El paseo dominical llegaba hasta el puerto viejo de Algorta. El rompeolas estaba solito, a la espera de que con el tiempo le «pegaran» un puerto deportivo…
El muelle de La Benedicta, con las chimeneas de Altos Hornos en funcionamiento.
El paseo dominical llegaba hasta el puerto viejo de Algorta. El rompeolas estaba solito, a la espera de que con el tiempo le «pegaran» un puerto deportivo…
El muelle de La Benedicta, con las chimeneas de Altos Hornos en funcionamiento.
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Desde Bilbao, tanto nos gustaba acercarnos a esta parte a pasear los fines de semana, que decidimos que Algorta fuera nuestra residencia cuando nos casamos, de eso ya hace más de 37 años, casi no ha cambiado…