Querida Gaia

En la Antártida se ha desprendido un iceberg del tamaño de Menorca (700 km2); este siglo la Tierra/Gaia ha perdido 1,6 millones km2 (tres iberias) netos de bosque, que son quienes reducen el dióxido de carbono, liberan oxígeno y regulan la temperatura. De verdad, lo de querida no es educado saludo formulario, sino de verdadero amor hacia quien acoge a los humanos hace centenares de miles de años, y a otros vivos desde hace al menos 3.500 millones.

Es decir, no nos tratas tan mal. Pero últimamente, unos dos siglos o así, un suspiro en tu vida Gaia querida, te están/estamos dando caña por doquier más de lo habitual, y claro, tú para recuperarte nos respondes como puedes, un terremoto allí, una sequía pertinaz aquí, lluvias torrenciales, desaparición de glaciares, desprendimiento de inmensos icebergs antárticos, tsunamis de fuerza inusitada… huracanes y tifones de intensidad cuasi inconmensurable que rompen escalas … y así vemos las imágenes de la última desolación en Filipinas sin que aún les haya llegado a los haitianos ni la quinta parte de la ayuda internacional prometida tras el terremoto de 2012.

Tiene su guasa que mientras un grupo de humanos muy entendidos en materia ambientalista se reunían esta pasada semana en Varsovia para hablar del cambio climático, demuestras tu resfriado estornudando estentórea en Filipinas, de modo que se note hasta la India… porque tú no conoces fronteras humanas. Hace un año fue un tsunami terrorífico en Japón, antes el Katrina devastador

Es llamativo que la conferencia sea en Polonia, que hoy mismo tiene programada una reunión internacional de empresarios del poderoso lobby del carbón, fuente del 90% de su electricidad; carbón fuente de los gases invernaderos, causantes conocidos del abrupto incremento del antes moderado ascenso de temperatura en Gaia. Lo que nos haces, querida, se parece mucho a Justicia climatológica, porque la justicia humana naufraga con la sentencia del Prestige, donde no aparece humano responsable alguno, ni de refilón: parecería ser un barco predestinado al naufragio y el responsable único debió ser tu/nuestro océano, pérfido océano que nos permite viajar y disfrutar, que nos alimenta y regula la temperatura, que nos envía la lluvia… y que utilizamos como retrete y basurero.

Seguramente Gaia, que también somos nosotros, no vivirá más, ni los humanos permaneceremos más en ella porque la tratemos con respeto, pero sí parece probable/probado que viviríamos mejor y con menos sobresaltos climatológicos si bosques y océanos merecieran nuestro respeto, también de la «justicia humana», porque tras el Prestige chapapotear el océano resulta gratis.

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