Juan Carlos, aprende

Viernes 9 de septiembre de 2022

Me imagino que en Abu Dabi Juan Carlos de Borbón estará viendo las imágenes de la concentración de ingleses de todas las edades, profesiones y partidos, compungidos ante el fallecimiento de la reina Isabel II. Setenta años de exposición sonriendo, dando la mano, viajando, saliendo al balcón y poniendo su cara en los sellos y en las monedas da para que la gente piense que algo de su vida se va con ella. Por eso Juan Carlos seguramente pensará que algo así estaba previsto para él pero ante el conocimiento de más que un rey era un gran granuja, en este momento procesado por acoso en Londres, pensará que hizo el primo o como dijo su amante Corinna ”este hombre no distingue el bien del mal”. De momento, ya se especula como será su funeral y entierro que me inclino será de estado pero sin el perfume del agradecimiento y admiración que está produciendo el de Isabel II.

Sabia lección para todos los cortesanos españoles, todos los partidos vertebradores de España que se pueden mirar en el espejo inglés y  donde ellos aparecen muy feos. Nada que ver la vida de una señora discreta, jamás conocida por sus opiniones, incluso, ni sobre el Brexit, y con una vida personal si no ejemplar, pues su familia se las trae, por lo menos discreta que es lo menos que se le puede pedir a un símbolo, a una estatua, algo que nunca entendió Juan Carlos y su Corte que creyeron que por ser un Borbón se les perdonaba todo. Pues no.

Isabel II leía en el Parlamento inglés lo que le ponía por delante el primer ministro de turno y con su voz aniñada, abría el curso parlamentario. Aquí nunca se sabe si lo que dice Felipe VI y antes Juan Carlos es de su cosecha, de la del gobierno o de ambos. En Londres los campos están delimitados. Al rey y a la reina solo le queda representar y hacerlo bien, aunque sea con esos sombreros que parecían orinales. Y además era cabeza visible de la iglesia  anglicana y de la Commonwealth, con lo que se demuestra que toda monarquía es prescindible, incluso la inglesa porque ya me explicarán los canadienses, los australianos o los neozelandeses como se  puede tener un jefe del estado en las antípodas y no pasar nada. Demuestra  que con firmar lo que sea cada cierto tiempo, y visitar el país cada diez años, la jefatura del estado está cubierta.

Estuve tres veces con la reina Isabel II. En la cena en el Palacio Real y en el Congreso en octubre de 1988 donde los socialistas le organizaron un periplo por Madrid, Sevilla, Barcelona y Mallorca y luego en Edimburgo cuando inauguró el nuevo parlamento escocés. Nada político que reseñar. Sobre su hijo Carlos ahora III  decir solo que se salió con la suya, lo mismo que Camila. A todos esos expertos en chismorreos cortesanos que cuando murió Lady Di dijeron que nunca se sentarían en el trono y que Camila nunca sería reina consorte, deberían prohibirles ocupar los platós y seguir engañando al personal con elucubraciones falsas. Había que ser muy tonto para pensar que Carlos y Camila no iban a ocupar el Palacio de Buckingham porque unos indocumentados que ocupan horas de pantalla diciendo bobadas les iban a condicionar su vida. Lo malo es que siguen ahí.

Se comportó con seriedad, clase y su gran secreto fue nunca opinar sobre nada. Ni sobre el Brexit, ni sobre el equipo de fútbol de su preferencia. Nada que ver con un rey patoso, mujeriego y comisionista.

Carlos III. A rey muerto, rey puesto.

Tres miradas al pleno del martes en el invisible Senado

Jueves 8 de septiembre de 2022

El martes, en el Senado, compareció Pedro Sánchez para hablar de sus políticas energéticas.
Tres miradas.
1.- Se hizo en el Senado porque Núñez Feijoo no es diputado, con lo que se demuestra que el Senado tiene la misma capacidad de control que el Congreso, pero los Grupos de esta Cámara nunca quieren darle el menor protagonismo. Ni los diputados ni los periodistas que creen que la noticia solo está donde se encuentran ellos, con lo que nos ilustran sobre su curiosidad profesional y sobre su comodidad que les pide no mover el trasero de su confortable nido.
2.- El gran anhelo de socialistas , populares y por lo que llevan suspirando siete años es la vuelta al bipartidismo, roto por Podemos, UPy D, Ciudadanos y Vox. El martes estaban eufóricos porque el debate en el Senado fue a dos, hermosamente bipartidista, dos gallos peleando, y los segundos quedaron fuera.
Los sesudos constitucionalistas que nos hablan de la maravillosa Constitución deberían propiciar el cambio del artículo donde dice que España es una Monarquía parlamentaria siendo en la práctica bipartidaria, a mayor gloria de su sacrosanra unidad indivisible.
3.- En ETB su corresponsal Aitzpea Zearreta sigue sin enterarse que Núñez Feijoo no es el líder de la oposición. Esta señora no se ha informado que no hay líder de la oposición y que Feijoo es líder de su partido, pero no de ninguno más. Imagínense que hablando de Maddalen Iriarte dijeran que es la líder de la oposicion del Parlamento Vasco. Arderìa Troya. Y si eso es bueno aquí, ¿qué diferencia hay con Madrid sino esta continua descripción tan poco profesional?. ¿No tiene a nadie que le diga que se equivoca continuamente y que ETB no es Telemadrid?.
Sobre el debate, solo una pelea de gallos, donde ETB no destacó que las novísimas medidas anunciadas habían sido solicitadas por el Grupo Vasco hace seis meses. Lo dicho, Telemadrid.
Ya verán como vuelve a repetir lo de líder de la oposición.