El marketing navideño de la Zarzuela que pagamos todos

“El Futuro de la Familia Real» es el título que le daba el muy monárquico El País a la colección de tres fotografías navideñas, solo de críos, ilustrado con este pie:

El futuro de la Familia Real

 

“La Casa del Rey colgó en su página web las felicitaciones navideñas de la Familia Real, todas ellas desprovistas de motivos religiosos, excepto la de la Infanta Elena, que aparece con sus hijos en la Plaza del Obradoiro después de haber realizado un tramo del Camino de Santiago. Los Príncipes de Asturias y los Duques de Palma han escogido las fotografías de sus hijos que pueden verse sobre estas líneas”.

Es claro lo que se pretende. Que se sepa que ahora que está enfermo el rey, le toca pronto a Felipe, pero que hay saga para rato. Y que la monarquía española no es una institución caduca sino que tiene ocho cachorros esperando su turno. Y todos unos críos, graciosos y guapos. Eso sí. La felicitación viene en castellano, inglés y francés. EI euskera, el catalán y el gallego, en un estado cooficial y hechas las tarjetas con dinero público, no existen. No me digan que esto, a pequeña escala, no es como la chulería de los controladores. “Somos la familia del poder nos puso ahí Franco, y hacemos lo que nos da la gana”. Y encima el abuelo nos dará el turre el día 24 y ETB lo transmitirá. ¡Y que Viva España!.

Vuelve a casa por Navidad

A raíz de la huelga de controladores me comentaba un colaborador gallego que tenemos en el Grupo parlamentario de Madrid que él, hace 22 años quiso ser controlador aéreo y al enterarse, por el amigo de uno de ellos, que se habían abierto las inscripciones para optar a las oposiciones fue a la ventanilla correspondiente. Allí una señora le preguntó cómo se había enterado de aquella convocatoria ya que ésta se encontraba en el tablón interno de las dependencias del personal. Le dijo que a través de un amigo y la señora le disuadió de presentarse. “Esto es para los allegados y por eso solo se cumple con el requisito del tablón pero para que lo vean los que trabajan aquí”. Y se quedó nuestro gallego con un palmo de narices. Endogamia y corporativismo en estado puro. Eso fue lo que acabó la ley aprobada  en febrero, entre otras cosas, junto al reordenamiento de las abusivas horas extras y  es lo que los controladores no han asimilado, y por eso hicieron su huelga salvaje e inhumana y absolutamente estúpida.

Las dudas del PP de no querer aumentar el período de alarma, no le vienen mal al PSOE porque el ciudadano no entra en sutilezas de si echar mano a lo excepcional es bueno o no, con toda la gravedad que esto supone para el buen funcionamiento democrático de un estado. El ciudadano lo que quiere es viajar y que no le molesten unos señores que ganan al mes lo que el presidente del gobierno en un año a cuenta de sus manejos y de un supuesto  estrés  así como de  de su corporativismo y la dejación que diferentes gobiernos han ido concediendo a este cuerpo de élite que por tirar demasiado de la cuerda se les ha roto en las manos.

En la comparecencia parlamentaria del martes el portavoz de CIU, Pere Macías, le decía al ministro Blanco: “Oiga, ustedes también tienen responsabilidad en ésto y yo que soy su creyente, en misa cada domingo suelo pedir que el más allá sea como AENA, y tener un sueldo como el de Magdalena Álvarez, la ministra socialista de Fomento que salió del ministerio y está de  vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones  ganando prácticamente  como un controlador aéreo”.

Mientras el PSOE da imagen de autoridad, no se habla de la crisis económica y los ciudadanos saben que van a poder programar sus vacaciones sin que unos señoritos emborrachados de prepotencia les hagan la vida imposible. Y eso computa.

José Ramón Beloki le dijo al ministro que todos los ministros de Fomento deberían ser castigados contra la pared  y obligarles a leer 150 veces el convenio  colectivo que los controladores  aéreos firmaron en 1989.

De momento solo sabemos  que en estas Navidades se puede volar si el tiempo y el volcán no lo impide. A partir de enero todo está abierto y todo será posible. Hasta una nueva bronca.

El nuevo chivo expiatorio español

No es el perro en el Madrid político el mejor amigo del hombre sino el chivo expiatorio. Y estamos ante uno que crece y mueve la cola.

Leí hace unas semanas el reportaje que Joaquín Barbavío les hacía a cuatro señorones que habían sido ministros del general Franco. El periodista los había convocado en una suite del hotel Ritz de Madrid a 48 horas de un aniversario más del fallecimiento del dictador. Tienen mucha edad y están retirados de la cosa pública, pero siguen la política y opinan sobre ella. Se trata de Licinio de la Fuente, José María López de Letona, José Luís Villar Palasí, Alberto Monreal y Fernando de Liñán.

El entrevistador hacía hincapié en que los cinco exministros no hablan de política, pero Licinio de la Fuente planteó la cuestión de las autonomías. Recordó que en su época de diputado luchó incansable por otra redacción del título VIII de la Constitución. Achacó muchos de los males de hoy a la cesión de poderes a las autonomías. Todos estaban de acuerdo en que el coste de las autonomías supone un lastre político y económico difícilmente superable si no se reordena su funcionamiento.

Entiendo la argumentación. En el caso de Licinio de la Fuente un día me lo presentó José Bono en uno de estos constantes desayunos madrileños. “Don Licinio es de un pueblo de Toledo que se llama Noé y cuando Franco lo hizo ministro metió a medio pueblo a trabajar en las oficinas y al Ministerio lo llamaban El Arca de Noé”. “Es que entonces había mucha miseria” contestó el exministro. Y se quedó tan fresco.

Otro periódico de Madrid regala cada viernes una película. La semana pasada tocaba “Los autonómicos”. Aniceto es un alcalde de un pueblo de Madrid que quiere que su municipio se convierta en una Comunidad Autónoma y a esto se le opone el senador Calandre, lo que desata una guerra. Ni que decir que se trata de una parodia del estado de las Autonomías.

Por su parte el ex ministro de Defensa Eduardo Serra, presidente de la Fundación Everis, le acaba de entregar al rey un informe en el que cien expertos y empresarios plantean una regeneración económica, social y política donde se habla de la inseguridad jurídica que produce el actual modelo de estado y la organización administrativa. Preguntado sobre ello, contestó: “La mayor parte opina que el actual modelo de Estado no es sostenible. Hay determinados elementos que no pueden continuar: Por ejemplo, la inseguridad jurídica que dan 17 parlamentos legislando diarreicamente. La rotura de la unidad de mercado y la falta de seguridad jurídica van en contra de la prosperidad y del fin de la crisis”.

Finalmente reseñar también como Rajoy acaba de denunciar que “las patologías autonómicas lastran la recuperación” y Emilio Botín ha lamentado “la superposición de competencias y regulaciones”.

Traería más testimonios pero la importancia de lo expuesto nos ilustra cómo el hecho autonómico se ha convertido en el chivo expiatorio de la nueva situación.

Ante semejante ofensiva conviene recordar tan solo, dos cosas. En 1978 no había en el Estado español más demanda de autogobierno que la vasca y la catalana e insinuada, la gallega. El café para todos fue una estrategia que quiso diluirnos en la achicoria para todos. Treinta años después son los que apostaron por algo tan absurdo como una autonomía para Madrid y Murcia los que se llevan las manos a la cabeza. Y, en segundo lugar, hay que destacar como a Madrid están empeñados en convertirla en el centro neurálgico no solo administrativo, sino económico, financiero, turístico, mediático y en la quintaesencia de lo español y, ante eso, lógicamente el estado autonómico sobra. A las ciudades estado, les molesta la competencia. Madrid es hoy España. Su España.

Euzkadi es una nación sin estado. La Constitución española habla de “nacionalidades y regiones” sin decir qué es una nacionalidad ni que es una región en un estado en el que conviven distintas nacionalidades que no puede organizarse sobre el principio de unidad nacional, exclusiva y excluyente.

“¿No es un poco exagerado lo que dices?”, me preguntaba un dirigente socialista. “No creo -le contesté- y te voy a poner dos ejemplos de ésta semana sin meternos en lo económico. Mira, presentamos una iniciativa instando al gobierno a reconocer a Kosovo ya que 24, de los 27 estados de la Unión Europea, lo han hecho. Nos dijeron que no y que su postura no tenía nada que ver con las demandas de autogobierno de Euzkadi y Catalunya. Y ahí tienes los papeles de Wikyleaks diciendo lo contrario. Y otro ejemplo. En una semana han muerto Xabier Lete y Enrique Morente. Los dos máximos referentes en su ámbito. Lete solo fue noticia y muy destacada, en Euzkadi. Con Morente abrieron informativos, editoriales, páginas y páginas, un resumen en TV-2 y un reportaje en Informe Semanal. Lete no era cultura española. Morente, sí”.

Fríos muy gélidos nos bajan de la sierra de Guadarrama. Treinta y dos años de Constitución no han servido para hacer de la piel de toro un estado plurinacional ni plurilingüe. De ahí que cada vez se admita menos nuestro protagonismo político en Madrid actuando como bisagra ante la ausencia de un verdadero centro político español. De ahí nuestra gran prevención ante una nueva mayoría absoluta del PP. La de Aznar nos dejó vacunados para tres generaciones. Y es que sabemos por experiencia como acaban siempre los chivos expiatorios, el nuevo animalito de compañía madrileña en estas navidades.