Miércoles 27 de agosto de 2025
Jon Aingeru Goikoetxea nació en Zeanuri el 27 de mayo de 1936. Me encontré con una placa en su recuerdo frente a la capilla de Bakio. Bautizó a mis hijos Iker y Naiara en Andra Mari, arriba. Un tipo jatorra. Un cura de pueblo de los de antes. De los que daba gusto hablar con ellos.
Quise saber más de él, lamentando no haber hablado más con Don Jon y, al saber que era de Zeanuri, le pregunté a Iñaki García Uribe que se lo sabe todo de la zona, del Gorbeia, de su Cruz, de las piedras molares y del sursum corda. Es como Leizaola que sus compañeros, los Consejeros del primer Gobierno Vasco del 36 decían que si le preguntabas la hora, te contaba la historia del reloj. Y el bueno y erudito de Iñaki García Uribe me contó la historia del cura y de su aita Eleuterio.
Es una buena fotografía de nuestros antecesores, de su tiempo, costumbres y penalidades. Y a la vez de las gentes del EAJ-PNV.
Me dijo ésto:
Hubiera cumplido 80 años. Fue ordenado presbítero en la parroquia de Ntra. Sra. del Carmen, de Bilbao, el 29 de junio de 1960 y su primer destino -1960 a 1964- fue como coadjutor de Dima. Posteriormente, fue ecónomo de Apatamonasterio y encargado de Arrazola y en años sucesivos, coadjutor de Santa María de Durango y encargado de La Magdalena; también coadjutor de Abadiano, de Lekeitio, de Arbaiztegi, Gerrikaitz, Murelaga y párroco de Meñaka y de Larrauri, y, hasta su jubilación, párroco de Santa María de Bakio.
Los que le han conocido de cerca destacan su lado humano “era un hombre de muy buen carácter y muy querido por todos”, explica Andoni Gerrikaetxebarria, compañero suyo presbítero. Andoni cuenta que sus condiscípulos cuando le saludaban le decían “Jon Aingeru: el mejor carácter del curso” y, los últimos años, él respondía, con una sonrisa: “Y mejorado”. Esta puede ser una las anécdotas que retratan a un hombre “encantador y muy querido por todos”. En Bakio, donde permaneció los últimos 20 años “era toda una institución”, explican quienes le trataron con asiduidad.
El abade era hijo de Eluterio Goikoetxea, alcalde del EAJ-PNV en la república en Zeanuri. El que construyó el primer refugio montañero de altura en Euzkadi.
El pasado 9 de julio, sábado, se cumplieron 100 años de la inauguración del refugio-hostería de Egiriñao (Gorbeia). Con motivo de este aniversario, el Ayuntamiento de Zeanuri recordó aquel hecho y rindió homenaje a su promotor: Eleuterio Goikoetxea. A los actos de Egiriñao acudieron representantes de los tres clubs de montaña, actuales propietarios del refugio: Arnotegi Mendi Taldea, Bilbao Alpino Club y Juventus S. D.
Este es el refugio que construyo su aita. Cota 110 m de altitud. Allí tenemos la ermita más alta, también la levanto el aita del cura, de las 464 que nos quedan en Bizkaia.
Esta es la ermita de Nuestra Señora de las Nieves que el aita del abade levantó pues construyo el refugio en 1922 y no existía cultura de ir a comer y menos dormir en el monte y estaba sin huéspedes. Era un adelantado el alcalde peneuvero. Al año siguiente levanto esta pequeñita construcción que le costaría tres días hacerla y apalabró a un cura de su pueblo y los domingos daba misa a los pastores, cientos entonces, de Orozko y Zeanuri, iban a misa y a comer huevos con chorizo y una arroba de vino. Ahí empezó a facturar.
ELEUTERIO: UN PIONERO
Eleuterio Gokoetxea, aita del cura de Bakio, puede ser considerado como un pionero del turismo de montaña.
A principios del siglo XX el montañismo estaba cobrando gran fuerza, y sobre todo durante el verano las sociedades de montaña organizaban numerosas excursiones a las cumbres de Euzkadi y de los territorios vecinos. Algunos escritos de la época destacaban la naturaleza no competitiva de este deporte y su idoneidad para mejorar su condición física y moral.
Observando la cada vez mayor afluencia de excursionistas que, atraídos por el monte Gorbeia, se acercaban en el tranvía de Arratia a Zeanuri o Areatza/Villaro, Eleuterio Goikoetxea vio la oportunidad de mejorar sus ingresos abriendo un refugio-hostería en Egiriñao (Gorbeia), a 1.200 metros de altitud y cerca de la cruz del Gorbeia. Será el primer albergue de montaña de Euzkadi . Así, en el primer número de la revista Pyrenaica, que comenzó a publicarse en 1926 por la Federación de Montaña, aparecía el siguiente anuncio: “Refugio alpino del Gorbea (1.200 m.) (pensionado completo). Primera hostería-alpina en la Región Vasca. Dormitorios generales, literas sueltas y habitaciones separadas. Considerables rebajas en concurrencias numerosas. Domingos y festivos, misa en la gruta anexa. Pídanse catálogos: propietario, Eleuterio Goicoechea. Ceanuri (Vizcaya)”.
Además, muchos de estos excursionistas eran de personas con posibilidades económicas. El refugio de Eleuterio ofrecía la posibilidad de pasar días en el Gorbeia, donde encontraban cobijo, comida y cama. José P. De Duñabeitia y Menchaca, socio número 1 de la Federación, decía en 1926: “Actualmente resulta muy cómoda, y siempre agradable, la estancia de varios días seguidos en este monte, pues merced al refugio-hospedería instalado en Iguiriñao, no hay que preocuparse de transportar las viandas alimenticias, ni de buscar chabolas, chozas, o refugios naturales en que guarecerse durante las noches, o por causa del mal tiempo, como nos veníamos obligados a hacerlo anteriormente”.
En el año 1924 Eleuterio amplió el refugio y según explica Antonio Ferrer en su libro “Nuestras montañas”, publicado en 1927, presentaba el siguiente aspecto: (…) Tiene el refugio la forma de una cruz y consta su interior de 16 camas para uso general y cuatro reservadas para la Diputación, un espacioso comedor y cocina al estilo vasco, además de un fogón corriente. También posee agua potable, que por medio de una tubería ha sido traída de la fuente de Lekuotz”.
Durante la guerra civil el refugio sufrió daños y el propio Eleuterio fue primeramente encarcelado y posteriormente desterrado; en total pasó siete años fuera de su pueblo y fueron su mujer, Guillerma, y sus hijos quienes tuvieron que hacerse cargo del negocio.
En 1942 la Delegación Vasca de la Federación Española de Montaña le propuso la compra del refugio y Eleuterio lo aceptó: la Federación adquirió dos partes y Eleuterio continuó manteniendo la propiedad de otra. La Federación le pagó 10.000 pesetas, utilizó otras 12.000 para el acondicionamiento y renovación de las partes adquiridas y lo reinauguró el 11 de julio de 1943.
Mientras tanto, Eleuterio y su familia continuaron con el negocio en la parte que quedó en su propiedad.
Eleuterio falleció el 1 de mayo de 1956 y en 1957 la familia vendió su parte a Bilbao Alpino Club: la viuda, Guillerma, y su hija Begoñe firmaron las escrituras de venta.
El mismo año 1957 la Federación puso en venta las dos partes que estaban en su propiedad: una la compró Juventus S. D. y la otra, Iberdrola.
Lo que en otra época fue el refugio de Eleuterio sigue hoy en día en Egiriñao, dividida en tres partes: una de ellas propiedad de Arnotegi Mendi Taldea, otra de Bilbao Alpino Club y una tercera de Juventus S. D.
Popular entre sus vecinos
Aspecto que presenta actualmente el refugio de Egiriñao
Además de entre los montañeros, el refugio de Eleuterio —conocido en su pueblo como “Eleuterioren txabola”— gozó de una gran popularidad y renombre a nivel local, como lo atestigua esta canción que sus amigos le cantaban en un tono jocoso.
Es una canción que conocen la mayoría de los vecinos de Zeanuri:
Zeanuritik baraurik
Urtetzen badezu
Gorbeiera orduko
Damutuko jatzu
Damutuko jatzu
Damutuko jatzu
Zeanuritik baraurik
urtetzen badezu
Eleuterioren txabolan
Gosea franko izango da
Baita bere egarrie
Dalako gizon baragarrie
Eleuterio, Eleuterio,
Eleuterio, Eleuterioren txabola.
ELEUTERIO GOIKOETXEA:
Eleuterio Goikoetxea Goikuria nació en Zeanuri el 1 de septiembre de 1888, en la casa de Zubiate, propiedad de la familia Rotaetxe, donde vivió. Su padre, Felipe Goikoetxea, fue administrador de los Rotaetxe, cargo que heredó Eleuterio. También trabajaba como constructor y como tasador de fincas, y fue empleado de la Junta de obras del Puerto de Bilbao. En su municipio era una persona respetada y a menudo le llamaban para hacer labores de mediador en conflictos vecinales.
El 23 de septiembre de 1915 contrajo matrimonio con Guillerma Uriarte y tuvieron 10 hijos: Andoni, Iñaki. Karmele, Mikel, Arantza, Elisabete, Begoñe y Jon Aingeru, y otros dos que fallecieron al de poco de nacer.
Era un hombre con profundas convicciones religiosas —fue secretario de la Junta de Acción Católica de Zeanuri— y con inquietudes culturales —fue representante de la agrupación “Zeanuriko Dantzariak” —.
Era miembro del PNV. En las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 fue el candidato más votado y elegido alcalde entre los 10 concejales de diferentes ideologías que constituyeron el nuevo ayuntamiento, con 9 votos a favor y un voto en blanco. Por lo tanto, fue el primer alcalde de la II. República en Zeanuri.
Durante la guerra civil, fue detenido y encarcelado en la cárcel de Larrinaga, donde permaneció tres años, tras los cuales fue desterrado de su pueblo,y estuvo en Oña (Burgos). En total, vivió siete años alejado de Zeanuri. Tras la ocupación del bando militar sublevado, el informe que el nuevo ayuntamiento de Zeanuri remite a la “Comisión Provincial de Incautación de Bienes” del Gobierno Civil de Vizcaya, se daban los siguientes datos sobre Eleuterio Goikoetxea: “(…) durante el alzamiento desempeñó la alcaldia de Ceánuri y el cargo de Presidente del llamado Comité de Defensa que llevaba anejo el de Jefe de Orden Público. Fue separatista siempre y director de esta tendencia en su pueblo y por ello bien visto y consideradísimo en las altas esferas antiespañolas. La solvencia económica del mismo conocida consiste en la propiedad de una especie de Hotel de verano llamado refugio sito en el monte Gorbea que se estima unas 5.000 pesetas y otras 20.000 que se le suponen en metálico y esto aparte de los rendimientos que le dieran sus cargos de administrador de todos los Rotaetxes y su empleo de la Junta de obras del Puerto de Bilbao”.
Se le puede considerar el precursor del turismo de montaña, ya que en 1922 inauguró en Egiriñao (Gorbea) el primer refugio de montaña de Euskal Herria. En el año 1924 viendo la buena respuesta que estaba teniendo el refugio, lo amplió. Tanto para la construcción como para la posterior ampliación contó con subvenciones de la Diputación. A pocos metros del refugio construyó también una pequeña ermita, existente actualmente, la ermita de Nuestra Señora de las Nieves, donde en verano, los domingos y festivos los pastores, y montañeros podían oír misa. Se trata de un pequeño edificio de cemento, a modo de bóveda de cañón, empotrado en una ladera rocosa. Mide 3 x 2,25 y está cerrado por una pequeña verja de hierro que rodea la puerta de acceso.
Eleuterio Goikoetxea falleció el 1 de mayo de 1956, con 68 años, de un ataque al corazón.