¿Eutanasia para Pituso, un paso a mejor?

Al hablar de las condiciones sanitarias de los perros adoptados y el pésimo estado en que eran recogidos algunos de estos animales, no mencionamos la  dificultad a la que nos enfrentamos para sacar adelante algunos de ellos. Estoy recordando en este momento, alguna ocasión en la que la eutanasia ha sido la única salida para problemas irresolubles, que nos han abocado a esta para evitar al menos el sufrimiento.
En mi código deontológico este, el sufrimiento, es el primero de los enemigos a combatir, por encima de cualquier otra circunstancia. Incluso, por encima del criterio de los propietarios y su escala de valores. Paliar el dolor está, a mi entender, sobre condiciones económicas, sociales, religiosas o morales, y además en este momento contamos con los medios para combatirlo.

Este fue el caso de Pituso, hace unos meses. Recogido por colaboradores de Galgoleku, se realizó una exploración previa para valorar el alcance de las lesiones. Se apreciaron  fracturas múltiples en extremidad delantera, trasera y cadera. Ante un pronóstico desalentador, se le trasladó a Bilbao y  llegó a nuestra clínica para considerar una segunda opinión. Cualquier movimiento se hacía insoportable para el cachorro y se decidió administrarle potentes analgésicos y sedantes, hasta decidir el abordaje quirúrgico. La dificultad para Galgoleku es en estos casos especiales decidir quién puede atender al animal en estas condiciones especiales, quien puede trasladarlo, acercarlo al veterinario, acogerlo temporalmente, administrarle la medicación, etc. En una situación crítica de estas características, no todos los colaboradores disponen de tiempo, espacio, conocimientos y, sobre todo, “amor incondicional” hacia los animales, como para hacerse cargo de un caso de estas características. En estas circunstancias conocí hasta dónde llega el alcance de su LABOR.
Si la recogida del animal, el acercamiento hasta el veterinario y el traslado posterior hasta Bilbao, precisó de un gran esfuerzo logístico por parte de Galgoleku. Paliar el dolor durante aquella noche fue complicado. La gravedad de las lesiones implicaba, que varios veterinarios colaboradores abordásemos conjuntamente la intervención.
Al día siguiente, observamos que desde el momento del rescate, la incontinencia se había ido agravando con el tiempo. Esta, no era debida a la obligada inmovilidad de Pituso, sino que  se había establecido, como consecuencia de la fractura y el desplazamiento del hueso sobre el nervio responsable del control de esfínteres. Roberto, un compañero veterinario, estimó como irresoluble la afección del nervio. Las pruebas realizadas a posteriori, nos confirmaron esta valoración.
Esa misma tarde, Joseba y  Natalia, dirección de la asociación, informados de la situación y con un pronóstico muy desfavorable, decidieron eutanasiarlo. Seis colaboradores de Galgoleku, cuatro veterinarios y numerosos asociados en comunicación directa, implicados todos ellos en un rescate de un galgo, lloramos la perdida de Pituso. Solo 48 horas después de haber sido encontrado. Para mí ,forma parte de mi profesión, pero para ellos… no he visto nunca una manifestación más clara de amores perros.
Para Pituso

Garantías de salud al comprar o adoptar una mascota

También los animales nos dan ejemplo. Esta perrita llamada Miel ha adoptado cuatro gatitos que fueron abandonados en una caja.

¿Qué es lo que debemos de tener en cuenta cuando adoptamos un perro o un gato? ¿Qué es lo que debe de acompañar al cachorro cuando llega a casa? ¿Cuál es el protocolo veterinario que debe seguir un cachorro?
Depende de cual sea la vía elegida para obtener este cachorro, debemos revisar lo siguiente:

1- Si es una protectora o asociación, preguntar por los protocolos sanitarios de entrada.
Estos protocolos siguen una sistemática, pero no son cerrados pues dependiendo de la exposición del animal a los factores de riesgo por localización, hacinamiento, grupos numerosos, ambiente rural, etc. pueden variar para cada individuo.

Tanto Galgoleku, como APASOS tienen protocolos, de análisis serológicos para testar al animal sobre las enfermedades endémicas de las zonas de recogida: leishmania, erlichia, giardia, es decir enfermedades transmitidas por vectores (garrapatas, mosquitos, pulgas), de ahí la insistencia en la prevención desde aquí. APASOS también suele realizar algún test de enfermedad gastrointestinal (parvovirosis, rotavirosis o coronavirosis ) si en un grupo ha existido algún portador o eliminador de estos agentes infecciosos.

En general, es el criterio del veterinario colaborador, el que propone las líneas diagnósticas o de tratamiento, y la junta de la asociación la que decide la opción más valida en cada caso. Debemos de tener en cuenta que en su gran mayoría estos animales acogidos suelen estar en condiciones bastante malas y más concretamente en el caso de los rescates de Galgoleku, las condiciones llegan a ser deplorables.

Además, durante la acogida y antes de entregarlo en adopción, se procede a vacunarlos de rabia, parvovirosis, adenovirus, leptospirosis, hepatitis, moquillo y si se considera, tos de las perreras.

Felinos
En el caso de los felinos, se les realiza test hematológicos sobre leucemia e inmunodeficiencia y en caso negativo se procede a vacunar frente a estas enfermedades, además de calicivirosis y panleucopenia.
Por último, tanto en perros como en gatos se interviene quirúrgicamente para realizar la esterilización en los dos sexos, siempre y cuando su estado de salud lo permite. Esta medida se ha confirmado como la única vía efectiva para resolver los problemas de camadas indeseables y de abandono.

2- Si es un criador y nos lo envía por transporte nos interesaremos cómo nos lo manda, pues no todas las empresas disponen de medios o protocolos para trasladar animales.

Es imprescindible informarnos si se han realizado actuaciones clínicas, desparasitación-vacunación-chipado y las fechas de realización e inscripciones en otra autonomia, si viene de fuera. Los criadores (con sus veterinarios) tienen pautas vacunales que suelen ser similares a las planteadas en la clínica. No obstante, suele estar incompleta en el momento de la adopción, y se finaliza en la primera visita a vuestro veterinario. También es muy usual que el cachorro requiera una nueva desparasitación previa a la vacuna de recuerdo.
Si el chip es implantado por el criador debe realizarse el cambio oficial de propietario y su inscripción en la base de datos del Gobierno Vasco. Este papeleo es a veces más engorroso que la propia implantación del chip.

3- Si se ha adquirido en una tienda, se debe pedir la documentación (cartilla oficial o pasaporte) antes de la llegada del cachorro y ver el contrato. Durante años, estos contratos exigían condiciones (no sacar el perro a la calle, evitar el contacto con otros perros, etc.) que distaban muy mucho de favorecer el desarrollo físico y social del cachorro en sus primeras semanas de vida. Dejemos los aspectos de pureza de raza y pedigrí a los criadores, vendedores, tenderos, y elijamos un veterinario de confianza, no ligado a la venta, para los aspectos sanitarios.
En este año ha habido descenso en la adquisición del perro en tiendas. La accesibilidad de internet, el abaratamiento de los cachorros en el sur y la comodidad de recibirlo en casa, nos ha abierto la puerta a una formula más COMODA. El tiempo nos dirá si esta relación virtual es seria y permite adquirir un perro o gato con confianza.

Guti y Romina, «amores perros»

Guti y Romina hacen alarde de sus "amores perros"

El ex futbolista del Real Madrid F.C. es tan aficionado a los tatuajes que, además de grabarse las iniciales de su futura mujer en el hombro, quiere lucir el mismo tatuaje con ella

El dibujo de las huellas de su perrita Bella, regalo del 15 cumpleaños de Zaida, hija de Guti y Arancha de Benito, decora los abdómenes de Guti y Romina, demostrando con ello sus «amores perros». Después de tatuarse, la presentadora y el futbolista pusieron rumbo a una escapada romántica a Milán. Las consecuencias del tatuaje no impidieron que el futuro matrimonio se fuera de viaje. La pareja estuvo de compras por la ciudad y publicaron todos sus movimientos en sus cuentas de Twitter.

Un perro salva a una mujer ante la agresión de su marido

Un perro de raza gran danés ha salvado a una mujer de ser asesinada por su novio armado con un martillo. El can se interpuso entre el hombre y la mujer recibiendo gran parte de los golpes. La joven logró escapar con su perro y se dirigieron al centro de acogida de Rose Brooks, en Kansas. Allí le ofrecieron una cama pero le dijeron que no se permitía la entrada de mascotas.

La mujer se mostró desafiante y por primera vez en su historia se pasaron por alto las reglas de la institución y permitieron que el perro se quedara. Susan Miller, directora del centro, explicó que a partir de este caso van a permitir mascotas, y afirmaba que el 40% de las mujeres maltratadas con mascotas, permanecen con su pareja con el fin de proteger a sus animales.

Esta noticia me ha hecho reflexionar sobre la presencia de “la mujer” en el mundo de los animales de compañía. Hace unos años, realizando un análisis de la base de datos de la clínica, comprobamos que la mayoría de nuestros clientes eran mujeres. Este dato ha tenido una tendencia a crecer, de forma que en este momento, el porcentaje ronda el 80%  para el sexo femenino. Es cierto que en muchos casos, el perro o gato es compartido por los dos miembros de la pareja, pero la titularidad suele ser para ella, y además es quien se ocupa principalmente de acudir a consulta, adquirir la comida adecuada o dispensarle la medicación oportuna.

Debo de ser franco y decir que a título profesional prefiero tratar con “ellas”, pues suelen entender más rápido las explicaciones técnicas, recuerdan de forma más ordenada la posología prescrita en la medicación y no suelen acudir con valoraciones anticipadas sobre “hasta donde queremos llegar”. Y la respuesta en campañas de prevención que hemos realizado ratifica la escasa atención que se le presta a posibles problemas del futuro desde el lado masculino.

Pero esta circunstancia debe ser generalizada, porque no hace ni una semana cuando leí que más del 70% del voluntariado de las asociaciones de rescate y acogida de perros maltratados o abandonados son mujeres. Y reflexionando sobre las agrupaciones con las que colaboro habitualmente, Galgoleku, Apasos, Esperanza felina, Apascan…, ciertamente casi todas están lideradas por mujeres.

Será por un tema de sensibilidad o bien por los códigos genéticos de cuidado de la prole y sostenimiento del grupo, pero en cualquier caso, está claro que en la evolución del ser humano y en el acercamiento interespecies el lado femenino es el protagonista.

Charlar con un perro

Los perros tienen un comportamiento social cognitivo similar al humano en las primeras etapas de su vida. Según un estudio de la universidad de Hungría realizado mediante ensayos activos  son sensibles o receptivos ante la intención de comunicarse con ellos. De esta forma, podemos equiparar esa capacidad de percepción en la comunicación, a la que tiene un niño de hasta dos años.
El estudio parece baladí, pero esta reflexión nos puede llevar a entender la estrecha relación que algunas personas llegan a tener con su “animal de compañía” (Este es uno de los motivos por los que no me gusta la palabra “mascota”, prefiero siempre el término “animal de compañía”, porque se define en sí mismo).
Esta reseña técnica de actualidad, me ha servido de extraordinario prólogo, para comenzar en el blog, con el tema de los animales de compañía, pues el pilar sobre el que desarrollo mi labor como veterinario, se inicia a partir de la relación que el cliente (propietario), mantiene con su animal (paciente).
En una sociedad en la que prima el hacerse oír sobre el escuchar,  en la que estar rodeado de gente pero, sentirnos solos, es habitual, y donde cada vez hay más familias uniparentales….. aparece un comunicador nato, nuestro perro. Al menos, siempre dispuesto a escucharnos, a atendernos y a entendernos. Lo hará por nuestro tono, nuestro lenguaje corporal o gestual, nuestro olor y nuestra actitud, sin perderse en el lenguaje que usemos, la locuacidad y la palabrería. Ellos tendrán una percepción mucho más objetiva del mensaje que ningún otro y difícilmente podremos engañarles. Ni falta que nos hace.
Cada día, en la atención al publico, percibo esa necesidad de sentirnos escuchados, y eso que estamos en la sociedad de la comunicación. Ellos, siempre estarán atentos por si les tenemos algo que decir y además nunca lo contarán a nadie, os lo juro.
Dedicado a mi hermana Belen.