Crisis, qué crisis? Euskal Esnea II

 

 

 

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El tiempo suele poner a  cada uno en su sitio, pero esto no quiere decir que sea justo, ni si llegarà a tiempo. Hace unos meses, dediqué un post a la realidad IRRESPIRABLE que viven los “baserris”, y en concreto, a los pocos productores de leche que quedan en nuestro territorio.

La explosión mediática que  ha supuesto la presentación de la Euskal Esnea, por parte de un puñado de productores Karrantzanos, y la denuncia por parte de kaiku hacia estos, no hace sino reflejar una situación de desesperación. Y esta te obliga a recurrir  a cualquier fórmula para salir adelante. En esencia, creo que esta última línea resume el trasfondo de todo el conflicto.

Es increíble la cantidad de comentarios que ha suscitado el tema en los medios. Y eso sin utilizar en ningún momento términos como sexo o gratis. Pero es que es un tema muy pasional, que mezcla, tradición, sostenibilidad, economía liberal, multinacionales, y raíces, identidad propia y lengua, transparencia y sobretodo supervivencia.

Por una parte está Kaiku, que no debemos olvidar que nació con ideas similares a la kooperativa Karrantzana, para afrontar una época difícil de cambios en el sector. Ellos alegan que no todo el proceso se realiza en Euskalherria, la leche se envasa en Soria, y que por tanto, no puede etiquetarse en euskera. Esto es cierto, pero es que aquí no hay posibilidad de hacerlo. Y además, dudan de la procedencia de la leche.La trazabilidad es un sistema para conocer la procedencia y el camino que sigue un alimento, pero no sé si es tan eficaz como para evitar trampas eventuales. No obstante, la excepcionalidad corrobora la norma o la intención inicial. Es decir, en un envase de leche, tenemos:

  • Un cumplimiento irregular del R.D. 1334/99, que es la normativa para el  etiquetado alimentario, por el uso único del Euskera. Pero podríamos hacer uso del posterior R.D.1169/ 2011, sobre la información facilitada al consumidor, en cuanto a que se trata de leche de pequeños productores de aquí que envasan en una planta española. No creo que haya ánimo de engañar en este sentido.
  • El uso de una denominación geográfica, EH, que aprovecha el valor añadido, que para muchas personas tiene el hecho de ser elaborada por personas de aquí. El uso de de este valor se realiza por parte de todos, danone, gurelesa, beyena, kaiku, bizkaia, etc.
  • La dificultad de identificar a través de la trazabilidad la procedencia real de la leche (EH, Navarra, Iparralde).
  • La reivindicación de un producto indispensable, sometido a convertirse en el cebo de la venta en grandes y medias superficies. Por la tanto, sumido en la necesidad de cumplir con los [Enlace roto.] en una economía de libre mercado, disponibilidad (grandes superficies), durabilidad (que me permita almacenarlo en tiempo) y economía (barato).

Pero lo que más hecho en falta es que casi no se habla de calidad.

  • Una leche fresca, no es una leche UHT o en tetrabrik, pero sin embargo es objeto de la polémica, pues es la que más se vende. Así somos de cómodos. La leche fresca es pasterizada
  • Entre las leches pasterizadas, hay grandes diferencias entre las de alta y baja pasterización. Pero cualquiera de ellas son un rotundo fracaso de ventas. Incluso en los dispensadores refrigerados a granel que se posicionaron en puntos estratégicos. Pasada la euforia de su presentación en sociedad, las ventas fueron disminuyendo.
  • Los pequeños productores solo tienen localizaciones concretas para mantener su labor, en los mercados rurales, en fiestas o monográficos. La cruda realidad es que en la selva del mercado neoliberal, la industria alimentaria sufre como la que más y acaba concentrándose en media docena de marcas internacionales que nos proporcionan más de la mitad de lo que consumimos. En EH solo contamos con dos denominaciones de origen reconocidas en la UE. Todos los demás productos cuentan con el Eusko Label y todo el esfuerzo realizado, ímprobo, tiene sobre todo, solo repercusiones en el mercado interior. Tenemos una gastronomía 5 estrellas, pero no vendemos nuestras materias primas para desarrollar esta virtud culinaria.

Al final, como resorte publicitario habrá tenido efecto. Pero debemos abordar el tema en profundidad o nuestros productores primarios desaparecerán.

IAS