Se acaba de hacer público el aumento del paro en Euzkadi y no sé si con criterios de celebración salían a la opinión pública Basagoiti, y Pastor. O igual no. La celebración era por el segundo aniversario del gobierno López. Pero usaban dos engañosas argumentaciones. “Desde que estamos nosotros, se ha impuesto la normalidad» dice Antonio Basagoiti. «Se acabó el frentismo y los planes que dividían a los vascos» decía Pastor.
Han creído que por mucho repetir estas dos consignas la gente va a creérselas. La normalidad no ha llegado, pues ETA sigue existiendo aunque es verdad que la conjunción de éxitos policiales, cansancio de la sociedad, cooperación internacional, persuasión propia de que así no se llega a ninguna parte y la llegada de nuevas generaciones han ido desactivando la violencia desde hace diez años, no solo dos, recorriendo un camino que es verdad hoy está más despejado que hace unos años. Y eso a pesar de las balandronadas de Basagoiti y de sus gritos guerreros de derecha vieja y criminal.
Y en lo del frentismo solo un apunte. Formar un gobierno vasco con la confluencia del segundo y el tercer partido y la ayuda inestimable del feroz antinacionalismo de Rosa Díez para desalojar al primer partido de la presidencia por mero cálculo frentista y decir que se acabó el frentismo es como si Gadafi dijera que está esperando el Premio Nobel de la Paz.
Pero la manipulación es la manipulación y tratar de vendernos este oasis sin camellos y sin palmeras, por parte no del dúo dinámico sino del dúo estático, es lo que les va a unos y a otros. Mientras, el paro sube, el gobierno no tiene pulso, Bernabé Unda no se entera de nada, López vigila desde el minarete y el PSOE se prepara para recibir en las elecciones de mayo una derrota histórica y espectacular. Pero nada pasa, señora baronesa.
Efectivamente. Este es el País de las mil maravillas.