Miércoles 15 de julio de 2015
CASILLAS Y RODRÍGUEZ MARÍN
Se ha ido Iker Casillas al Oporto. Noticia de amplio vuelo con censura incluida. La carta de los padres. Tremenda. Silencio. Y al final, con el riñón cubierto, a parar goles a Portugal. El espectáculo debe continuar. A pesar de los 34 años
“No quiero polémicas-dicen los padres. No me hablo con mi hijo, pero quiero lo mejor para él y que nadie se aproveche de él. Solo que le asesoren bien en su entorno para que no acabe fregando urinarios como ese campeón del mundo alemán (Andres Brehme) o arruinado como Vitor Bala”. Nos da miedo que acabe como un juguete roto. ”El Oporto es un equipo de Segunda B para una persona de la categoría de Iker. Un campeón del mundo no puede acabar en el Oporto. Podría haber acabado donde quisiese y no me habría importado que hubiese sido en el Barca porque son unos señores. Le han mandado a una vaporeta en vez de a una máquina de vapor”…Y así todo.
Me extraña que no hablara su padre y madre del Athletic. Fue concebido en Bilbao donde estaba él de Guardia Civil. Quizás le parezca poco para un portero al que puso un nombre vasco.
Pero esto del fútbol es así. Y España es así. Guardia Civil incluido.
Por eso lo contrapongo con Rodríguez Marín, un senador valenciano de 75 años que tras intervenir presentando el dictamen de la Comisión de incompatibilidades se despidió de los senadores presentes. Un leve aplauso y a casa. Este señor estaba en la fila anterior a la nuestra y siempre que iba a votar nos hacía un comentario. A veces en contra de su partido o felicitándonos por alguna intervención. Y es que estamos en momentos de despedidas. Valencia elegirá a Rita Barberá y a Fabra. Pero como la suya fue tan parca pidió la palabra el senador valenciano Agramunt y volvió a pedir otro aplauso porque Rodríguez Marín ha sido el único diputado constituyente vivo en esta legislatura. Otro aplausito y a casa.
Si a la política se le tratara como al fútbol y al fútbol como a la política, otra gaita nos cantaría.
Y LLEGÓ PODEMOS.
La semana pasada al iniciarse el pleno, el presidente tomó promesa y juramento a los nuevos senadores que están llegando a la Cámara Alta como consecuencia de las últimas elecciones municipales y autonómicas.
Al llegar casi no pude pasar y acceder al hemiciclo. Un sinnúmero de periodistas rodeaban a una persona. Pregunté quien era. ”Es Maribel Mora la primera senadora de Podemos elegida en representación del Parlamento Andaluz”. También habían sido elegidos senadores del PP y del PSOE, pero la noticia era ella. Es la primera. Pero la prensa solo busca lo ruidoso. ¿Qué son las leyes?. Pues si, pero eso no les importa nada.
Cuando el presidente le llamó soltó un largo exordio para terminar diciendo “Si, prometo”. Fue lo contrario de una senadora del PP que bajó con garbo las escaleras y su “Si Juro”, se oyó en Estambul.
Pero Maribel Mora, solitaria en el Grupo Mixto a la espera de otros senadores de Podemos, marcó presencia pero no votó ninguna de las leyes propuestas. Y los periodistas que lo escrutan todo, sobre todo lo anecdótico, le preguntaron que le pasaba y por qué no votaba: ”por coherencia, por sentido común y prudencia”. Dijo que se debía enterar antes de las iniciativas que se estaban tramitando. Efectivamente, eso es sentido común, sobre todo cuando ahora el PP nos está metiendo como por un embudo 47 leyes sin admitir una sola enmienda.
Lo llamativo es la expectación periodística tan superficial.