Ferrovial nació bajo la Dictadura y el Euskera fue perseguido con saña

Viernes 3 de marzo de 2023

La fuerza de la televisión es terrible. Lo que no se ve, no existe y lo que se ve, parece es lo único que interesa. Y me refiero a dos noticias que nos apabullan y se nos meten en casa sin contextualizarlas.

De la decisión de Rafael del Pino de trasladar su sede a los Países Bajos, se ha hecho un mundo. No se hizo cuando la aspiradora valenciana y madrileña se llevaron infinidad de empresas catalanas tras el Procés. Aquí en Euzkadi Iñigo Oriol amenazó llevar la sede de Iberdrola fuera de Bizkaia si prosperaba el plan Ibarretxe y el BBV se fue tras la operación Rato-Francisco González. Aquí solo está su sede fiscal y los vacíos edificios. Nadie se rasgó vestidura alguna. Y Emilio Ibarra pagó su torpeza y enjuagues con el vacío de Neguri.

Por eso es bueno recordar que Ferrovial nació en pleno franquismo en 1952. El segundo apellido de Rafael del Pino es Calvo Sotelo, sobrino de D. Leopoldo y familiar del protomártir de la Cruzada. Ferrovial es una hija de las prebendas y forma de actuar de una dictadura que castigaba al disidente, premiaba al amigo franquista entregado y mayordomo. Rafael del Pino el tercer hombre más rico de España. ¿Por qué no recordar estos datos?.

Lo que está ocurriendo con el euskera nada tiene que ver con el espíritu de acuerdo con lo que nos dicen se acordó  la Constitución española de 1978 que acuerda  lo que acuerda, no porque si, sino porque el euskera, el catalán y el gallego habían sido especialmente perseguidos e incluso tratados de borrar del mapa. De ahí  que se diga que “la riqueza de las distintas modalidades lingüísticas es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección”. ¿Especial respeto y protección lo que está ocurriendo con los ciertos jueces?.

¿Por qué se redactó así?. Pues porque el estado había sido un estado gobernado por genocidas que habían trabajado obsesivamente por eliminar todo lo que no fuera el castellano. Hasta de las tumbas.

¡Que ahora se olvide de dónde venimos, clama al cielo!

¿Dónde queda que  las lenguas cooficiales tengan especial protección?.

¿Cruzada de la Justicia del País Vasco contra el euskera?

Jueves 2 de marzo de 2023

La aplicación por el Gobierno central del recurso sistemático ante el Tribunal Constitucional, basándose en el artículo 161.2 de la vigente Constitución que señala que “ el Ejecutivo central podrá impugnar ante el Tribunal Constitucional las disposiciones y resoluciones adoptadas por los órganos de las CCAA”, ha supuesto “de facto” el vaciar de contenido las competencias legislativas de la Cámara foral vasca.

Dichas medidas constrictivas estarían convirtiendo a Euskadi en un autogobierno devaluado, enconsertado y sometido a los dictados del Gobierno Central o Tribunal Constitucional de turno y de lo que sería paradigma las últimas decisiones del TSJPV.

Así, el citado Tribunal ha anulado la imposición del conocimiento del euskera para los 26 trabajadores encargados de prestar «servicios culturales de proximidad» por una empresa contratada por el Ayuntamiento de Barakaldo así como el requisito del perfil lingüístico de la convocatoria pública de la Policía Local de Irun al considerar que el conocimiento obligatorio del euskera es un requisito «discriminatorio».

Dichas decisiones han sido denunciadas por el Observatorio de Derechos Lingüísticos, Behatokia, y Kontseilua como «decisiones políticas» y tendrían como objetivo impedir el desarrollo del modelo uniformista aplicado en el País Vasco con la Ley 10/1982 Básica del Euskera para lograr “una euskaldunización dirigida de todo el territorio».

En consecuencia, para cortocircuitar la cruzada contra el euskera emprendida por el TSJPV, el Gobierno vasco estaría inmerso en el dilema de «aceptar los hechos consumados» o recurrir a la aplicación del Contrafuero por la que «se faculta al Gobierno vasco para solicitar su reparación al respecto de ese agravio ante aquellas infracciones que afecten al fuero, leyes, ordenanzas, usos, franquezas, exenciones, libertades y privilegios presuntamente cometidas por el Gobierno central o Tribunales de Justicia».

Germán Gorraiz- -Analista

Dos vivencias abertzales de Iribar

Miércoles 1 de marzo de 2023

José Ángel Iribar Kortajarena, del caserío Makatza de Zarautz, cumple 80 años. Además de felicitarle, cuento de él dos vivencias que  bien lo retratan.

La familia de su aita y, su aita, eran carlistas, no así la familia de su ama donde  había un poco de todo. Durante su niñez, Zarautz vivió un episodio propio de la dictadura que se padecía. El director del Colegio de los Hermanos de La Salle fue expulsado por orden de la autoridad a cuenta de su compromiso por la difusión del euskera. Iribar nos lo contó así.

“Aquel episodio originó una importante controversia en el pueblo ya que el director, el Hermano Ignacio Olabeaga enseñaba a los alumnos canciones en euskera. Solo por eso. Aquello hizo sentir a muchos un profundo desamparo. Y en el pueblo se produjo una reacción favorable. Mi padre, por ejemplo, fue precisamente entonces cuando decidió matricularme en ese colegio de los Hermanos. Fue un espontáneo gesto de solidaridad con el director del centro, que muchos otros padres hicieron también en aquella época. El Hermano Ignacio era muy aficionado a las excursiones montañeras y a las actividades deportivas al aire libre. Y fue precisamente en contacto con esas actividades  donde empezó a decantarse mi vocación de portero. Recuerdo que recién ingresado en el colegio, se organizó una excursión a Meagas. Y como yo era el último en llegar, me dijeron que tenía que jugar de portero. No debí de hacerlo del todo mal, porque en poco tiempo pasé a ocupar ese puesto en la alineación del colegio de La Salle. De ahí arranca mi historia deportiva”.

El Hermano Ignacio Olabeaga, el director, era tío de mi ama y teníamos mucha relación con él. Todos los domingos dirigía los cantos de la Misa del párroco de San Antón, D. Claudio Gallastegi, misas que eran verdaderos mítines. Tras pasar por Sestao, acabó en el Colegio Santiago Apóstol ocupándose de la editorial Bruño, la que suministraba libros a los chavales y por eso  le recuerdo en un pequeño almacén al lado de la Congregación y del bar donde solía ir Iribar, siendo portero del Athletic, a recibir clases de francés por parte del Hermano Olabeaga, que como había estado refugiado en el norte de Francia, lo sabía muy bien

Le recuerdo a  Iribar  que nos daba entradas para los partidos. Cuando fue el Athletic a jugar en Caracas el Torneo del Cuatricentenario de la ciudad en 1967, que ganó, estuve con mi familia visitando al gran portero en el hotel donde se alojaron y donde había estado el Real Madrid donde le secuestraron a Distefano. Le dimos a probar un jugo de lechosa (papaya) que a Iribar le gustó. Quisieron ir al Centro Vasco y el presidente Oraa, no les dejó, como no les dejó pasar bajo las ikurriñas cuando fuimos a recibirles al aeropuerto de Maiquetía. Una vez en La Bilbaina, se lo recordé y como siempre, me dijo que fueron otros tiempos. Si, pero él, era el mismo, un facha servidor de la dictadura. No juzgo su presidencia, sino su penosa actitud política.

Y la otra vivencia me la cuenta Joxe Joan González de Txabarri quien fuera Diputado General de Gipuzkoa y, como Iribar, de Zarautz, muy de Zarautz y muy de la Real, aunque a Iribar le tiene una gran simpatía y admiración, entre otras cosas por su apoyo al euskera. Me lo contó así:

“Su despedida fue  contra una Real Sociedad plagada de internacionales, y con presencia de algunos jugadores de Osasuna y Alavés. Txillida se encargó de la litografía para la ocasión. ‘‘El día 31 todos a San Mamés para decir, con Iribar, bai euskarari’’ rezaba el cartel anunciador. «Un partido serio», reclamó el agasajado, que decidió no vestirse de corto para darle el carácter que pedía. Y la recaudación, para el euskara. En torno a 30.000 personas se citaron en aquella despedida. Iribar, con una profusa barba metáfora del cambio que se avecinaba en su vida, desfiló brazos en alto por un cordón de dantzaris y compañeros de profesión. «Hoy sólo está aquí el euskera», dijo cuando alguien le acercó un micrófono al centro el campo.

Efectivamente, toda recaudación, cerca de 10 millones de pesetas –las entradas costaban entre 300 y 1.000 pesetas– tuvo como destino el fomento de la lengua vasca. Con un potente «eskerrik asko!» finalizó su alocución, mientras se resistía a abandonar el centro del campo, su casa durante tantos y tantos años”.

Ese  31 de mayo de 1980, se jugó pues  en San Mamés el partido homenaje a José Angel Iribar, entre el Athletic y la Real Sociedad que daba cierre a la dilatada y ejemplar trayectoria futbolística del portero zarauztarra, Makatza.

Por decisión personal del Txopo, la recaudación total del partido, que llenó San Mamés hasta la bandera, se destinó a la elaboración del diccionario del deporte euskera-castellano-francés.

UZEI, entidad especializada en la elaboración de diccionarios terminológicos especializados asumió el encargo de Iribar, que financió íntegramente el proyecto.

Se constituyó un grupo de trabajo conformado por deportistas y periodistas euskaldunes, por un lado,  y por lingüistas especialistas en terminología, por otro.

El diccionario que lleva por título Kirolkidea, se publicó en 1982, y constituyó la base del uso del euskera en el ámbito deportivo, generando un salto cualitativo determinante tanto por la unicidad de los términos propuestos, como por la aceptación que dichas propuestas conocieron en el contexto del inicio de las retransmisiones deportivas en  euskera tanto por ETB, como por Euskadi irratia o Herri-irratia, entre otras emisoras.