El currículo de la “heredera” AnaP. Botín es admirable y al releerlo anonada aún más, es perfecto casi de diseño, mejor que cualquier fotografía retocada por photoshop. De no ser así, convendremos que la perfección-10 existe y que el paraíso habita en los balances financieros (y políticos) del Banco Santander. De modo que al ser mujer no extrañan en absoluto que proliferen las opiniones valorando que haya llegado una “ella” a tan alto rango por méritos propios.
Porque es cierto que a los altos techos de la economía/empresa llegan pocas mujeres; como botón de muestra, en las 35 empresas del IBEX sólo hay 66 mujeres en sus consejos: un alicorto 13,5%. Algunas/os, pero pocos y poco, critican precisamente que se esté dando más rango al acceso a esta presidencia por ser mujer, lo que indicaría que es un hecho relevante por anómalo. De modo que a pesar de que la afectada prefiera que la llamen presidente en lugar de presidenta (no es un neologismo feminista) es lógico que la FEDEPE-Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias valore como “un orgullo” el nombramiento de Ana P. para la dirección del banco que hereda de su padre.
En el mundo empresarial se constata que “la presencia de mujeres en la dirección mejora los resultados», lo que resulta mejor trampolín profesional femenino que la ley de cuotas. Casa mejor con el ascenso por méritos propios, porque en opinión de quienes ocupan puestos elevados «el talento no entiende de género, por lo que la presencia de mujeres es esperable que vaya a más», digamos que hasta el 50%.
Es en el campo de los méritos donde no sé si sirve el nombramiento de una Botín como presidente/a de un banco que le llega vía tatarabuelo/bisabuelo/abuelo y padre. Excepto en las monarquías, las sagas empresariales como la de los Botín son más bien rarezas. De modo que es más probable que Ana Botín sea más hito en este campo de la permanencia de sagas familiares-empresariales que en el campo del romper barreras en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
Analizando su fantástico currículo y experiencia bancaria, cabe preguntarse quién otra ha podido tener tantas oportunidades para ser number one, sabiendo, además, que el trono y el cetro la esperaban al final del espinoso camino. Congratulémonos porque una mujer preparada sea presidenta de un gran banco, pero de ahí a elevarla a modelo para otras mujeres hay largo trecho, tanto como desde un apellido corriente a otro que suena a banco y dinero.