Alegorías de una farola

LAalegoría del paracaidista portaestandarte “embanderolado” de la rojigualda insertándose cual aceituna en una farola urbana madrileña, ¡no vasca ni catalana!, es toda una alegoría de la marcha de su (de ellos) país;más si el “paraca” es miembro de su (de ellos, por supuesto) glorioso ejército en un desfile oficial el día de su (de ellos) patria delante de su (de ellos) rey y ante miles de personas, más aún en el minuto de gloria televisiva y después extendiéndose todavía más entre muchos millones en los miles de memes, tuits y demás medios on line que le han elevado al estrellato, dicho sin ánimo ni deseo maligno alguno de que su “estrellarazo” le hay producido herida alguna.

Posiblemente ya hayan detenido a la farola y esté siendo interrogada en aislamiento en el cuartelillo de la guardiacivil para investigar si en su resistencia pasiva al choque hubo alevosía con premeditación en un acto de delincuencia habitual contra las personas, o si se trató de un acto terrorista de una célula alumbrante no durmiente de farolas islamistas o, mucho peor, de miembros de los CDR o de la CUP en vela farolera permanente con el apoyo de otros pérfidos independentistas y podemitas/os que apagaron la luz para que el del parapente no viera la farola. Si esto así fuera, el juicio sumarísimo con dura condena para la farola es seguro y el riesgo cierto de pasar a la sombra un largo período de tiempo está servido. Pobre farola, ni que fuera de Altsasu o exmiembro del Parlamento o del Gobierno de la Generalitat.

De Altsasu, porque la vergüenza sigue instalada si te consideras un ciudadano/a en un país democrático constitucional y no un miserable vasallo del rey… y de las veleidades de unos jueces con harta frecuencia al “diktak guardiacivilero” … si quieren hacer carrera. El levísimo alivio que el supremo ha concedido a las penas para los jóvenes (algunos, porque uno ni estaba allí) que se pelearon con unos guardiaciviles de camisa blanca impoluta me recuerda al cura consolando a las Doce Rosas (o cualquier otro represaliado/a franquista) frente al paredón de fusilamiento, o a quienes les ofrecían aflorarles las esposas para que no sufrieran, algo parecido a la misericordia inquisitorial de quemarte con leña seca en lugar de hacerlo de manera perversa con madera mojada.

Vergüenza ciudadana democrática al saber por filtraciones nada bien intencionadas las severísimas penas que impondrán esos jueces tan bien amaestrados (eso sí, magistrados técnicamente perfectos que se la cogen con papel de fumar legal) a los Oriol Junqueras y compañeros tomados como rehenes y chivos expiatorios de un proceso que el Estado no sabe ni quiere arreglar ni componer si no es manu militari, que al parecer es lo que muchos desearían. No condenarán por rebeldía como pedía el fiscal y serán benévolos, lo harán “solo” por sedición, con la magnánima misericordia inquisitorial de la leña seca.

Y alegóricamente me acuerdo de la reciente absolución del nieto de Franco, de cuánto-GAL sigue en la cárcel, de los pppsoecorruptosen la calle, de las amenazas permanentes de crisis económica para así aherrojar a las clases más pobres y no cumplir con las pensiones ni con la ley de dependencia ni otras ayudas sociales que prometen en campaña electoral y des-cumplen en su vida política-pública diaria.

¡Ay, Dios santo, si las farolas hablaran!