Antiestética

El fútbol  femenino me parece antiestético. No me gusta, pero noquieroentrar en polémica”. Aun a su pesar, Francisco “Pachi” Izco, presidente saliente del Atlético Osasuna, ha marcado paquete y metido el pie en aceite hirviendo, salpicando con innecesarias quemaduras.

 Seguramente el lamparón más cercano se lo haya endilgado a las jugadoras de los equipos femeninos del propio club Osasuna. Y por cercanía al equipo femenino navarro de primera división Lagunak. De refilón a todas las futbolistas en activo, que en adelante se mirarán más al espejo para encontrarse ese lado oscuro “izcoano” antiestético. “…Hay otros deportes más propios de mujeres.El  fútbol es mucho más masculino”, ¡cómo si 22 mozos en calzones fueran el canon estético de belleza!

 Habría que preguntarle qué deporte considera propio/aceptable para las féminas, no vaya a ser que esté en consonancia con la práctica del baloncesto femenino bajo la normativa-FIBA sobre la exigua/ceñidita y sugerente vestimenta obligatoria sólo para jugadoras. Aunque sólo fuera porque es más “estético” y, por supuesto, voluptuoso en el imaginario colectivo masculino.

 No es imaginable que haya querido insinuar que sería más estético obligarlas a jugar como en Irán, con traje entero cuasi-burka y velo. Cabe esperar del buen gusto de este navarrodepro que en lugar del antiestético fútbol le gustara más que sus chicas del Osasuna-fem practicaran voleibol-playa, por evidentes razones estéticas.

Está don Pachi en su pleno derecho a manifestar preferencias y gustos estéticos, pero puestos a ver antítesis estéticas podría recordar que en Navarra no pueden realizarse abortos legales y que los abortos inseguros son la primera causa de mortalidad materna. En cuanto a falta de estética social, seguramente sabe que los hombres cobran mucho más por igual trabajo y que acceden con mayor rapidez a puestos de responsabilidad, mientras ellas se ocupan más de lo doméstico, de los hijos/as y de los mayores dependientes.

Pero como es deporte, las palabras públicas del sr. Izco tan sólo han dejado al descubierto el barniz legal público que oculta la discriminación subyacente, expandida y bien aceptada en privado. Sueño de igualdad deportiva hecho añicos. Por nuestras leyes de igualdad pública no somos Irán ni Yemen… pero estamos muy lejos de Islandia o Suecia, tanto en prosperidad material como en riqueza de igualdad, incluida la estética.

Quizá el quid esté en callarse ante el micrófono. Reconozcámosle a Pachi Izco una virtud, la sinceridad de decir en público lo que piensa en privado. Políticamente incorrecto, pero íntimamente bastante estético.

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