Algunos románticos se empeñan en llamar campo del honor a la batalla cuando tan sólo es un campo del horror. En este horror normalmente combaten hombres, pero los golpes más terribles y sus secuelas cargan sobre las mujeres y sus hijos/as.
Hoy al alba en Hondarribia las compañías de escopeteros rasgarán el cielo con los disparos de sus fusiles para festejar la victoria. Solo hombres con fusiles, las mujeres lucen abanico y palmito como cantineras o aplauden desde las aceras al paso de las compañías; como si la batalla entonces y la fiesta ahora fueran cosa solo de hombres. Hace años que la compañía Jaizkibel incluyó escopeteras. Su osadía le ha valido desprecio/marginación e indiferencia ciudadana y desde las instituciones municipales. Aún así, observo que se camina hacia una paz festiva en integración lenta pero irreversible. Ojalá sea así.
En el Estado han aumentado las denuncias por maltrato/violencia contra las mujeres y son 41 las asesinadas en ocho meses.
En Nigeria el grupo yihadista Boko Haram secuestra, viola y asesina a mujeres/niñas sólo por serlo; si no, se convierten en sus esclavas.
Hay 125 millones de mujeres circuncidadas en el mundo. Es práctica común en África, pero excepto en Sudán y Egipto, la ablación del clítoris es ajena a la cultura musulmana; aún así, el Estado Islámico(EI) que se impone en Siria e Irak ha ordenado la ablación del clítoris de todas las mujeres/niñas entre 11-46 años para “alejarlas del libertinaje y la inmoralidad”: 4 millones de “ellas” condenadas a la mutilación genital “por ser mujer”. Bajo pretexto de práctica religiosa se las controla y se eliminan sus derechos humanos.
El mismo EI ha secuestrado a 2000 mujeres, quitado a sus hijos y ahora las vende como esclavas por 150-250 dólares para ser esposas forzosas.
Repasando las razzias israelitas contra Gaza de 2006, 2008, 2012 y 2014 las muertes de mujeres no combatientes son numerosísimas; pero la batalla para ellas comienza cuando callan las balas: maridos muertos, hijos perdidos, sin medios para sobrevivir… ¡hacia dónde mirar para ver algún futuro!
Nigeria, Sudán, Ucrania, Irak, Siria… guerras in vivo para recordar el centenario de una guerra cuya brutalidad hizo pensar a algunos que sería la última… triste epílogo para un siglo de guerras, peores aún para las mujeres.
Está claro que la marginación de la mujer en el protagonismo de la fiesta en Hondarribia e Irún no es equiparable ni remotamente a la violencia, violaciones, ni mucho menos a los asesinatos de mujeres, pero también puede entenderse como un campo de batalla más contra la marginación global de la mujer.