LOS DIEZ PRIMEROS AÑOS DE ETA

Martes 14 de febrero de 2017

Anagrama ETASe editó hace tiempo un libro «Ideología y estrategia política de ETA. Análisis de su evolución entre 1959 y 1968», y se presentó en Donostia por su autor, Gurutz Jauregui Bereciartu. La obra de este profesor de Derecho Político en la Facultad de Derecho de San Sebastián era fruto de su tesis doctoral, y se basaba fundamentalmente en los textos publicados por ETA a lo largo de los primeros diez años. «La ETA de hoy y el nacionalismo vasco actual no pueden entenderse sin conocer lo que fue ETA en sus primeros diez años», declaró Gurutz Jauregui en una entrevista mantenida con DEIA.

La trascendencia del tema ETA y la escasez de estudios sobre él son las razones que motivaron a Jáuregui a realizar su tesis doctoral sobre la ideología y estrategia política de ETA. «En lo poco que se ha escrito sobre ETA se han utilizado bastantes tópicos — añade—. Todavía es imposible estudiar el tema en toda su complejidad ya que, al ser una organización super-clandestina, es imposible apoyarse en otro tipo de análisis, como de dónde provienen sus militantes, etc.».

«Como primera medida, he recogido y analizado exhaustivamente todo lo que ETA escribió en sus primeros diez años. En un principio pensaba centrarme sólo en el aspecto ideológico, pero una de las conclusiones a que he llegado es que no se parece mucho lo que ETA ha escrito y lo que ha hecho en la práctica. A veces ha dado más prioridad a la actividad práctica que al análisis teórico».

Ideología sabiniana y franquismo

El libro de Jauregui comienza con un análisis sobre el nacionalismo vasco de la preguerra y la realidad de la post­guerra en Euskadi. ETA no puede entenderse sin estos dos aspectos, según el autor. Es más, conclusión definitiva de Jáuregui en cuanto al nacimiento de ETA es que es una consecuencia de la ideología sabiniana y el franquismo.

«Desde que murió Sabino Arana han existido en el nacionalismo vasco dos tendencias muy claras: la intransigente y la moderada. Ambas van a pretender ser las legítimas representantes de la ideología sabiniana. Estas secciones y esta ambigüedad se dan a través de toda la historia».

«Cuando llega el franquismo, una nueva generación de jóvenes, provenientes de familias nacionalistas, empieza a estudiar el nacionalismo. Los jóvenes de EKIN se decantan hacia el nacionalismo intransigente por su desilusión hacia los dirigentes nacionalistas pero, fundamentalmente por la bestialidad del franquismo. El País Vasco se encuentra en una situación muy degradada en todos los aspectos».

No quería independizarse

Según Gurutz Jauregui, el franquismo hizo real y evidente esa idea de ocupación que existía ya en el nacionalismo sabiniano. Una primera fase de ETA se definiría, pues, como de «redescubrimiento y recuperación del nacionalismo sabiniano».

Esta primera etapa que marca Jáuregui en su libro se desarrolla entre 1959 y 1962. Desde el punto de vista ideológico, el autor destaca un rechazo por parte de EKIN hacia dos aspectos claves del nacionalismo sabiniano: la raza y la religión, decantándose por la aconfesionalidad, y la recuperación de la lengua como aspecto fundamental. En el terreno estratégico, Jáuregui analiza en estas fechas la ruptura que se produce con el PNV:

«Pienso que ETA no quería independizarse del PNV pero, como la ruptura era tan grande, se vio obligada a ello. En aquel momento era lanzarse a la aventura el independizarse. En mi opinión, el nuevo grupo se creó con la intención de forzar al PNV a otra práctica, y también ideológicamente, pero con la idea de volver. Las fricciones posteriores fueron muy importantes, y en el 62 ETA se decidió a realizar su I Asamblea».

En su primera asamblea, ETA se encontró, según Jáuregui, con que su base nacionalista no le servía para conectar con el mundo moderno. A partir de entonces, realizó un intento de adecuar la ideología sabiniana a la moderna realidad vasca. El autor señala aquí una segunda etapa, de 1963 a 1965:

«En el aspecto estratégico se le ofrecían a ETA dos caminos: el cercano modelo tercermundista, que basaba su acción en la idea de ocupación, o el partir de la existencia de una clase trabajadora en Euzkadi, es decir, un nacionalismo de corte europeo que no va hacia la independencia de los países. Se decantaron hacia el tercermundismo, siendo clave en esta etapa el libro “Vasconia” de Krutwig, que apuntaló y dio cierta coherencia a la ideología de ETA». Gurutz Jáuregui afirma que en toda la historia de ETA ha sido clave el intento de establecer una estrategia tercermundista en un país desarrollado.

Asentamiento en 1968

A partir de 1964 y con ello Jáuregui marca una tercera etapa. «ETA está en situación oportuna de poder lanzarse a la actividad política. Existe entonces un gran ‘boom” nacionalista en Euzkadi. Pero las contradicciones existentes dentro de la organización saltan a la pales­tra. Surgen tres tendencias, a cuyo análisis dedico 200 páginas: los que se convertirán en Branka y ETA-Berri, y el de la V Asamblea, que asumirá las tesis independentistas»

Jauregui termina su trabajo en 1968, porque «es difícil hacer un análisis científico de algo todavía vivo». Opinaba además que en esta fecha termina el asentamiento de las tesis tercermundistas y colonialistas, y la época en que ETA se va preparando a desarrollar una actividad política:

«A partir de entonces, ETA ha dado más importancia toda­vía a los problemas estratégico-políticos, dándose una continuación en problemas del mismo tipo: cómo conectar su lucha con la del resto del pueblo, el predominio de la rama militar sobre las otras ramas, etc. Creo que en las dos ramas de ETA han subsistido los problemas de estos diez años, aunque con muchas variantes entre ambos».

«En el aspecto ideológico, la mayor aportación por parte de ciertos sectores ha sido, a mi entender, el darse cuenta de que la relación de Euzkadi con el Estado español no puede asimilarse a una mera, ocupación, sino a factores más complejos. La idea de ocupación se rompe desde el momento en que algunas ramas empezaron a adoptar el marxismo como método de análisis de otros factores que intervenían en esta relación: las clases sociales, la revolución industrial, etc.”

No estaría mal que anunciado por ETA su cese definitivo Jauregui hiciera un análisis de todas las ETAS.

 

Un comentario en «LOS DIEZ PRIMEROS AÑOS DE ETA»

  1. buuufff, vaya blulf.
    Ni puñetera idea.
    Señor Anasagasti, hable de su libro sobre la monarquia española, esas cosas que no se atreve a publicar o las que han censurado.

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