Llovía a cántaros, hacía fresco, pero los ánimos estaba a tope. Buen humor, eso es lo que había en las calles de Bilbao durante la disputa del cross. Calles, por cierto que se componían de tres cosas: «galipó», baches y falta de aparcamiento. De alguna todavía no nos hemos curado, que se le va a hacer.
Calle Iparraguirre, al final se puede ver que no hay ni rastro del Guggenheim ni de Puppy.
La alhóndiga, todavía en funcionamiento, enfrente, la DYA y los boteros.
Siempre hay algún «infiltrado», este seguro que vino a copiarnos la logística para luego hacer algo parecido en La Concha. No se puede uno fiar……
Agur