El profesor Scheifler habla claro

Miércoles 11 de diciembre de 2019

El próximo julio, José Ramón Scheifler (Bilbao, 1920) cumplirá cien años. Una larga e intensa vida entregada a Dios, la docencia y el pensamiento. Y a Euzkadi.

Enrique Santaré le hizo una muy buena entrevista el sábado en este periódico Deia. Una de esas entrevistas que rompe el molde aburrido de las que se publican continuamente con políticos que nadan y guardan la ropa, que ya sabes lo que te van a decir o que no aportan absolutamente nada a la información pero como están en el candelero hay que sacarlos y gastar dos páginas en insustancialidades. Me gustaría que Deia hiciera una encuesta sobre muchas de las entrevistas que se publican del tenor descrito.

La de Scheifler rompía ese molde. Era original y propia de una persona que como decía Neruda “confiesa que ha vivido”.Scheifler ha sido para Deia su columna vertebral editorial durante décadas, el que más artículos ha escrito en este periódico y de los únicos que hablaba de religión, valores, experiencias en Guatemala y otros lugares, historias de los vascos y cosas propias de un jesuita que sabe mucho por viejo y por diablo, cariñosamente hablando. Su último artículo sobre Xabier Arzalluz contando que estando en su despacho le pidió confesión es de esos trabajos para guardar.

Y como hay muchos que no han leído lo dicho por Scheifler, una personalidad que le sacaba de quicio a Mario Onandía un hombre que desde sus complejos le atacaba en la tribuna del Parlamento Vasco, entresaco alguna de las respuestas del interesante trabajo.

Usted conoció al lehendakari Aguirre y conoce al lehendakari Urkullu. ¿Qué diferencias y similitudes percibe, más allá de la distinta época en la que han ejercido?

Conocer a las personas es siempre difícil. Entrevisté, visité, muchas veces en el destierro, a José Antonio Aguirre. Siempre salí más animado, porque su carisma se te pegaba como el perfume de las personas de bien. Reconozco que tenía carisma, pero la realidad es tozuda y acaba imponiéndose. Era realmente simpático y de pensamiento y expresión muy claros. Era muy fácil conversar con él; aún a mí, tímido por naturaleza e ignorante total de la política. Debió de ser una de las primeras veces, si no la primera. Me presenté como “jesuita”, sabiendo que había sido él alumno de Orduña. “Entre los jesuitas -me contestó-, tengo alguno de mis mejores amigos y de mis peores enemigos”.

“Muy propio”, le respondí. “Aquí tiene un amigo”. Y se nos fue el tiempo sin sentirlo. A pesar de lo dicho, no puedo afirmar que conocí a José Antonio Aguirre, aunque le traté personalmente en ocasiones. A Urkullu creo que ni siquiera le he saludado, mano a mano. No hemos cruzado una palabra, que recuerde. Por supuesto, sigo con atención sus palabras y medidas al frente del Gobierno vasco, y estoy agradecido a su labor muy positiva, a mi juicio, pero no tengo relación alguna personal con él. No soy una persona pública.

¿En qué ha cambiado el nacionalismo vasco? ¿Cómo ve su capacidad de integración y de influencia incluso en el Estado?

El nacionalismo vasco, en sí, no ha cambiado. Ha pasado de no ser más que un ideal para algunos o muchos, a ser de hecho un Gobierno vasco autónomo, con más o menos competencias, pero siempre aumentándolas. De 1931 o 1936 a hoy es casi como de la noche al día. Hoy tenemos unas instituciones propias que abarcan toda nuestra existencia, del nacimiento hasta la tumba. Su capacidad de integración es un hecho día a día; de un grupito de idealistas a una mayoría de la población vasca. Su influencia en el Estado depende del número de diputados nacionalistas vascos que obtenga en las elecciones. La tendencia es, por ahora, a más.

¿Cree que hemos derrotado a ETA o que sólo ha cambiado tácticamente su modo de lucha?

Pienso que ETA ha sido derrotada una vez que la policía francesa dejó de hacer la vista gorda y tomó cartas en el asunto; ahí se acabó todo. El terrorismo está llamado al fracaso a plazo largo. Los medios policiales han mejorado mucho.

Con el Papa Francisco, la Iglesia parece haber iniciado una época de cambios. ¿Cómo lo ve?

Puedo no estar bien informado, pero no tengo noticia de ningún cambio que se haya dado con este Papa.

2 comentarios en «El profesor Scheifler habla claro»

  1. …A sus 99 años, ¿qué le gustaría aún ver en lo personal, en la Iglesia y en el pueblo vasco?

    -Más conciencia de la transcendencia y, por tanto de la fe. Y para el Pueblo Vasco la independencia, con buena relación con todos los demás países en todos los aspectos…..

    Por glosar una parte para mí mas que elocuente también Iñaki. ¿Hay mejor exponente del JEL?

    Agur bero bat!!!

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