Decir banda sonora rememora música y melodías, pero en un bosque es mucho más, es un universo con su elenco de sonidos: águilas, linces y ranas, zumbidos de moscas y saltamontes, ulular del viento, crujir de ramas, murmullo del agua… cada cual en su sitio y momento para en conjunto ser orquesta. Sin hollar Sierra Morena, los sonidos de la película de Arturo Menor “WildMed, el último bosque mediterráneo” sugieren la sensación de estar allí. Frente a esta sonoridad, la realidad dice que caminamos hacia la desaparición de esta banda sonora porque el bosque mediterráneo se agosta. Nunca la Tierra había soportado un aumento de CO2 tan intenso ni rápido: 280 partes por millón (ppm) en 1880, hoy 400 ppm. Aumento que ha provocado que el Polo Norte se caliente seis grados en cuarenta años y disminuya su hielo en verano a la mitad. Quemamos carbón, petróleo, gas… combustibles fósiles que liberan CO2, al tiempo que destruimos bosques y contaminamos mares, sus sumideros naturales.
Esta emisión acelerada de CO2 y metano aboca a la península hacia un clima africano: invierno reducido, primavera adelantada y otoño florido hasta diciembre; llueve pocas veces pero torrencialmente, el agua no se puede almacenar e inunda pueblos que pasarán largos meses bajo absoluta sequía. Plantas, hongos, reptiles endémicos de África frecuentan ya el sur, Andalucía, pero pronto se expandirán por toda la península, severas sequías e inundaciones, drásticos cambios de temperatura… es el futuroyapresente para el siglo XXI español.
En España es obligatorio utilizar carbón para obtener un 15% de la electricidad; las petroleras incitan a consumir más petróleo, como esta misma semana el comunicado-advertencia de Petronor sobre sus pérdidas, algo que “acarrearía a todos” duros ajustes económicos; al tiempo, penalizan la energía fotovoltaica y el autoconsumo energético. Favoritismo hacia grandes compañías eléctricas. Ambición y PIB como indicador único de progreso humano.
Ni milenarista ni agorera, la ciencia habla claro; corresponde al político ser honesto y no venderse a la ambición. Es un problema global donde China y Estados Unidos desequilibran la balanza, pero si nosotros tampoco hacemos… Junto a los datos hay un anuncio de chalés a pie de playa en un pueblo del Mediterráneo… No aprendemos, ¿no queremos aprender?
Algunos grupos hacen propuestas en serio, pero poca cosita para tanto empeño… y ya se sabe que el precio de desentenderse de la política es el ser gobernado por lo peores, decía Platón.
Hay consuelo, podríamos ver el bosque en película o buscar soluciones estratosféricas: en menos de diez años la NASA hallará vida extraterrestre: ¡¡¡Planeta habitable a la vista!!!