Miércoles 25 de diciembre de 2024
Recibí ayer una llamada de Gorka Landaburu ”Iñaki!. Por fin devuelven la delegación de Marceau!. Voy a comprar una botella de Marqués de Riscal que es la que le gustaba a mi aita para celebrar las grandes ocasiones!”. Javier de Landaburu fue un hombre clave en la recuperación de la Delegación tras la liberación de Paris en 1944.
No es para menos. Fue la mejor noticia del año porque nos pareció siempre un imposible, con lo que se demuestra que en Madrid no hace falta tener razón sino que te la den y eso ocurre solo cuando te necesitan y tu aprietas mucho.
Siempre nos sacaban a colación que era una propiedad del estado adscrita a la embajada española en Paris y por tanto intocable. Allí funciona el Instituto Cervantes que visitó con gran boato Felipe VI y eso que le advertimos que iba a visitar una propiedad robada por la Gestapo y la Policía española.
Podríamos contar decenas de negociaciones, presiones, iniciativas al respecto, todas fallidas y hasta acciones exóticas como la que hicimos un 14 de junio de 2005 estando allí en una Feria aérea internacional. Seis tipos con traje y corbata, en el centro de París, delante de un bello edificio de 1883, declarado de interés cultural, entonaban una rara melodía. Por lo menos eso se lo pareció a los distintos parisinos que acostumbrados a presenciar espectáculos insólitos en su ciudad, no entendían cómo aquellos extraterrestres cantaran bajo el sol del mediodía y no pusieran un platillo para que los viandantes echaran sus monedas.
Sin embargo, cualquier vasco no sectario que hubiera pasado por allí se hubiera dado cuenta que entonaban el himno nacional vasco ‘‘Gora ta Gora’’. Lo raro es que lo hicieron bajo una bandera española que ondeaba en el centro del balcón de un palacete que decía Instituto Cervantes, estaba en el número 11 de Av. Marceau, cerca del Arco del Triunfo y de los Campos Elíseos. Aquellos seis parlamentarios decían que aquel edificio fue adquirido por gentes del PNV, al frente de las cuales estaba Marino Gamboa y Patxo Belausteguigoitia. ¿Y por qué entonaban emocionados el ‘‘Gora ta Gora’’?
Solamente querían hacer justicia a una generación que en 1951, con los ojos llenos de lágrimas, se despedían de su edificio cantando religiosamente el himno vasco. Era lo único que podían hacer. Una decisión ignominiosa le quitaba al Lehendakari Aguirre su centro de acción política al inicio de una década, los cincuenta, en la que los aliados decidieron apostar por Franco y su dictadura mientras bajaban una espesa cortina a todo lo que había significado una heroica y consecuente lucha.
A José Antonio Aguirre los franceses le habían ofrecido otro edificio pero había contestado que no. Y había hecho algo más. Había llamado a los vascos de Venezuela que en una semana le habían atendido y enviado la cantidad suficiente para comprar un chalecito en la Rue Singer, en el distrito XVI. A partir de ese día se iniciaba una reivindicación.
El Lehendakari, en la puerta, dijo: «Sr. Comisario: permítame hacer una declaración como Presidente del gobierno vasco en el exilio y como ocupante ‘‘de facto’’ de una parte del inmueble, que la Liga Internacional de Amigos de los Vascos me facilitó. Salimos de este edificio expulsados por la fuerza pública, en ejecución de una sentencia que califica al Gobierno vasco de ‘‘ladrón’’, sentencia obtenida durante la ocupación alemana bajo la protección del enemigo. Yo protesto contra esta violencia y declaro que nuestro honor, nuestra buena conducta y nuestra tradición merecían un tratamiento muy distinto. Nuestra sangre ha sido derramada junto a la vuestra en la lucha contra el enemigo común, y ahora se nos expulsa de esta casa para entregarla en manos de los que durante toda la guerra pasada fueron aliados de nuestros y vuestros adversarios del Eje.
Protesto en nombre de nuestro pueblo, al que ésta decisión causa el más profundo dolor sufrido en el exilio, sobre todo porque dicha decisión ha sido adoptada por los amigos con los que hemos compartido dolores y sacrificios comunes por la causa de la Libertad y de la Democracia, causa a la que permanecemos inalterablemente fieles».
La decisión la tomó François Mitterrand, ministro del Interior.
El secretario general de la Liga Internacional de Amigos de los Vascos, el senador francés Ernest Pezet, había elevado la voz diciendo: «Quiero declarar que la Liga va a ser expulsada contra todo derecho real y que sólo cedemos ante la fuerza pública. Pero este triste asunto, en el que el Gobierno francés juega un papel tan indecoroso, no ha concluido todavía. En primer término, la justicia, aunque su curso haya quedado interrumpido, sigue su procedimiento. (Hay dos recursos de apelación entablados por la Sociedad ‘‘Finances et Entreprises’’ propietaria legítima del edificio y por la Liga de Amigos de los Vascos). Y además, la cuestión, tendrá prolongaciones y repercusiones en otras esferas. Es posible que en el futuro los responsables de esta medida lamenten haber cedido ante una pretendida razón de Estado, que trata de justificarse por la preocupación de evitar a nuestras instituciones francesas las consecuencias de las amenazas del Gobierno español».
Y el Senador Pezet concluyó diciendo: «Cumplo así mi deber con nuestra Liga, y en la medida de mi poder, quiero, de cara a nuestro país, salvar el honor ante nuestros queridos amigos vascos, que tanto han hecho, en la paz y en la guerra, como resistentes activos o bajo nuestras banderas, y que tan mala recompensa reciben…».
Pero aquello no hizo mella. Tampoco le hicieron caso a la Liga de los Derechos del Hombre que emitió la siguiente declaración:
«El Comité Directivo de la Liga de los Derechos del Hombre no puede dejar pasar sin protesta la violencia de que indignamente se ha hecho objeto a los vascos en el exilio… Por el honor de Francia, la Liga de los Derechos del Hombre lo lamenta.
La Liga deplora que a los seis años de la Liberación, el espíritu de la Resistencia se halle olvidado hasta el punto de que el gobierno de la cuarta República, cediendo a la presión del dictador prohitleriano, reanude contra sus víctimas las persecuciones petanistas».
Bueno, es lo que nos van a devolver 73 años después. Solo decir que en aquella visita pudimos ver todo el interior enseñado por su entonces Director y que ETB, con Vanesa Sánchez al frente nos hizo un bonito reportaje.
Egun berri on !!! Qué bueno lo de Gorka Landaburu, que ilusión hace poder brindar con los nuestros cualquier logro por pequeño que sea. Este, por todo lo que se ha luchado y por lo que representa hace especial ilusión. Nos toca esperar, como siempre, pero hay que recuperar tiempos, momentos, nuestra historia, y el reloj. Hay que verlo. Agur.
Zorionak Iñaki, especialmente a tí
Un ejemplo para los excluyentes .
Gorka es hijo de Javier landaburu dirigente nacionalista como lo indica Anasagasti .
Pues gorka buen periodista, resistente al franquismo y al terrorismo de ETA, esta ( como algún otro hermano) más cerca del socialismo que al nacionalismo y tambien celebra la recuperación del edificio emblemático de la resistencia vasca y creo que no solo ( y es motivo importante) por ser hijo de Javier landaburu.
Próxima visita a paris visita obligada a la avenida marceau .
¿Y Jon Juaristy no hizo nada para su devolución cuando fue director del Centro Cervantes?, ¿no recordaba acaso que ese edificio fue robado por los nazis invasores de Francia y que luego estos mismos se dedicaron a tratar de eliminar a los judíos de la faz de la tierra?, ya…, que agua pasada no corre molino y todo eso, ¿no?.
Hasta 2030. Largo me lo fiáis pero la caravana avanza y seguimos cabalgando, aunque Cervantes se resista
Me parece muy correcto que se devuelvan estos bienes a sus legítimos propietarios. Del mismo modo que en el pasado se reintegraron bienes decomisados durante la guerra y la dictadura para uso de las autoridades del nuevo Estado franquista, verbigracia, el batzoki de Portugalete y tantos otros que fueron devueltos a partidos, sindicatos y particulares. La Ley de la Memoria Democrática dicta que deben devolverse los bienes aún atesorados ilegítimamente por instituciones, y por ello hace no mucho la alcaldesa de Burgos en persona devolvió cuadros a la familia De la Sota. Cosa que, por cierto, honra a la señora alcaldesa de Burgos y al PP de esta ciudad, a quienes Vox está poniendo últimamente en serios aprietos para gobernar. Y me parecería muy bien que se retornasen a esta familia, si es de justicia, los edificios que hoy acogen a la capitanía marítima de Bilbao y la comandacia de marina de la misma ciudad. Con la idea de que el Estado mantenga su posición en el centro de Bilbao. Dicho lo cual, me parece magnífica la labor que hace el Instituto Cervantes de París, donde se enseña euskera en el corazón de la capital de la jacobina Francia, y me parece que la bandera en la fachada de ese edificio no supone un deshonor, en absoluto, para nadie. Desconozco ahora si la propiedad del edificio será para el PNV (perdón por la ignorancia), pero si es así desearía que el partido cediera tan privilegiada posesión al Gobierno vasco, para tener en ella su sede. Y añado que estaría bien acompañar el uso público con un uso privado, de tal modo que se enjugue el caro mantenimiento de tal bien en un lugar tan privilegiado de tan cara ciudad. Igual propuse para el edificio de Santander que acogió al Gobierno vasco en su huida en el verano de 1937, aunque Santander no es París para abrir negocios, claro. Y por lo demás, leo que el Instituto Cervantes continuará en el mismo emplazamiento hasta el año 2030 en régimen de alquiler, lo cual me parece muy bien, también, a la espera de una nueva sede para esta institución en la capital francesa.
Un recuerdo agradecido a los vascos que aportaron sus fondos para poder comprarlo, a quienes defendieron la causa vasca desde su interior y a quienes han luchado y perseverado por intentar recuperarlo. La pelea ha sido larga, pero ha valido la pena, finalmente.
Parece que hasta enero de 2031 no se recupera el edificio por el PNV, pero el Instituto Cervantes tendrá que abonar, hasta entonces, el precio de mercado por su uso, que, estando donde está, será una bonita cifra.
Pues si ¡Por fin !, ¡Ya era hora!.
Todo llega y el tiempo pone a cada uno en su sitio y tambien se hace justicia.
Aunque para ello haya que apretar mas tuercas y hacerse necesario para otros intereses.
Casi nada es imposible en esta vida, solo hay que ser tenazmente insistentes salvando la redundancia.
Solo cuando se esta en posesion de la verdad y de la razon se logran objetivos.
Aquellos seis parlamentarios vascos que fueron el 13 de junio de 2005 a Paris y entonaron aquel » Gora ta gora beti » entre los que se encontraba el cercano, implicado y empatico Josu Erkoreka dejaron patente la reivindicacion y la lucha por la libertad, la democracia y el antifascismo que aquella sede del Gobierno Vasco, comprada con donativos de vascos exiliados, significaba para Euskadi.
La traicion de los que en su dia se consideraron fieles aliados y defensores de aquel objetivo comun, fue una puñalada trapera que no debemos olvidar.
Al Gobierno Vasco se le tildo de ladron, de usurpar algo ilicito, cuando realmente fue todo lo contrario.
Los » chorizos » fueron los nazis con su Gestapo y la Policia Española.
Pero esa es una manera muy sibilina de dar la vuelta a la historia y convertir la verdad en mentira.
Y es que de todos es sabido que la mentira cuanto mas se repite mas cerca puede llegar a estar de la verdad, pero para eso existe la paciencia, la prudencia y la perseverancia.
Tiene que haber una gran constante en determinadas ecuaciones de la vida.
Hay que ser «Gota Malaya».
Solo se puede decir: Zorionak a aquellos que no en cejado en trabajar, en exigir, en pedir la devolucion del histórico edificio para nosotros. Y recordar con orgullo a aquel Gobierno del Lehendakari Agirre, nuestro primer Gobierno Vasco. Esta Navidad ha llegado para nosotros una estupenda noticia.
(PP y PSOE utilizan a la Corona Española para sus intereses políticos).
(El PNV rechaza la inviolabilidad del Rey Felipe VI).
(Para el PNV el Rey Felipe VI debe jurar los Fueros Vascos en la Casa de Juntas de Gernika).
(EAJk ez du zalantzan jartzen Espainiar Errege Etxea).
La voluntad del Gobierno Español ha sido la de retornar a su legítimo dueño PNV/Gobierno Vasco el palacete de la Av. Marceau.
Euskal abertzaleen aldarrikapen justua zen.
Respeto al Gobierno Francés, estuvo a favor del régimen terrorista de Franco. Francia fue implacable con el Lehendakari Agirre y sumisa con el dictador sanguinario Hitler.
«EAJk Euskal Nazioan eta Espainiar Erresuman segurtasuna, demokrazia, askatasuna, ordena beti defendatuko du».
«Gora EAJ!». «Aurrera EAJ!». «EAJ herria zurekin!».