Una, grande y libre vía Telefónica

Los menos jóvenes saben con largueza de este slogan y del chisme sobre él que circulaba de oreja a oreja como pólvora en regocijo. Una, porque de haber otra todos nos iríamos a ella; libre, porque en la quiniela podemos elegir entre 1,X,2; y grande, porque en ella entramos los propios indígenas, una millonada de turistas, y la pléyade de americanos con sus bases y su inglés imperial, pero ahora mismo también de árabes con muchos petrodólares.

Aunque sea chiste tardofranquista, podríamos traerlo a colación, porque en las negociaciones para formar gobierno del Estado, en la capital del reino se vuelve a retomar el mismo fondo del slogan, que España no se rompe ni se vende, ni a nacionalistas ni a independentistas ni a comunistas … ni a nada ni a nadie. Ni a Arzallus, ni a Pujol. ¡Ah, qué ya no están! Bueno, tampoco a Urkullu, ni a Otegi, ni a Oriol Junqueras, ni por supuesto al prófugo Puigdemont, que Euskadi y Cataluña son España, ¡muchaespaña! per secula seculorum, amén.

Pero tras tirarla al aire la moneda nacionalista española ha salido canto. Hoy mismo hemos conocido que un fondo soberano de Arabia Saudí ha comprado el 9,99% de Telefónica, una de las empresas bandera del Estado. No es la primera evidentemente, porque Iberdrola es controlada por un fondo público catarí a través de Kia, el accionista mayoritario de Endesa es un fondo soberano italiano, Ferrovial opera desde Países Bajos, el mundial de fútbol se lo llevaron a Catar montado en petrodólares a tocateja, como los partidos importantes de fútbol “patrióticos” y a sus futbolistas más destacados o se llevan a médicos y sanitarios o al personal más cualificado, sobre todo del mundo tecnológico.

Pero sucede que Telefónica es una empresa que pagamos en tiempos franquistas entre todos y que guarda secretos de Estado relacionados con la estructura básica del mismo, ejército, judicatura, alianzas, relaciones internacionales, decisiones estratégicas… Pero la “liberalizaron” (vamos, la vendieron a los amigos de sus amigos a precio de saldo) y ahora los petrodólares ponen su bota sobre ella con un fondo de inversiones que tiene por detrás al propio estado saudita. Y no es baladí el asunto, porque ese país, tierra que nada en petróleo, arena y petrodólares, es una dictadura tiránica, donde la pena de muerte se ejercita con pasmosa alevosía, donde las mujeres carecen de derechos humanos básicos, donde a los opositores se les da caza y captura o incluso descuartiza (Kasogui in memoriam).

Pero nada de lo que todo sabemos sobre ese país sirve para que a Telefónica o a otras empresas claves (de tecnología, especialmente de telecomunicaciones) se las lleven a golpe de talonario. Y sospecho que la compra-éxodo no haya hecho más que empezar.

Mientras esta venta/expolio del país llamado España al gran tenedor saudí no parece romper el Estado, para los españolesmuchoespañoles de Vox, PP e incluso de buena parte del PSOE, el que se hable catalán, euskera o gallego en un parlamento atenta contra la unagrandeylibre, y que se pida un referéndum de autodeterminación es un atentado de lesa españolidad. Todo parece cuestión solo de petrodólares.

Se imaginan que a (don)Pedro S. y a (don)Alberto N. les hicieran una oferta billonaria por Euskadi y Cataluña, ¿pondrían la mano en el fuego a que no las venderían raudos al mejor postor?

Quizá sea el camino marcado hacia la independencia, vía Telefónica.

@nekanelauzirika

La guerra sigue siendo el mejor de los negocios 

Casi siempre un negocio de apuesta ganadora, aunque a veces se trunque por un quítame unos tanques o saca tu culo de mis tierras o de mis negocios, como le acaba de suceder a Yevguein Prigozhin, el jefe de los mercenarios rusos del grupo Wagner. Bien pudiera ser que haya muerto en un accidente fortuito, pero su pasaporte al otro barrio parece más bien un empujoncito de los otros negociantes de la guerra, con Putin, su antiguo amiguito del alma, en plan padrino: ¡qué parezca un accidente! Así que podría ser que “ha muerto” sea epítome de han asesinado, matado o ejecutado por vía extrajudicial. Todo sea por la pasta. G.B.

Sólo falta que las redes nos animen a que invirtamos en ella, en la guerra como en cualquier otra acción bursátil, pero más rentable, a corto, medio y largo plazo. 

Decía Mark Twain: “La manera más rápida de acabar una guerra es perderla”. Y por las noticias que ya solo nos llegan en páginas interiores de los medios, Rusia y Ucrania, Ucrania y Rusia no dan por perdida la contienda. Así que de creer a Twain la guerra en ese punto tan cercano-lejano a nosotros no tiene visos de acabar.  

Nos encontramos cada día noticias del teatro bélico: drones que atacan Kiev, un bombardeo en Jersón, un dron sobre Moscú, dolorosos actos que matan cada día un puñado de personas en plan rosario interminable. Conclusión: se ha convertido en un conflicto de baja intensidad (para nosotros, claro), pero que no por eso ha dejado de ser dramáticamente mortal. 

Vamos, ha pasado a ser un/otro conflicto geoestratégico más entre dos potencias que se dan patadas en el trasero de los ucranianos/as por causa de su posición estratégica y la fertilidad de sus tierras. 

Y como debe haber pocos traseros ucranianos por patear, el conflicto se amplía a África, donde entra en erupción Níger con más banderas rusas en los desfiles de los sublevados que en las paradas militares del 1 de octubre en la plaza Roja. 

Claro, Níger, El Chad, Mali y Burkina Baso tienen codiciadas materias primas, entre ellas y solo por citar, la uraninita que necesitan las centrales nucleares, entre ellas y también solo por citar, la que alimenta los 59 núcleos activos que funcionan en Francia. 

Y mientras todos miramos tan solo el dedo que apunta a los dramas de la guerra, las empresas que fabrican y aportan las armas a ambos bandos al mismo tiempo o las que hacen caja a futuro con la presumible reconstrucción posterior, se frotan las manos, lo justo por poder tenerlas libres para contar sus pingües beneficios. 

Al parecer nunca falta un buen conflicto que se sustancie en guerra para así lograr un buen negocio. A resultas, mientras unos ponen los muertos y el dolor, otros trabajan para que nadie pueda perder la guerra. 

Algunos pueden pensar que quizás sea solo una triquiñuela para no llevar la contraria a Twain. Pero si analizamos los valores en bolsa de los grupos que fabrican o trapichean con componentes de guerra lo entenderán mejor. Aunque a veces a algunos les estalle el negocio volando en un avión. G.B. míster Prigozhin, señor de la guerra.

@nekanelauzirika

El horno global

Según la OMM, julio fue el mes más caluroso desde 1880

Lo llaman Tierra, otros Mar, los entendidos Gaia, algunos Ama Lur,  pero este verano Horno Global va pintiparado.

Aunque por estos lares no lo parezca tanto porque a veces el dios lorenzo disimula un poco y se entretiene jugueteando entre las nubes, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirma que el recién finado julio ha sido el más caluroso en la historia de la Tierra desde que existen registros fiables, digamos que desde 1880, aunque son bastantes los expertos que sostienen que este aumento quizá sea el más elevado desde hace 120 mil años.  A pesar de negacionistas recalcitrantes, parece evidente que el incremente de 1,5ºC por encima de los niveles preindustriales se debe primordialmente a la combustión de carbón, petróleo, gas y a otras actividades humanas ligadas a su uso.

El viernes pasado, después de calentarnos la oreja y encendernos la preocupación con esta noticia, todos los medios la hilvanaban con los buenísimos datos del movimiento turístico especialmente aéreo, pero también por carretera y hasta por mar, casi como en un intento compensatorio de estímulos informativos. El aeropuerto de Loiu firma el mejor mes de su historia y avanza hacia un verano de récord” repetían sudando de admiración tras citar los 45 Celsius en Sevilla y Córdoba.

Si en todo momento del día están volando simultáneamente sobre la Tierra una media de entre 10.000 y 20.000 aviones comerciales que transportan entre 1,5 y dos millones de pasajeros y que cada uno de estos trastos voladores consume unos 4 litros de queroseno por segundo, hagan un cálculo estimado del combustible que se utiliza y estimen las toneladas de gases de efecto invernadero que se producen.

Me imagino a miles de usuarios con el abanico en la mano sudando la gota gorda en la cola de espera para embarcar, pero dudo que haya quien se haya planteado cancelar su vuelo por motivo del motivo principal del tórrido bochorno que soportan. En realidad, he de confesar que yo también me subiré a uno de esos artefactos productores de CO2 dentro de unas semanas y ni pensar en cancelar mi vuelo generador de canícula. ¡Faltaría más!

De hecho, es posible que muchos ya se estén apuntando a la lista para navegar por el polo norte en crucero en el verano de 2027, ¿o será antes? En la lógica humana, al parecer este anhelo no es incompatible con quejarse del horroroso calor que soportamos in crescendo cada verano en este horno global.

nekanelauzi25@hotmail.com @nekanelauzirika

Fútbol, copa, rey y España

No sabría muy bien si el orden en el que dispongo las piezas del título es el más apropiado para dar con precisión en la diana de la primacía real de estos cuatro fenómenos; porque si ya por separado cada término da para una colección completa de dislates, la amalgama de la tétrada en variaciones con repetición podría llevarnos al paradigma de las contradicciones. Pónganlos ustedes en el orden que prefieran.

No, yo no vi el Madrí-Osasuna ni en Sevilla ni en la tele, pero me coincidió el partido de fútbol de la final de copa del rey de España en la capital del Reyno, es decir, en mi querida Pamplona/Iruña, y he de decir que no había un rincón de la ciudad que no recordara que para los pamplonicas/navarrostodos era un gran acontecimiento; es la lógica alegría de la cenicienta al verse reconocida en palacio. No me imagino, ni por asomo, tamaña ilusión en los prepotentes capitalinos del reino, en esta ocasión de España. Por cierto, ya nos gustaría ver celebrar otras actividades y eventos multitudinarios como lo ha hecho la afición futbolera de Osasuna: hinchas con sentimiento, orden, entrega, respeto, orgullo, alegría, fiesta, pasión … todo en perfecta armonía para el disfrute colectivo. ¡Chapeau! Hasta con pelín de sana envidia bilbaína, aunque solo sea hasta el año que viene.

Leo que le pitaron al rey y como republicana de corazón, condición y hechos me congratula saber de esa pitada al monarca de una corona no refrendada y heredera directa del franquismo. Incluso con la música-tapadera a todo trapo y el micro de la tv apagado por orden gubernativa, espero que se escuchara la pitada desde Irún hasta Algeciras.

Ya no la llaman copa de España, sino del rey. Me imagino que sería incongruente tildar “de España” a una competición donde sólo una minoría de los futbolistas participantes son súbditos españoles. Porque más allá de que a mí el fútbol me guste entre cero y nada, la mayoría de esos futbolistas son profesionales al servicio de una empresa que les paga y punto. Es decir, que el borbón y la borbona fueron a presidir un encuentro de empresas representadas mayoritariamente por extranjeros escandalosamente remunerados, nada de España ni patria ni bandera rojigualda ni mandacarajos por el estilo, digámoslo en prosa. En apoyo a mis palabras me soplan que mientras Osasuna tiene 3 extranjeros, el Real Madrid, máximo representante del fútbol patrio-patriotero, tiene 18 no españoles y que el 7 de enero en un partido no sé contra quién, no había ningún españolito en su equipo. Serán cosas de la globalización y de la pasta gansa que mueve el espectáculo.

Comprenderán que no haya ido a Sevilla ni visto el partido. No tengo la dicha existencial de ser pamplonica; ni he practicado ni me ha gustado nunca el fútbol como deporte y menos aún como espectáculo empresarial; no soy monárquica; mi españolidad y españolismo dejan mucho que desear y no comprendo porque me recriminan cuando juega ese equipo de Madrid y yo no le apoyo siendo tan español. En fin, que la tarde en Pamplona fue preciosa contemplando como todos los comercios lucían en rojo su apoyo al equipo de la salud. Y leído en un comercio de Iruña: “el caer no resta mérito alguno a la gloria de haber subido», buena reflexión de Calderón de la Barca que dedico a Osasuna.

No se conturben, no escribo esto por inquina bilbaína tras ser eliminados, porque al fin y al cabo el curso futbolero del año que viene llevará al Athletic a su enésima final y no tendré que hacer ex novo este comentario, sino que podré reproducir casi ad pedem litterae esta misma columna.

@nekanelauzirika

Gran tenedor

Los bancos y fondos de inversión en comandita gestionan más de 240000 viviendas

Alguno podría llegar a pensar y a coligar que este título está relacionado con restaurantes de alto copete, porque, de hecho, en muchos países en lugar de estrellas tienen tenedores para clasificar a sus restaurantes y los de lujo muestran orgullosos sus cinco tenedores, como aquí sus tres estrellas Michelín. Pero no va de comandas ni comensalías, porque el término “grandes tenedores” que ahora boga en primera informativa me dicen que se refiere a propietarios de pisos, a dueños de muchos inmuebles. Ya pueden comprobar que no me codeo mucho con potentados tenedores de múltiples viviendas.

Pero sí hablo con personas del común que por motivos diversos han ido incorporando a su patrimonio pisos, casas, garajes y otras propiedades inmobiliarias. Vicente es un “jubileta” feliz que complementa su escuálida pensión de autónomo con el alquiler de dos modestos pisos, uno por herencia de su esposa, en un pequeño municipio; le presento cual feliz jubilado, aunque en realidad debiera decir que era feliz, porque ahora mismo se muestra entre expectante y consternado ante la nueva ley de vivienda. Ley que clasifica a quienes tengan cinco inmuebles como grandes tenedores y les aherroja a los más severos controles administrativos y fiscales. Porque nuestro Vicente también heredó primero la mitad de un caserío y hace poco la otra mitad a medias, pero que a efectos de esta ley le adscribe a la cuenta de los grandes tenedores. Así que Vicente, que va donde va la gente, anda con hormigueo en el cuerpo y casi no le alcanza el cuello a la camisa.

Si por un casual, no tan improbable debido al aumento de la “turistificación y de la gentrificación también en las ciudades vascas, la zona de sus pisos la declaran tensionada y su caserío pasara a estar en zona de interés turístico rural, a mi amigo le van a hacer un siete en su cortito traje económico de jubilado.

Frente a otros modelos de uso de vivienda en Europa, en el Estado español durante décadas nos han inculcado y marcado a fuego de hipoteca bancaria la idea de adquirir la propiedad de la vivienda, de la primera y de la segunda residencia y de las que hiciera falta, para asegurar por medio de este patrimonio el porvenir de la vejez. De modo que, frente a otros países de nuestro entorno, algo más del 77% de la población española disfruta de vivienda habitual en régimen de propiedad, cuatro puntos menos que en 2014, pero, aun así, son tres de cada cuatro ciudadanos. Casi uno de seis hogares dispone de segunda residencia y solo el 1% de los propietarios tienen más de diez inmuebles.

Pero hete aquí que son los bancos y los fondos de inversión en comandita quienes gestionan más de 240000 viviendas y aquellos han puesto en manos de estos más de 110000 casas y pisos para dedicarlos al alquiler. Son los auténticos grandes tenedores y no mi transido Vicente, el jubilado preocupado. Porque la nueva ley, al rebajar el tratamiento de gran tenedor a quien posea cinco inmuebles, apenas araña a los grandes buitres (sanguijuelas dirían mi ama) inmobiliarios, pero clava su daga a fondo en los muchos vicentes que creyeron que aumentando como hormigas su patrimonio estaban ahorrando. Ojalá me equivoque, pero a poco que a su ayuntamiento le pique ahora el ardor recaudatorio, podrían declarar sus pisos de zona tensionada y dejarle con sus alquileres a culo pajarero.

De pequeña ya me decían que aprendiera de los cucos, que son listos y ocupan prestados los nidos ajenos. Lo dicho, leyes nuevas para vicios viejos.

@nekanelauzirika