¿Cual es la mejor raza?

En mi opinión, no es la raza la cuestión clave en la decisión de adquirir un perro.

Todos nos creamos unas expectativas, en general ,basadas en ideas preconcebidas, en cuanto a la tenencia de perros  o gatos. Estas, me atrevo a concretarlas, suelen estar en la línea de convertirlo en nuestro compañero «inseparable». Pero además buscamos algunos valores añadidos, que sea bonito, bello más bien, es decir un complemento estético, en el mejor sentido de la palabra. No nos debe escandalizar esto último si pensamos, que esta misma función la realiza en muchas ocasiones nuestra pareja (socialmente reconocido) No es preciso  que ponga ejemplos al respecto.

No obstante, este compañero, o mejor, esta relación, es desde el principio algo más complicada de lo que parece. Y ,en contra de lo que suele creerse, no son las obligaciones que implica ( sacarlo a pasear, cepillarlo, llevarlo al veterinario, dedicarle su tiempo ) las que generan el desencanto.

El desencanto comienza cuando no somos capaces de modelar su comportamiento. Cuando los paseos se hacen eternos, pues no para de rivalizar con otros perros, o ladrar a otras personas, perseguir a los ciclistas o corredores. Cuando no atiende a nuestra llamada, o se pierde voluntariamente. Cuando tira de la correa hasta que se nos duerme la mano, o se come todo lo que encuentra. Después , comienza la frustración de no entender a ese «compañero» que no puede quedarse solo en casa, que nos mea en la alfombra o incluso defeca en el sofá. Nos frustra, no poder llevarlo de vacaciones, ni dejarle con alguien, porque no sabemos como reaccionará. Nuestro sueño de «amigo inseparable» se ha quebrado definitivamente…….se ha convertido en un peso del cual no podemos desprendernos.

Creo que el problema real está en que no es «él», el responsable de todo esto, sino nosotros, que hemos decidido permitirle, de forma caprichosa, ocasional, saltarse las normas de convivencia. Alentando, la rivalidad, el ladrido, la prioridad en el paso, o el acceso al sofá ,a la cama, o a nuestro regazo en la mesa. En su código, no hay cabida para la excepcionalidad. Por tanto, tampoco lo debe haber para la permisividad por nuestra parte.

Eliminemos la excepcionalidad en su educación, y nos alejaremos del desencanto y la frustración.

 

IAS

 

 

La dificil convivencia con el ser humano.

En esta playa no permiten la entrada de perros, pero sí de cerdos.
En esta playa no permiten la entrada de perros, pero sí de cerdos.

Leyendo una noticia sobre las denuncias que suele hacer la policía local sobre aspectos de  tenencia de perro, me llama mucho la atención el tipo de infracciones que más habitualmente son sancionadas y aquellas que menos se denuncian. Las conclusiones de esta valoración nos hablan de que las sanciones más habituales recaen sobre aspectos como llevar el perro suelto, acceder a recintos en los que está prohibido el paso a los canes, o la carencia de documentación obligatoria para perros PPP (potencialmente peligrosos).Además de la falta del chip identificador.

Por contra, los aspectos menos recogidos son aquellos como el no recoger los excrementos, comportamientos incívicos del animal, e incapacidad por parte del propietario de reconducir pautas agresivas, persecutorias o incívicas. Todo esto, me hace pensar que la vigilancia y las multas recaen sobre los aspectos menos importantes, más bien anecdóticos y ocasionales que los agentes pueden detectar puntualmente.

Pero que sin duda no representa al reducido grupo de propietarios irresponsables que  no controlan a sus perros en su comportamiento, que no recogen sus excrementos, que no conocen el veterinario, ni lo desparasitan, y constituyen ese 20% que alienta todas las actitudes xenófobas de aquellos que no quieren ver perros ni en pintura. Para esto tenemos el ejemplo de las intoxicaciones dirigidas mediante salchichas con clavos de Durango.

Creo que para llegar a una convivencia sin problemas, deberemos revisar las formas de hacerlo. Una de ellas sería una evaluación numérica anual por parte del profesional, que podría hacerse coincidir con la vacunación, y además promover la recepción en una oficina de atención,de pruebas sobre comportamientos incívicos.

Seguiremos reflexionando al respecto de la difícil convivencia con el humano en nuestras ciudades.

IAS playas caninas

Un gato ,dos patas y una vida por delante

En muchas ocasiones, ejemplos de superación humana nos conmueven por la capacidad de remontar situaciones muy duras. Algunos de ellos, nos han tocado algo más cerca últimamente.

Pero como en otras tantas cualidades y/o defectos, no son exclusivos del ser humano. El instinto de adaptarse a las circunstancias difíciles, y sobre todo de disfrutar del momento, lo observamos cada día en nuestros animales de compañía.

Convencidos de que la actitud del protagonista de este video conmovería a Mikel, se lo dedicamos.

Priorizar la calidad de vida y disfrute del gato, paliar el dolor en todo momento, y hacer una medicina paliativa por encima del tiempo de supervivencia, son, CONSENSUADOS con los dueños, los objetivos de nuestra labor clínica.

 

IAS

¿Quieres ser veterinario?

Desde que empecé a trabajar como veterinario hace 25 años, han sido innumerables las ocasiones en las que  otras personas me han comentado que les hubiera gustado trabajar  veterinarios. Por diversos motivos esta aspiración se había frustrado.

Nueva imagenSin embargo, las estadísticas hablan de que es la profesión con un mayor índice de suicidios. El colectivo sanitario, en general, es proclive al suicidio, pero en el caso del veterinario, es dos veces más alto que el médico y  cuatro veces mayor que el resto de la sociedad. La asociación veterinaria inglesa, lo achaca al lato nivel de stress en el trabajo, y también al acceso y familiaridad con fármacos eutanásicos.

Pero ese stress laboral, no es percibido por la población en general, que solo ve la relación romántica con los animales. En general, creo que este se genera por la  relación triangular entre el veterinario, el paciente y el propietario del mismo. Nuestro papel, en muchas ocasiones sufre un pinzamiento entre los deseos y aspiraciones de uno, y  la situación personal, el código ético y las circunstancias del segundo. La implicación emocional que supone este pinzamiento provoca que además, de forma involuntaria, una de las partes traslade parte del peso de la responsabilidad sobre nuestros hombros.

Siempre tratamos de simplificar nuestro código de trabajo para hacerlo más comprensible. Y así, sobre todo, intentamos alejar el sufrimiento de ambas partes por encima de todas las cosas. En ocasiones,  cuando todos los caminos se han agotado, la consecución de este objetivo nos lleva irremediablemente a la eutanasia.

IAS

 

P.D.: Priorizar la calidad de vida y disfrute del animal, paliar el dolor en todo momento, y hacer una medicina paliativa por encima del tiempo de supervivencia, son CONSENSUADOS con los dueños, los objetivos de nuestra clínica. Dedicado a ellos.