Cloacas patrimoniales

El ministro Beato

LA técnica de la PCR detecta Sars-CoV-2 en vía respiratorias altas los siete primeros días de la infección, en vías bajas del 7 al 14, y a partir de aquí hasta el vigésimo cuarto lo puede hacer, como perfectamente desconoce la mayoría de nosotros, en heces fecales y aguas negras.

Expurgando entre el aluvión hiper-informativo de datos y gráficos pandémicos covidianos al alza, aplanados o en pusilánime descenso, me topo con un interesante (muy preocupante, diría) dato en absoluto residual sobre nuestras cloacas.

El análisis de las aguas residuales en busca de covid-19 realizado por La Red Española de Análisis de Aguas Residuales, ha detectado colateralmente que la zona metropolitana de Bilbao es donde más alcohol se consume, al menos en los últimos 17 años. ¡Uff, qué alivio! menos mal que no miden lo de antes, porque en plan ochote «poteótico» ya cantábamos lo de «501 tabernas y ninguna librería», pero esta constatación de pódium alcohólico en nuestras alcantarillas es para hacérnoslo mirar. Tampoco es baladí la presencia de rastros del consumo de cocaína, marihuana y «éxtasis», pero ese es otro berenjenal añadido.

El señor X

Si les dijera Púnica, Gürtel, Palau, Rasputín, Palma Arena, Nóos, Campeón, Poniente, Guateque, Pokemon, Lezo, Pujol, ERE, De Miguel, Astapa, Auditorio, Taula, Brugal, Pretoria, Fabra, Bárcenas, Malaya €, rápidamente lo ligarían con dinero público sustraído, indignación pública, investigados político-administrativos de alto rango y sofisticadas tramas extractivas € En este siglo, en España pueden enumerarse más de 2.000 casos de corrupción con tramas intrincadas en las que participan altos cargos. Pero 9 de cada 10 casos de corrupción no se dan en la administración pública convencional, sino en la para-administración formada por centenares de entes, empresas semi-públicas, fundaciones eta abar, creados para funcionar teóricamente con mayor agilidad, y donde los funcionarios colocados ad hoc reciben otras compensaciones y sus controles son «algo» diferentes, saltimbanquis en la difusa frontera entre corrupto/corruptor.

El que unos pocos roben «algo» mientras la mayoría vive bien se sobrelleva como problema menor, pero, ahora, cuando el 80% de la ciudadanía ve que la situación económica es mala/muy mala y aún será peor, la percepción de la corrupción como problema público endémico empieza a reflorecer. También en las cloacas del Estado creadas exprofeso para blanquear estas corrupciones, corruptelas de tomaycalla. GAL, triple A, fondos reservados incontrolados, policía patriótica, cal viva, mister X et al, amoríos real-borbónicos, villarejos, mordidas en contrataciones públicas, financiación ilegal, fondos «campechanos» en paraísos fiscales, tarjetas «monarcoblack» opacas para el fisco, caza ¿legal? de cabras montesas, osos y elefantes como patrimonio real pagado a escote y ocultado por los muñidores de las cloacas€ nos hacen pensar que un tal FG-místerX sabía de qué hablaba cuando peroraba «el Estado también se defiende en las alcantarillas». Desconozco si lo decía por conocimiento directo de esas cloacas del Estado o porque considerara al propio Estado como una cloaca de la que él sería el charquero mayor. Porque viendo lo que rebosa por las alcantarillas sobre corrupción pública continuada y sobre la monarquía «campechana» como máxima autoridad, y ahora mismo la situación en el Sahara, me pregunto cuánto se arrojó por esos desagües a las arcas borbónicas para abandonar tan desvergonzadamente a los saharauies: mucho fosfato, regalías de pesca y mucho palacete del amigo marroquí.

En fin, no sé si es buena decisión seguir analizando aguas residuales, porque como sigan haciendo PCRs globales hacia atrás, en lugar de covid-19 puede que colateralmente encuentren la escopeta de «mataelefantes» Botswana o cabras kazajas en el Pazo de Meirás. Al tiempo.

nlauzirika@deia.com@nekanelauzirika

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