil, pero para eso tendrán que cambiar el chip, derribar barreras sicológicas, ser discretos, compartir diagnóstico, buscar el acuerdo posible y saber venderlo. Es el secreto de cualquier negociación teniendo en cuenta no lo que yo quiero sino también lo que tú puedes.

Nombres

Lo que más le gusta a la prensa es el debate nominal. Quien quedará y quien vendrá. Y hacen quinielas cuando esos nombres solo están en la cabeza de Sánchez y de Iglesias. Por eso es mejor no perder ni un segundo en esto. Tienen tajo en Economía, en Memoria, en Cambio Climático, Pensiones, en esa España Vaciada, en el Debate Territorial y si no llegan a acuerdos mínimos en estos temas es como para mandarles a Saturno.

Catalunya

Tiene razón ERC en que Sánchez en la campaña les ha despreciado y amenazado no atendiendo a Torra, anunciando cambios en el Código penal, tratando como ha tratado el tema del Procés, cambiando el discurso de la España plurinacional a la España autonómica actual, pero sabiendo todo esto y sabiendo que tienen elecciones a la vuelta de la esquina en Catalunya no pueden dejar tener presente que Puigdemont estuvo a punto de convocar elecciones y en el último minuto no lo hizo con las consecuencias que todo esto ha tenido con posterioridad. El todo y la nada, siempre terminan en la nada.

No entiendo la postura de PdeCat, al antigua Convergencia. Pasar del máximo pasteleo al máximo enfrentamiento sin posibilidad alguna para dejar un resquicio para la política es poco comprensible, aunque tengan a su líder en Waterloo. El líder socialista francés Jean Jaurés decía que había que perseguir el ideal y comprender la realidad. Pues eso.

Miércoles 13 de noviembre de 2019

Cuando este pasado martes vi la escena del abrazo en el Congreso de los Diputados reconocí inmediatamente el lugar donde tantas horas he pasado por una razón u otra. Me recordaba en algo la escena del hotel Majestic en Barcelona cuando Pujol en 1996 le pidió a Aznar firmar en este hotel, dando nombre al acuerdo firmado: El del Pacto del Majestic. Nosotros fuimos menos solemnes y para que no vinieran a Sabin Etxea nos fuimos a la sede del PP, Genova 13, Arzalluz y yo y en el despacho de Aznar ratificamos el compromiso sin firma ninguna.

Pero lo que me ha extrañado ha sido que hoy Mateo Balin, corresponsal de Las Provincias en Madrid, haya escrito el artículo que reproduzco a continuación. El que a uno le lean sus libros es casi para darle una medalla y si además lo asocian con la actualidad, pues satisface un poquito.

He aquí lo que ha escrito:

La firma del acuerdo para un gobierno de coalición se llevó a cabo en una sala-comedor con referencias constantes a la familia Borbón

Recoge el exportavoz del PNV Iñaki Anasagasti en uno de sus múltiples libros que la sala-comedor de gala de la cuarta planta del Congreso, ubicada en el edificio de la ampliación, guarda en sus paredes una auténtica exaltación a la Monarquía. Cuadros de la batalla de Almansa (guerra de sucesión española, siglo XVIII), del príncipe Francisco de Asís o de los reyes Alfonso XII y Alfonso XIII. Contra éste último, incluso, la Cámara baja aprobó por mayoría absoluta el acta de acusación en 1931. Una moción promovida por el PSOE bajo el mandato del presidente socialista Julián Besteiro, fallecido en la Guerra Civil en 1939.

Así se lo hizo saber Anasagasti en una carta al entonces presidente del Congreso Manuel Marín, también socialista, a quien recomendó que esa sala-comedor recogiera estampas de la vida parlamentaria en lugar de referencias constantes a la familia Borbón. La respuesta al político nacionalista llegó de la entonces secretaria segunda de la Mesa, Celia Villalobos. La exdiputada del PP criticó el deseo del primero de revisar la historia y rechazó su observación.

Se desconoce si los protagonistas del día conocían estos pormenores, pero en esa misma sala-comedor de gala se firmó este martes el ya conocido como “pacto del abrazo”. El primer acuerdo de coalición de gobierno en la izquierda desde la lejana segunda República. Pedro y Pablo, Sánchez e Iglesias, mostraron su afecto tras estampar sus firmas en el principio de acuerdo alcanzado dos días después de las elecciones generales.

A su derecha, a corta distancia, asomaban en fila los colaboradores de uno y otro dirigente que han tenido que decir algo en la negociación. Por el PSOE estaban la número dos del partido y portavoz parlamentaria, Adriana Lastra; el secretario general del Grupo Socialista, Rafael Simancas; el director del gabinete del presidente, Iván Redondo, y el secretario de Presidencia, Félix Bolaño.

Por Unidas Podemos acompañaron a Iglesias la portavoz parlamentaria, Irene Montero; el coordinador federal de IU, Alberto Garzón; el secretario general del PCE, Enrique Santiago, así como los representantes de las distintas confluencias: Jaume Asens (En Comú), Yolanda Díaz y Antón Gómez Reino, de En Común Galicia, y el diputado electo Juantxo López de Uralde, que en su día representaba a Equo. En la sala estaba, además, Juan Carlos Monedero, uno de los fundadores de Podemos, que dimitió tras una investigación de Hacienda pero que no se quiso perder el momento, aunque no saliera en la foto.

Por: Mateo Balín