Ayer, hoy y mañana

Seguramente muchos de ustedes estarán viendo en Euskal Telebista (ETB) los relatos que sobre la realidad entre Etiopía y Somalia nos están presentando reporteros de la cadena pública vasca. Hambruna, sequía, esqueletos de dromedarios y cabras muertos de sed, niños y niñas con el estómago hinchado por haber comido tierra y rostros de miles y miles de personas que cuando se levantan cada mañana no saben si ese día les tocará comer.

Milicias islamistas, policía que no interviene, ejército que está ausente, los cereales que no llegan por la invasión rusa de Ucrania, precio desorbitado de ciertas tecnologías por la guerra comercial China-EE.UU, ONGs que no pueden acceder a la zona por pura seguridad … Podríamos seguir sumando causas que explican estos horrores, pero los sufrientes serían siempre los mismos. Los ricos nos pegamos patadas en el trasero de los más pobres.

Y tras verlo, me retrotraigo a tres décadas atrás, porque son casi las mismas imágenes que pude observar en directo en el mismo escenario. Sequía, porque entonces el invierno se saltó siete ciclos seguidos de agua, hambrunas, el final de la guerra Etiopia-Eritrea con miles de mutilados de guerra vagando sin saber hacia dónde y pidiendo limosna en todos los sitios, miles y miles de niños y niñas huérfanos y, como ahora, las mismas imágenes dantescas que estoy contemplando hoy por televisión.

Aparte de escribirlas, reflejarlas en un libro, datarlas y fotografiarlas, se quedaron indelebles en mi retina; pero entonces soñé, o quise soñar, con que llegaría algún tiempo después una nueva era de responsabilidad humana y las cosas cambiarían.

Pero igual que ahora, también entonces vi no muy lejos de estos dramatismos, lustrosas limusinas, hoteles de hiperlujo, cadenas y abultados anillos de oro en algunos y safaris de alto copete. La duda ahora se me transforma en tristeza al ver que en 2023 se repite en gran medida lo de 1993 y, lo que resulta más desesperanzador, que estoy llegando a pensar si tal vez en 2053 no estaremos en una situación similar, si no peor.

Con frecuencia paro a reflexionar sobre aquello que vi, olí, palpé, sentí y sobre esto que veo hoy y que no quisiera ver mañana y encuentro un nexo de unión que no sé si es fácil de superar: la ambición humana, la inconmensurable ambición humana. Porque como decía Gandhi, «la Tierra seguramente sea capaz de producir para cubrir todas nuestras necesidades, pero no para satisfacer todas nuestras ambiciones». ¡Ojala, me equivocase!

El orden de factores sí altera el producto

Mujeres asesinadas solo por el hecho de ser mujeres.

Siempre que sucede el asesinato de una mujer y  el ejecutor se suicida posteriormente me viene esta inversión  de los factores matemáticos a la cabeza. En el caso del asesinato de María Luisa Larrañaga en Benidorm es clarísimo, si se llevaban mal, si tenían problemas, si habían discutido, si no se soportaban… cualquiera fuese la causa de este choque, el hombre podría haber decidido hacer “mutis por el foro” y marcharse él solo dejando a su esposa tranquila.

En una vorágine de sucesos que nos están repercutiendo de manera cada vez más cercana, la pandemia covid, la invasión de Ucrania, el precio de la energía, la carestía disparada de los alimentos, podría parecer que los problemas cotidianos han desaparecido porque no salen tanto en la primera de los noticiarios. Pero asuntos como la emergencia climática  o este de la discriminación por género, hasta el extremo de llegar al asesinato, no solo no ha desaparecido, sino que se mantiene latente y , a veces, en alza.

Desde hace una década se mantiene casi constante el número de mujeres asesinadas por el mero hecho de ser mujeres. No es por robo, no es por una herencia, no es por una discusión, no es por ninguna de las causas que normalmente se atribuye a los asesinatos. Es por el mero hecho de ser mujer, por estar en situación más desvalida, como si el viejo dicho de la estulticia masculina “la maté porque era mía”, se mantuviera más vivo que nunca.

Seguramente a todas y a todas se nos ponen los ojos como platos y la indignación nos arrebata cuando conocemos que la policía iraní ha matado a una joven por llevar mal colocado el velo. Me pregunto si en los asesinatos machistas contra mujeres, como los últimos que se han producido en Málaga, Palencia o Benidorm la excusa argüida por los asesinos es de mayor enjundia que la de la policía iraní para matar a una mujer por llevar mal colocado el velo.

¿No hubiera sido suficiente con decirle que se lo pusiera bien? O incluso mucho mejor decirle que se lo podía quitar. Lo dicho, el asesino de Benidorm podría haberse suicidado antes de matar a su mujer.

nekanelauzi25@hotmail.com, @nekanelauzirika

El bosque herido

Acompañada por la filósofa Begoña de la Cruz, José Ignacio Besga, Pte del Clúster de Ética del País Vasco y por la jurista Begoña Crespo, que hizo un giño en su atuendo a la profesora de ética del cuadro de Hopper

Me he despertado con la huelga del Metro de Bilbao y con el anuncio de otra huelga en Mercedes y con el preaviso de otras manifestaciones en otras otras actividades. El colofón de la mala noticia ha aparecido con el anuncio del índice de inflación de junio que supera el 10%, una cifra de dos dígitos, algo no visto desde 1985.

Pueden ser las consecuencias económicas de la postpandemia o de la guerra invasiva en Ucrania o de los múltiples intereses geoestratégicos de las llamadas potencias sin olvidar claro secuelas de esos intereses como los muertos en las fronteras norteamericana-mexicana o en la valla de Melilla.

Frente a estas realidades, ayer, asistí al encuentro del Foro de Ética sobre el bosque, no fue un encuentro económico, ni político, ni legislativo, ni tan siquiera científico, sino un encuentro desde la poética de los sentimientos que nos generan los árboles, los bosques.

Nuestros bosques está claro que nos fijan el suelo, nos proporcionan oxigeno y el agua que necesitamos, las frutas que comemos, las sombras que nos alegran los días y que dan cobijo a gran parte de la biodiversidad.

Casi todos hemos oído hablar de la deforestación de los bosques ecuatoriales, de la reducción masiva de las selvas amazónicas y algo más cercano: de los terribles incendios de hace quince días redujeron a cenizas la sierra de la culebra en Zamora o las secuelas que dejarán los incendios en San Martin de Unx, Óbanos, Leyre.

En la presentación del Foro: María Eugenia Salaberri, Jose Ignacio Besga y Carmen Miral

Los/as reunidos, capitaneados por José Ignacio Besga, presidente del Clúster de Ética del País Vasco, y con la participación de Carmen Miral, presidenta de Mujer siglo XXI, María Eugenia Salaberri, presidenta de la Asociación de Escritores del País Vasco, la jurista, Begoña Crespo y la filósofa Cristina de la Cruz, lloramos de tristeza por lo sucedido y de alegría por lo que nos proporcionan los bosques, pero como todas estas lágrimas no son suficientes para apagar los incendios, el Foro sobre El bosque herido no solo leyó poesía, sino que propuso activar todos los mecanismos para llevar a protocolo de derecho penal las actuaciones contra los bosques.

Se trata de poner al bosque como sujeto y que aquellos que lo agredan tengan que responder no solo administrativa y civilmente, sino también en el plano penal. Porque los bosque nos hablan y nuestra obligación si queremos seguir habitando el planeta es escucharles. Aprendamos su lenguaje.

¿Qué canciones han tocado tu corazón?

#ComparteRitmo, el reto solidario.

Coincidiendo con el Día de la Música, el pasado 21 de junio, arrancó el reto solidario #ComparteRitmo, una campaña creada para visibilizar las cardiopatías congénitas llenando las redes sociales de canciones de corazón.

La iniciativa se prolonga hasta el próximo jueves -por lo que todavía se está a tiempo de participar- anima a todo el mundo a compartir a través de sus perfiles de Instagram y Twitter, los temas musicales que, por alguna razón, han tocado su corazón.

El objetivo es benéfico: por cada post, #Cardiva activará una donación de 5 euros (hasta un máximo de 3.000) a favor de la Fundación Menudos Corazones, que destinará la ayuda a niñas, niños y jóvenes con cardiopatías congénitas y a sus familias.

Participar es muy sencillo: solo hay que cantar, tararear o poner un link a la canción en TW o IG y explicar por qué es el tema elegido, etiquetar la publicación con #ComparteRitmo, seguir y mencionar los perfiles de Menudos Corazones y Cardiva, y retar a alguien a que haga lo mismo.

La campaña va a involucrar a las familias de Menudos Corazones, a especialistas y a todo aquel que quiera llenar las redes de ´música con corazón por una buena causa. Todas las canciones publicadas formarán parte de una lista colaborativa de Spotify.

La cardiopatía es la patología congénita de mayor incidencia en el Estado. Cada día nacen 10 bebés con esta enfermedad, lo que supone más de 3.000 nacidos al año con un problema de corazón que será crónico. Las cardiopatías más graves requieren sucesivas intervenciones acompañadas de largas hospitalizaciones, así como revisiones periódicas que pueden prolongarse hasta la edad adulta. Otras cardiopatías necesitan intervenciones terapéuticas mediante cateterismo o cirugía y requieren revisiones cardiológicas periódicas

¿Qué canciones han tocado tu corazón? ¡Acepta el desafío y cuéntalo en tus redes sociales!

Un Cluster que nos alimenta y produce riqueza en Euskadi

Jon Ander Egaña y Manu Giner, director y presidente del Basque Food Cluster respectivamente.

Alrededor de 400 empresas de alimentación y de tecnología de la alimentación de Euskadi se han dado cita esta mañana, en el Cluster Eguna 2022, en el BEC de Bilbao para mostrar lo mejor de su producción, de sus formas de hacer y de servir a los/las consumidores. Pescados, carnes, quesos, vinos, leche, dulces, pan, unos envasados otros al natural… todo un abanico de alimentos producidos, tratados, envasados y puestos en el lineal de su tienda o mercado más cercano.

Todo lo que el Basque Food Cluster ofrece para que la alimentación de hoy día sea atractiva, más sencilla y, por supuesto, sostenible, con un impacto mínimo sobre el medio ambiente. En momentos de gran incertidumbre en los que vivimos, tanto por la pandemia como por la guerra de Ucrania y los derivados de orden financiero, económico y social, es de agradecer el esfuerzo del Basque Food Cluster que están trabajando duro y apostando fuerte, evidentemente por mantener el negocio que sostiene, entre puestos directos e indirectos a 140.000 personas en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV), pero añadiendo ese plus de cercanía y de buen hacer con productos de la casa.

Este es el leit motiv de este Cluster de empresas que apuestan por lo cercano en la seguridad de que la ciudadanía también se inclinará por sus productos, porque además de calidad y de repercusión económica/laboral añade el plus de la sostenibilidad y mínimo impacto sobre el medio ambiente.

En el ClusterEguna2022 se retomó la Exposición-Degustación de productos y servicios de las empresas asociadas

La industria de Alimentación y Bebidas (IAB) de Euskadi registró en 2021 ventas internacionales por valor de 1.129 millones de euros, lo que supone un aumento del 2% respecto al año anterior. Así lo han puesto de manifiesto Manu Giner y Jon Ander Egaña, presidente y director de Basque Food Cluster, con motivo del Cluster Eguna 2022, el encuentro anual del sector alimentario vasco.

La empresa Agour y sus excelentes quesos y dulces.

La edición de este año ha sido muy especial, ya que era la primera que se celebraba tras el parón obligado por la pandemia, ha tenido como lema “La sostenibilidad como palanca para la mejora de la competitividad”, un ámbito de oportunidad para el sector sobre el que ha versado la jornada profesional.

Asamblea y degustación

El evento celebrado en el BEC ha acogido también la Asamblea General de Socios/as de Basque Food Cluster, asociación referente del sector de la alimentación de Euskadi que cuenta en a actualidad con 123 empresas y organizaciones, pertenecientes a toda la cadena de valor. Asimismo, se ha retomado la exposición-degustación de productos y servicios de las empresas asociadas, un espacio convertido con los años en el principal punto de encuentro de la cadena alimentaria vasca.

La firma vasca Okelan mostrando uno de sus productos estrella el steak tartar.

“El consumidor tras la pandemia ha cambiado y cada vez está más concienciado con la sostenibilidad”, sentenció Jon Ander Egaña, al tiempo que puso al consumidor en el centro de todas las estrategias diseñadas por el Cluster.

Por su parte, Manu Giner hizo especial hincapié al señalar que las empresas del sector “tienen que ser capaces de gestionar con incertidumbre, porque vamos a vivir en constante incertidumbre”.

Consumo sostenible

El turno de ponencias se inicio con el “Informe del consumidor sostenible”, a cargo de Xabier Cros. Del mismo se desprende que a la hora de llenar la cesta de la compra gana terreno entre los consumidores vascos los productos sostenibles. Aunque el precio sigue siendo el principal freno que argumentan las personas para adquirir los productos sostenibles. Sin embargo, también aseguran estar dispuestas a pagar “hasta un 5% más” por este tipo de productos”.

La firma Bidassoa y sus excelentes cervezas

A continuación tuvo lugar una mesa-debate sobre “La sostenibilidad en la gran distribución”, moderada por el director de Basque Food Cluster, Jon Ander Egaña y, por último, se presentó la herramienta para el autodiagnóstico para la implantación de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), creada en el marco del Proyecto ODSFOOD, con la financiación de la Diputación foral de Gipuzkoa.

Esta herramienta digital permite a la empresa conocer su punto de partida y los avances en la transición hacia un modelo más sostenible, aunando objetivos medioambientales y sociales, además de económicos. Finamente, la jornada ha sido clausurada por la  consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia.

La consejera vasca puso en valor iniciativas y jornadas como la del Cluster Eguna 2022 y alabó el trabajo realizado por el Cluster, al tiempo que reconoció el esfuerzo realizado por las empresas de este sector vasco para innovar y seguir adelante.

Algunas grandes cifras

Entre las grandes cifras de la industria de Alimentación y Bebidas (IAB) de Euskadi, referida a la industria transformadora, destaca el incremento del 24% registrado en las exportaciones en 2021; las ventas en el extranjero alcanzaron los 1.129 millones de euros, repuntando notablemente tras el ligero descenso del 3% del 2020 (910 millones de euros).

La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, Arantza Tapia.

Según los datos oficiales referidos al ejercicio 2020 (el último registrado), casi una cuarta parte de las ventas totales de la industria alimentaria vasca tuvo como destino países extranjeros (el 23% del total). Del resto, el 26% se quedaron en Euskadi, y el 51% fueron al resto del Estado.

Respecto a la cadena de valor de la alimentación en Euskadi en su conjunto, conformada por la suma del sector primario, la industria transformadora, la distribución y comercialización, y HORECA, representa el 10,7% del PIB vasco y de empleo directo a cerca de 140.000 personas.

A consumir productos del entorno cercano, que crean riqueza en el país y buen provecho