Baño «zen» en Landa

Me encanta nuestra costa; el mar, la sensación de la brisa salada en la cara, nuestros escarpados y sinuosos acantilados, cargados de una memoria geológica fuera de lo común. También la silueta redondeada de nuestros verdes montes, salpicados de caseríos y bosques. Aunque tengo que confesar que Araba, me tira. No se si será mi cuarta parte alavesa o la sensación de quietud que se respira ahí arriba (Landa está a 555 m de altitud), pero lo cierto es que nuestro territorio vecino, me gusta y mucho. También ayuda el hecho de que goce de clima continental que siempre ayuda a los que tenemos problemas respiratorios.

Si os acercáis a Landa en primavera, os vais a quedar impactados con su belleza fuera de lo común. Es un paisaje quizás no tan conocido y eso seguramente lo haga aún más sorprendente. Estamos al noroeste del embalse de Ullíbarri-Gamboa, conocido como el Parque Provincial de Landa. Sus cuarenta hectáreas son un regalo para la vista pero también para el olfato, cada dos por tres os toparéis con plantas aromáticas como la menta.

Aunque sea un embalse para el abastecimiento de agua, se ha convertido en un lugar de gran cantidad de aves y plantas. También pequeños bosque de robles, pinos, encinas y más … Además está realmente bien conservado y limpio. En ocasiones pareces transportarte a tierras más lejanas, cuesta pensar que nos encontramos en Euskadi.

A los que les gusta la naturaleza pero las cuestas y los desniveles no tanto ¡aquí están de suerte! Existe un paseo muy bonito para ir a pie o en bicicleta alrededor de su orilla con 45 kilómetros de recorrido, ¡todo llano! Por el camino os acompañaran los cánticos de aves como fochas, somormujos, zampullines y azulones, o quizás tengáis la suerte de avistar especies más escasas como la garza imperial, el ánade friso o el cuchara común. 

Si queréis saber más acerca de como poder avistar aves, aquí os dejo los datos, ya que existe un Parque Ornitológico: Parque Ornitológico de Mendixur.
– Oficina del Parque Provincial de Garaio: Tf 695 782 498 garaio@galemys.com 

Un pequeño vídeo de los sonidos que nos regala el embalse.:

En este rincón de Euskadi, lo que casi con seguridad os acompañará será el sol y el buen tiempo. Así que seguro que lo que más os apetecerá será un chapuzón. Y haréis bien, no en vano estamos en la que se conoce como la playa de Vitoria. Se trata de una playa de arena fina con 500 metros de longitud y con duchas, un puesto de socorrista y bandera azul, como cualquier otra playa. Además, no se a vosotros, pero esa sensación de bañarse en agua dulce, es incomparable. Parece más refrescante el baño, pero tranquilos el agua no está especialmente fría.

Darse un chapuzón es más que recomendable. Si os lo encontráis medio vacío, tendréis la suerte de bañaros acompañados de los cánticos de las aves de fondo y con una paz fuera de lo común. Desde luego que es un sitio zen incomparable. Me declaro enamorada de Landa.