Hombre, punta punta que digamos no era, pero resultaba ser lo mejor que había en esa época para poder escuchar la radio en los sitios donde la cobertura era deficiente. Hoy podría servir para mezclar un buen kalimotxo o como gorro para un disfraz de chino mandarín….
Guardo en la memoria el sonido del «diario hablado» o como normalmente se le llamaba, «el parte».