Un bonito y muy interesante libro

Martes 5 de junio de 2018

Josu Erkoreka e Iñaki Anasagasti presentarán la edición en castellano de su libro “José Luis de la Lombana. Un patriota vasco en Nueva York”

El 7 de junio, jueves, en Sabino Arana Fundazioa, a las 19:30 horas.

El portavoz del Gobierno Vasco y Consejero de Gobernanza Pública y Autogobierno, Josu Erkoreka, y el parlamentario Iñaki Anasagasti, presentarán el próximo jueves, 7 de junio, a partir de las 19:30 horas, en Sabino Arana Fundazioa, la edición en castellano de su libro “José Luis de la Lombana. Un patriota vasco en Nueva York”· En el acto también intervendrá el editor de la publicación, además de doctor en Historia y director del Centro de Estudios Vascos de la Universidad de Nevada (Reno), Xabier Irujo.

“Un patriota vasco en Nueva York” recoge la increíble trayectoria de José Luis de la Lombana, un joven patriota y activista del Partido Nacionalista Vasco, nacido en Vitoria-Gasteiz en el seno de una familia cuyo padre era militar, que durante los años de la Guerra Civil y la dictadura realizó una gran labor antifranquista reclamando la paz para Europa y las libertades para Euskadi.

Anasagasti y Erkoreka, autores de varias monografías sobre la historia contemporánea de Euskadi y del Gobierno vasco, con la colaboración de Xabier Irujo detallan en el libro la trayectoria vital de Lombana, desde su educación en Madrid, la resistencia al golpe militar que llevó a la Guerra Civil de 1936 y su encarcelación en Vitoria, su huida a Francia, el activismo en Barcelona –donde trabajó como editor del diario nacionalista Euzkadi– apoyando al Gobierno vasco en el exilio, y, finalmente, su exilio.

II Congreso Mundial de Juventudes por la Paz

José Luis de la Lombana y Foncea fue uno de los delegados del PNV en el II Congreso Mundial de Juventudes por la Paz, celebrado en Nueva York en 1938, en plena Guerra Civil, hace ahora ochenta años. Durante su período de activismo en Estados Unidos, Lombana realizó innumerables observaciones sobre la sociedad estadounidense y los vascos norteamericanos estableciendo puentes entre distintas agrupaciones norteamericanas y los vascos. Todo ello en el marco de un complejo y tumultuoso período tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo.

En Nueva York, Lombana se encontró con una sociedad que no estaba tan desinformada sobre la contienda y los vascos. Los neoyorkinos habían seguido a través de la prensa los avatares de la guerra y habían llegado a formarse un criterio bastante claro en torno a la realidad vasca. Pero en la fotografía de situación que Lombana esbozó tras el viaje predomina un toque pesimista. A su juicio era poco lo que se podía hacer desde América. Muy poco. Tanto geográfica como intelectualmente, los EE.UU. se sentían lejos de Europa y de sus problemas sociales, culturales y políticos. Y, por lo tanto, muy poco se podía hacer desde allí para salvar a la República y a Euskadi.

En el libro se analizan también los primeros años de la delegación del Gobierno vasco en Nueva York, tres años antes de la llegada del lehendakari Agirre escapando de los nazis en la Segunda Guerra Mundial. También se relatan los esfuerzos para apoyar al Gobierno vasco en Francia y en Estados Unidos y el tema de la propaganda tanto a favor del nacionalismo vasco como de los sublevados. También aparece la creación de la Junta Extraterritorial del PNV en Nueva York. En conjunto, a través de la historia de este jelkide, que al finalizar la Guerra Civil se exilió en Colombia donde prosiguió colaborando por las libertades vascas.

Erkoreka y Anasagasti basan buena parte de su relato en un informe inédito escrito por el propio Lombana durante su estancia en los Estados Unidos.

Un comentario en «Un bonito y muy interesante libro»

  1. New York, no es precisamente la foto más real de Estados Unidos.

    USA es muy grande y diversa y lo más significativo es que ha sido creada por minorías europeas, en su mayoría de origen británico, aunque por contra, a ellos son republicanos y conducen por la derecha.

    Todas las minorías europeas que lo conforman, se siente libres, a la vez que identificados y empáticos, tras una bandera de barras y estrellas a la que adoran, y no lejos de New York city están los germánicos Amish de Pennsylvania que viven con sus tradiciones ancestrales que en Europa, y aun menos en la Snob España, sería apedreados y defenestrados por ser «aldeanos retrasados».

    Los Americanos del norte, Canadá incluida, ven las aun existente monarquías europeas como lo más afectado, arcaico, decadente y de imperial arrogancia, que descompone la unidad identitaria de sentirse europeo, tras una Europa Unida, con una bandera que aunque existe, solo es un trapo decorativo del marketing oficial sin ninguna empatía de arraigo, dada la desconfianza entre los estados, enfrentados tras siglos de historia guerrera de linajes y culturales.

    En Washington city, hace 2 años festejaron públicamente la cultura vasca, algo que en la capital europea de Bruselas sería inconcebible o que se estudie el euskera en centros como Boise State University del estado de Idaho, en el corazón de USA.

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