https://youtu.be/Hub5GnER0GM
Una cascada de opiniones se nos ha venido encima después del comunicado de la OMS, al respecto de su catalogación de las carnes rojas como probablemente carcinogénicas, o las carnes transformadas como directamente carcinogénicas. Esto es potencialmente susceptibles de favorecer el desarrollo de enfermedades oncológicas o cancerosas.
Me ha venido a la cabeza, el conocido anuncio de Espetec, el fuet de casa Tarradellas. En él , la familia consume en 24 horas, una pieza de fuet. Esta es de 180 grms.La familia está formada por 7 miembros que se devoran en un día, la unidad de carne procesada.Según la OMS, un consumo inferior a 50 grms., estaría alejado de los margenes de riesgo que contemplan en el estudio, y que además representa el consumo medio en Europa.
Al margen de esta valoración, wyominiana, yo preferiría detenerme en el efecto publicitario del producto cárnico procesado industrialmente. Los publicistas nos recrean un ambiente rural saludable, y familiarmente feliz.Acabamos convencidos ,al ver el anuncio, que el fuet es artesano y natural.Casi elaborado en la propia masía.La familia es absolutamente feliz, y el riesgo en ese entorno, de padecer un cáncer de colon, no se asoma en la mirada de ninguno de los satisfechos personajes.Pero la vida no dura 20 segundos.Por tanto, revisemos nuestros hábitos alimenticios, sin traumas y dejemos que nos informen adecuadamente
La obligación de instituciones como la OMS es la de informar y recomendar. Cuando lo hace, es en base a estudios extensos y representativos, interpretados por técnicos o expertos y dirigidos, no a individuos, sino a colectivos o poblaciones en general. Son las desafortunadas interpretaciones de estos comunicados, emitidas por personas que desconocen la materia o implicadas en intereses asociados, las que confunden a la opinión pública.
La obligación de las autoridades sanitarias es la hacer llegar esa información al consumidor.
La obligación de los medios de comunicación es informar y formar, sin alarmismos, aportando opiniones con criterio.
Pero la obligación más relevante será el interés que muestre el consumidor en informarse, formarse y decidir con criterio, a la hora de elegir los alimentos que compra y consume.
IAS