La Atención Primaria, estaba, está… y se la espera

Posicionamiento del Colegio de Médicos de Bizkaia, que reconoce que a partir ahora, la presión asistencial y emocional en la AP «será brutal»

El Colegio de Médicos de Bizkaia  ha realizado un documento «La Atención Primaria, estaba, está…y se la espera» en el que se posiciona sobre la situación actual de la atención primaria y el reto al que tendrán que hacer frente tras pasar los momentos más duros de la pandemia provocada por el coronavirus.

En el mismo, sostienen como en el inicio,  la brusquedad de la propagación de la epidemia, el desconocimiento del comportamiento del virus, el elevado número de pacientes que cursaban con cuadros graves que obligaban al ingreso en los hospitales, en las UCI, «los fallecimientos… hicieron que, lógicamente, el foco se centrara en el ámbito hospitalario donde los médicos y las médicas, y todo el personal sanitario, se esforzaban y daban todo de sí con jornadas interminables; con ansiedad porque algunos y algunas pacientes evolucionaban mal porque no estaba claro cuál era realmente la fisiopatología de las complicaciones; porque no estaba claro cuál era el tratamiento más adecuado; porque la precariedad de los equipos de protección les hacía temer por su salud, incluso por su vida, y la angustia añadida de pensar que podían poner en riesgo a su familia al volver, reventados, a casa. Temor bien fundado, ya que son más de 50 las médicas y los médicos en activo fallecidos por COVID-19 en todo el Estado», explican

Mientras esto sucedía, continúan señalando desde la organización colegial, en el entorno hospitalario, las médicas y los médicos de Atención Primaria, también precariamente equipados, en un sistema sanitario inicialmente desorientado intentaban hacer de muro de contención en el flujo de pacientes hacia el hospital informando, aconsejando, aclarando dudas y tranquilizando a las personas que, atendiendo a las recomendaciones del momento, se ponían en contacto telefónico con su centro de salud. Pero, ¿ahí terminaba la implicación de las y los especialistas de Familia y de Pediatría?… No.

Además, «atendían a personas enfermas con síntomas respiratorios en los centros que se han venido a llamar «sucios», algunas positivas en COVID-19 y otras no, pero siempre sospechosas. Acudían a los domicilios de pacientes con el mismo perfil sintomático, poniéndose y quitándose los elementos de protección de los que disponían, a veces en el descansillo de la vivienda. Y ellos y ellas, también, como sus colegas del hospital, con sus angustias y sus miedos, pero con una entrega y una profesionalidad encomiables. Pero menos visible», indican desde el Colegio.

Y junto a esta crisis epidémica, seguían atendiendo los casos agudos que se les presentaban porque la epidemia no ha eliminado el resto de los problemas de salud de la población, que siguen estando ahí.

Protagonismo de la atención primaria

Reconocen que una  vez atemperada la epidemia, con la disminución de los contagios, de los ingresos hospitalarios, de los fallecimientos, es cuando más protagonismo va a cobrar la Atención Primaria mediante la detección de nuevos casos y de sus contactos y del seguimiento de su curso clínico.

«El virus sigue estando ahí fuera y va a seguir habiendo contagios con casos asintomáticos, leves, graves, muy graves y algún fallecimiento. Es trabajo de toda la sociedad, profesionales de la salud o no, conseguir que todos esos casos sean los menos posibles en tanto en cuanto no dispongamos de una vacuna que consiga un grado de inmunidad suficiente, personal y colectivamente. Es una responsabilidad individual de cada una y cada uno de nosotros», explican.

Por eso, son conscientes de que a  partir de este momento, la carga emocional y asistencial de la AP va a ser brutal al sumarse: la detección y control de casos y contactos por el SARS-COV2; la patología aguda del momento; el control de pacientes en situación de cronicidad del momento; los problemas de salud que, por demorables, han sido demorados; el control de pacientes con patologías crónicas que se han soslayado durante estos meses de epidemia; la adaptación a los nuevos escenarios como son las consultas telefónicas (delicadas armas de doble filo); la adaptación a los continuos cambios en protocolos y procedimientos; la contención y adecuación de la incesante demanda de pruebas por parte de los y las pacientes ante las incertidumbres generadas por la pandemia, …y más.

Y todo esto, tal y como sostienen,  al margen de un posible rebrote y un nuevo pico epidémico que obligaría de nuevo a priorizar su contención. En este sentido, reconocen que la  Atención Primaria, «puerta de entrada» al sistema sanitario, es la herramienta capaz de una detección precoz de síntomas que, junto a su habitual labor de prevención y promoción de hábitos saludables, de control y seguimiento longitudinal de los procesos, «va a ser determinante para ayudar a romper la cadena de contagios convirtiéndose en el pilar sanitario esencial para evitar situaciones que nadie quiere revivir».

Nacen los Premios SEIO-Fundación BBVA

El objetivo de los galardones es reconocer las aportaciones científicas más innovadoras e influyentes en estadística e investigación operativa e impulsar la proyección de su trabajo a la sociedad

Se concederán cinco premios, cada uno de ellos con una dotación de 6.000 euros, en la modalidad de aportaciones científicas pioneras e influyentes

El plazo de presentación de candidaturas para la convocatoria comienza hoy y permanecerá abierto hasta el 30 de junio de 2020

Esta nueva convocatoria, fruto de la colaboración de la Sociedad Española de Estadística e Investigación Operativa (SEIO) y la Fundación BBVA, se suma a los premios que entrega anualmente la Fundación BBVA con la Real Sociedad Española de Física (RSEF), la Real Sociedad Matemática Española (RSME) y la Sociedad Científica Informática de España (SCIE) para reconocer la investigación avanzada y el talento en cada una de estas disciplinas

La Fundación BBVA y la Sociedad de Estadística e Investigación Operativa (SEIO) han convocado la primera edición de los Premios SEIO-Fundación BBVA, para reconocer las aportaciones científicas más innovadoras e influyentes en estas dos disciplinas de excepcional relevancia en la era del Big Data y la Inteligencia Artificial. Los nuevos galardones nacen con el objetivo de incentivar el trabajo de los mejores investigadores en estas áreas y de impulsar, a través de ellos, la proyección de esas dos disciplinas al conjunto de la sociedad.

“Estos premios llegan en un momento extraordinario para la Estadística y la Investigación Operativa en España”, afirma el profesor Jesús López Fidalgo, director del Instituto de Ciencia de los Datos e Inteligencia Artificial de la Universidad de Navarra y presidente de la SEIO. “En los últimos años, ambos campos han tenido un crecimiento enorme en nuestro país, y por eso, ahora que sus comunidades de investigadores están muy consolidadas, con una relevancia internacional importante, estamos en un momento idóneo para premiar sus aportaciones científicas”.

En esta primera convocatoria se concederán cinco premios, cada uno de ellos con una dotación de 6.000

euros, todos en la modalidad de aportaciones pioneras e influyentes a la investigación en Estadística e Investigación Operativa. Los galardones están dirigidos a investigadores de nacionalidad española, o de otra nacionalidad, que hayan realizado su trabajo de investigación en una universidad o centro científico de nuestro país. Podrán ser concedidos también a investigadores de cualquier nacionalidad por contribuciones desarrolladas en colaboración con uno o más investigadores españoles.

El plazo de presentación de candidaturas para esta convocatoria comienza hoy y permanecerá abierto hasta el 30 de junio de 2020. Las bases, el impreso de solicitud y toda la documentación sobre los premios están disponibles en las páginas web de la Fundación BBVA y de la SEIO.

Dos disciplinas que están “de moda”, pero siguen siendo “muy desconocidas”

“La Estadística se ocupa del análisis de datos, del ajuste de modelos matemáticos a la realidad, mientras que el objetivo de la Investigación Operativa es optimizar la toma de decisiones. Ambas disciplinas van de la mano y ahora están en la cresta de la ola por el auge del Big Data y la Inteligencia Artificial”, explica López Fidalgo. “Sin embargo, aunque estén de moda, la realidad es que siguen siendo disciplinas muy desconocidas por la sociedad”.

Según el presidente de la SEIO, a diferencia de áreas científicas como la medicina, “sobre las que más o menos todo el mundo tiene una idea clara de lo que hace y para qué sirve”, en el caso de la estadística y la investigación operativa, “la mayor parte de la sociedad no tiene una perspectiva clara de lo que hacen”. Por este motivo, López Fidalgo considera “muy importante que, además de reconocer e incentivar la excelencia, se pueda dar visibilidad social a los investigadores en estas disciplinas a través de estos nuevos premios”.

Para el presidente de la SEIO, la trascendencia de la estadística ha quedado patente estos días en el gran esfuerzo que está realizando la comunidad científica en todo el planeta ante el desafío de la Covid-19: “El problema del coronavirus se está abordando desde múltiples campos científicos, y en casi todos hay un soporte estadístico. Por ejemplo, la famosa curva de contagios, con la que se pueden hacer predicciones sobre la evolución de la pandemia y planificar las fases de la desescalada, procede de modelos matemáticos que se ajustan con procedimientos estadísticos”.

Pero pese a su papel crucial como herramienta de análisis científico, y al hecho de que está en la base de casi toda la tecnología que nos rodea en la vida cotidiana, la realidad es que la mayor parte de la sociedad no es consciente de ello. “Basta fijarse en el móvil”, señala López Fidalgo. “Muchas de las aplicaciones que utilizamos de modo continuado llevan modelos estadísticos por detrás y algoritmos de optimización, que son capaces de hacer predicciones y lograr que funcione. Otro ejemplo es cualquier buscador de internet, que lleva detrás modelos estadísticos capaces de perfilar y de ofrecer a las

personas lo que les interesa, en vez de información irrelevante. Esto solo es posible gracias a modelos estadísticos capaces de clasificar y predecir, pero para la mayoría de las personas esto queda totalmente oculto”. Precisamente por ello, teniendo en cuenta la enorme brecha que existe entre la importancia de la estadística en el mundo actual, y el poco conocimiento que tiene la sociedad sobre esta disciplina, el presidente de la SEIO espera que estos galardones puedan contribuir a “llenar el vacío de conocimiento sobre este campo en la cultura general de nuestra sociedad”.

Un campo imprescindible en la era del ‘Big Data’ y la Inteligencia Artificial

Por su parte, Rafael Pardo, director de la Fundación BBVA, ha señalado, con motivo del lanzamiento de estos galardones, que “los modelos y herramientas estadísticas son parte esencial de la estructura de numerosas disciplinas científicas y campos de la práctica económica y social, que perderían su sentido o se derrumbarían por completo de no contar con el armazón formal de la Estadística”.

“En interacción y ‘diálogo’ con los problemas y necesidades de otras áreas científicas, desde la Biología, la Ecología y la Biomedicina a la Economía, la Psicología y la Sociología, la Estadística se ha transformado en extensión y profundidad en las últimas décadas”, ha recalcado Pardo. “La ubicuidad de potentes ordenadores, la explosión en la captura masiva de datos (cuantitativos y cualitativos) en todos los dominios, desde la propia ciencia y la medicina al comportamiento social y el funcionamiento de los ecosistemas, que conocemos como ‘Big Data’, y los nuevos desarrollos de la Inteligencia Artificial confluyen en hacer imprescindible y, al tiempo, impulsar el desarrollo de la Estadística”.

“En paralelo al crecimiento científico de la Estadística y la IO, todas las profesiones y numerosos trabajos exigen hoy versatilidad en el análisis de datos y procesos con las herramientas y conceptos de estas disciplinas. Y la sociedad toda precisa, más que nunca, de un cierto nivel de familiaridad con el modo de análisis de esas disciplinas para buscar el sentido e interpretar la actual explosión de datos e información, así como para orientar la toma de decisiones personales. La Estadística y la IO son extraordinariamente útiles y, además, apasionantes en sí mismas como campos de la ciencia. Esperamos que estos nuevos premios contribuyan a trasladar a la sociedad los logros de nuestra amplia y diversa comunidad de investigadores e interesar y familiarizar a todos, y especialmente a los jóvenes de la sociedad digital, con el modo de pensar y ver el mundo con la poderosa lente de la Estadística y la IO”, ha concluido el director de la Fundación BBVA.

Reconocimiento del talento científico

Esta nueva convocatoria se suma a las iniciativas para el reconocimiento del talento que la Fundación BBVA lleva impulsando desde hace más de una década en colaboración con sociedades científicas emblemáticas, como los Premios de Física concedidos con la Real Sociedad Española de Física (RSEF); los

Premios de Investigación Matemática Vicent Caselles, con la Real Sociedad de Matemática Española (RSME); y los Premios de Investigación con la Sociedad Científica Informática de España (SCIE), todos ellos con el objetivo de reconocer e incentivar la labor de los mejores investigadores en cada una de estas disciplinas, así como de difundir su trabajo a la sociedad.

La SEIO también ha abierto el plazo para la presentación de candidaturas a las Medallas de la SEIO, que serán concedidas a dos miembros de la sociedad de Estadística e Investigación Operativa, con una antigüedad de, al menos, quince años y contribuciones particularmente relevantes.

No podemos perder el sol

Frente al miedo al futuro no debiéramos perder el sol de la esperanza.

Como si nos hubieran reseteado, del «cerrado» forzoso volvemos paulatinamente a la casilla inicial del «abierto», no sé si esperanzador, pero sí cauteloso, o algo parecido, porque el tiempo pasado no es sino el espacio entre nuestros recuerdos. Ahora sí, tras el anuncio público del (re)comienzo del fútbol profesional, ya me creo que la apertura es definitiva; seguramente los abiertos anteriores de otros negocios eran probaturas con posible reversión, pero en país futbolero como deporte patrio este anuncio es el válido como puerta de entrada definitiva a la nueva normalidad, aunque sea desde el graderío on line. Gracias a que abrirán el fútbol, y para que parezca que no discriminan, vemos algunos comercios ya funcionando, restaurantes y bares que tímidamente encienden sus luces y muestran su barra con guiños al cliente, que todavía tiene miedo o directamente le parece imposible tomar caña o pintxopote sentado, con máscara y a dos metros de su amigo. Las librerías también abren con novedades, aunque no todas sean literarias, sino geles hidroalcohólicos, mamparas, cola de espera, nada de hojear los libros sino tan solo ojearlos para que nos los acerque al librero cuya sonrisa intuimos tras la máscara obligatoria. Demasiados obstáculos para leer un libro, hábito que al final del confinamiento puede reducirse de nuevo a la escuálida realidad anterior. También los comercios de ropa, calzado y otros van abriendo con parecidas cautelas y similares incertidumbres.

Pero el abierto que de verdad esperamos es la libertad total de movimientos, porque no podemos perder el sol. No ese anhelado sol playero o de montaña que permita reanimar el turismo como fuente de industria/negocio, trabajo/ingresos, sino el sol de las relaciones interpersonales. Relaciones dañadas como demuestra el aumento disparado del consumo de pornografía, de los embarazos no deseados o del maltrato durante este confinamiento. Más otra ola epidémica corona-réplica de la China: los divorcios; allí fue marzo, aquí llegan ahora: se han multiplicado por tres las consultas sobre divorcios, más que cualquier setiembre posvacacional. Incertidumbre, estrés, roce continuo de convivencia con pareja e hijos sin escuela ni a quien dejarlos€ y ahora miedo a que el colapso judicial resuelva ad calendas graecas.

«Lo que gobierna a los humanos es el miedo a la verdad», reflexionaba el filósofo Henri-F. Amiel en su Diario íntimo, y nos gobiernan inoculando tanto miedo a la verdad del contagio, de no tener tratamiento antiviral, de Atención Primaria, hospitales y UCI colapsadas, de sanitarios contagiados, de vacunas lejanas, de que el rebrote otoñal sea más duro€, que ahora lo difícil no será que abran comercios, campos de fútbol, teatros, bares o restaurantes, sino que nos abramos nosotros a acudir participantes en ellos; porque el miedo que puede servir para alertarnos y estar prevenidos, también puede ser paralizante. Una pandemia de miedo como colofón escalofriante a una pandemia vírica. Porque también mueren 3,5 millones de personas al año por enfermedades derivadas del consumo de tabaco, pero no por ello tenemos miedo a los fumadores.

Aunque no sea futbolera, la despedida de Aduriz, un futbolista que ha marcado muchos goles y una época en un equipo icónico para esta sociedad, puede ser buen epítome de lo que se va para dar paso a lo nuevo, que será una mezcla de cielo, de infierno y del mundo real amalgamados en nosotros. Por eso, frente al miedo al futuro no debiéramos perder el sol de la esperanza.
nlauzirika@deia.eus

The New York Time, sobrecoge nuestros corazones

Cuanto pase la pandemia, quedarán los recuerdos del confinamiento y algunas pocas portadas de periódicos. Acostumbrados a tratar a las víctimas como meros números, la edición impresa del 24 de mayo de The New York Times ha congelado los corazones al mostrar que todo número tiene detrás un nombre.

De este modo, el rotativo estadounidense ha publicado una portada con algunos nombres de los fallecidos por covid-19 en EEUU, país arrasado por el virus.

Es estimulante comprobar que los sentimientos son comunes a una y otra orilla del océano

https://www.deia.eus/opinion/columnistas/la-otra-mirada/
https://www.deia.eus/opinion/columnistas/la-otra-mirada/2020/04/20/fallecidos-son-cifras/1032699.html

No todo es Covid, hoy Día de la Epilepsia

Un 10% de la población sufrirá una crisis epiléptica a lo largo de su vida

En el Estado español, unas 400.000 personas padecen epilepsia: la segunda patología neurológica en años de vida potencialmente perdidos o vividos con discapacidad.

Cada año se diagnostican en en el Estado unos 20.000 nuevos casos.

El retraso en el diagnóstico de esta patología pueda alcanzar los 10 años.

La SEN realiza una serie de recomendaciones a los pacientes con epilepsia ante el contexto actual de pandemia por COVID-19.

No todo es Covid-19, las enfermedades antes de la pandemia están ahí y sus pacientes también. Hoy, 14 de mayo es el Día Nacional de la Epilepsia, una de las  enfermedades neurológicas más comunes y que se caracteriza por la predisposición del cerebro para generar crisis epilépticas. Desde la Sociedad Española de Neurología (SEN) nos recuerdan que unas 400.000 personas padecen en el Estado esta patología que es la segunda neurológica en años de vida potencialmente perdidos o vividos con discapacidad.

Aunque actualmente se dispone de tratamiento, la expectativa de vida de los pacientes con epilepsia se ve reducida entre 2 y 10 años, su tasa de mortalidad es entre 2 y 3 veces mayor que la de la población general y el 60% de los pacientes asocian trastornos psiquiátricos, neurológicos o intelectuales.


La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una de cada diez personas sufrirá, al menos, una crisis epiléptica a lo largo de su vida. “La epilepsia puede tener muchas causas, aunque la predisposición genética o padecer algún tipo de anomalía o lesión cerebral, suele ser las causas más habituales”, subraya el doctor Francisco Javier López, Coordinador del Grupo de Estudio de Epilepsia de la Sociedad Española de Neurología, al tiempo que añade que“es además una enfermedad que afecta a todos los grupos de edad, aunque su incidencia es mayor en niños, adolescentes y ancianos”.

Alrededor de 400.000 nuevos casos en Europa–unos 20.000 en el Estado- personas son diagnósticadas por esta dolencia, pero se considera no solo que el número de diagnósticos falsos positivos en esta enfermedad es sorprendentemente alto -podría llegar hasta al 18%- sino que aún hay un porcentaje importante de pacientes sin diagnosticar. Por eso, los expertos se muestran preocupados porque el retraso en la detección de la patología puede llegar a los 10 años, sobre todo porque hasta un 25% de las crisis puedan pasar inadvertidas tanto por los pacientes como por sus familiares.


En este sentido, el especialista Francisco Javier López sostiene que “hay que tener en cuenta que uno de los mayores obstáculos al diagnosticar una epilepsia radica en que las crisis son fenómenos transitorios que ocurren relativamente con poca frecuencia y pueden pasar desapercibidas o no ser bien identificas por los pacientes, por sus familiares o incluso por el personal sanitario. Además, existen otros eventos clínicos, como por ejemplo síncopes o crisis no epilépticas, que pueden tener una apariencia similar a las crisis epilépticas y que pueden llevar a realizar diagnósticos erróneos”.

No solo convulsiones

Además hace especial hincapié al señalar que cuando se piensa en una crisis epiléptica, automáticamente lo asociamos a convulsiones. Pero en realidad este tipo de crisis solo representan entre el 20 y el 30% del total. Presentar falta de respuesta a los estímulos, realizar repetidamente movimientos automáticos,  tener ausencias,… son también otras manifestaciones de las crisis epilépticas que hay que tener en cuenta a la hora de mejorar los tiempos de diagnóstico actuales”.

Tal y como señalan los expertos de la SEN, mientras que la enfermedad remite de forma espontánea en un 4% de los pacientes adultos al año –en niños esta cifra es aún mayor- y más de un 70% de los pacientes consiguen controlar su enfermedad gracias al tratamiento farmacológico existente, aproximadamente el 25% de los pacientes no responden a los tratamientos disponibles: es lo que se denomina epilepsia farmacorresistente. Y a pesar de que en los últimos 25 años, se ha producido un importante aumento de las opciones terapéuticas para tratar la epilepsia, mejorando la tolerancia y limitando los efectos secundarios, no se ha conseguido reducir el número de personas con epilepsia farmacorresistente.

300 intervenciones quirúrgicas

En estos casos, continúan señalando desde la SEN, cerca del 5% de los pacientes farmacorresistentes cumplen con los criterios que les permite beneficiarse del tratamiento quirúrgico y entre el 55-85% de los casos se consiguen buenos resultados. Actualmente en el Estado se realizan unas 300 intervenciones quirúrgicas a pacientes farmacorresistentes.

Son precisamente los pacientes farmacorresistentes donde esta enfermedad tiene una mayor repercusión socio-sanitaria. El coste medio anual de los recursos utilizados por un paciente farmacorresistente en el Estado es superior a los 7.000€ y el número de pacientes con discapacidad por epilepsia en edad activa es superior a las 26.000 personas. Además, las crisis epilépticas suponen el 1% de las consultas en los Servicios de Urgencias y el 15% de las urgencias neurológicas, convirtiéndose en la segunda causa de atención neurológica en urgencias.

CONSEJOS PARA LOS PACIENTES CON EPILEPSIA EN LA PANDEMIA POR COVID-19

Los pacientes con epilepsia no tienen un mayor riesgo de infección de COVID-19, ni por la facilidad de infectarse ni por la gravedad de la afectación. En todo caso, se recomienda a los pacientes:

–          Tener suficiente medicación antiepiléptica en casa y no abandonar el tratamiento.

–          Tener una benzodiazepina de rescate en casa para prevenir la asistencia a urgencias.

–          En caso de aislamiento, el paciente con epilepsia debe estar vigilado estrechamente. Hay que asegurarse que puede comer, beber, dormir y tomar la medicación con regularidad.

–          Si no se trata de una urgencia, se recomienda no acudir al hospital sin cita y contactar antes con su neurólogo.

–          Contactar con el servicio de emergencias sanitarias ante las siguientes situaciones:

o   Una crisis convulsiva que dure más de 5 minutos.

o   La aparición de una segunda crisis convulsiva poco después de la primera.

o   Si ocurre una lesión durante la convulsión.

o   Si la convulsión se presenta cuando la persona está en el agua.

o   Si la convulsión ocurre en una persona que tiene otra enfermedad (diabetes, enfermedad cardiovascular, etc.) o está embarazada.

–          En caso de infección por COVID-19:

Será necesario un adecuado control de la temperatura. Al igual que ocurre con cualquier otra enfermedad febril, la infección por COVID-19 puede aumentar las crisis en una persona con epilepsia.

 Algunos medicamentos utilizados en el tratamiento de la COVID-19 pueden presentan interacciones con los antiepilépticos. Por ello, será necesario revisarlas a la hora de añadir o ajustar nuevos tratamientos.

Finalmente señalar que el “Registro de manifestaciones y complicaciones neurológicas en pacientes con infección COVID-19” que está elaborado la SEN, se han notificado varios casos de personas que han presentado crisis epilépticas, muchos sin antecedentes de crisis previas.  “Es probable, por lo tanto, y al igual que ocurre con otras enfermedades infecciosas como la gripe, que haya pacientes con COVID-19 que presenten crisis epilépticas en el seno de la infección, como una complicación secundaria de esta nueva enfermedad”, remacha el especialista de la SEN,Francisco Javier López.