Discurso del rey: eso se lo dice usted a la parejita


Ayer  24 por la noche, y como todos los años tuvimos el discurso del rey, aunque él solo lo lea pastosamente.  En la monarquía británica, la reina habla en nombre del gobierno. Aquí no sabemos quién es el redactor del discurso y si el rey sugiere algo. Yo creo que lo suyo es solo leer. Por eso todo es un misterio  en esa Casa que en contrapartida, diga lo que diga, siempre tiene  el fervoroso y entregado aplauso de todos los medios de comunicación españoles y de los dirigentes socialistas y populares. Es  el guión de todos los años.  Poco se suele decir del NO-DO previo que emite TVE con tal cantidad de incienso que es difícil permanecer cinco minutos escuchando semejante cuento de hadas, donde la parejita (Felipe y Leticia) tienen su consabido espacio así como Cristina y Elena y los guapos nietecitos aunque  siempre hecho en falta un tratamiento especial para Don Leandro, ahora que el pobre anda malito.

Sobre el discurso en sí, poco que decir.  El clásico y aséptico  recuento de tópicos, el saludo a los militares desplazados en el exterior y a los policías, y la despedida hierática, sin una alusión, la mínima, al saludo en euskera, catalán y gallego.  Mucho rollo con eso de la monarquía integradora para actuar siendo lo que es: una monarquía castellana, bastante mal educada.  Pero, en el fondo, mejor.  Malo sería para el republicanismo un rey sensible a los hechos diferenciales.  En este renglón pues, estamos como todos los años, es decir, bien.

Y finalmente, la supernovedad.  En la Villa y Corte y en todas las redacciones de los medios españoles que llevan incorporado el botafumeiro, hoy  solo se comenta la afirmación rotunda y elevando la voz que nos lanzó  al final del discurso  diciendo con voz sonora que él, como Franco, morirán siendo rey.  Pues muy bien, pero a nosotros no nos lo cuente.  Dígaselo usted a la parejita y a los secretarios de sus queridos hijos que son los que le están moviendo la silla o el trono y los que quieren usar El Bribón.  Son ellos los que viajan a todas partes, inauguran Cervantes, asisten a tomas de posesión, y hasta  quieren comprar un piso en la Gran Vía de Bilbao para no dejarle al alcalde  Azkuna inaugurar nada sin ellos. Que se lo digan a Blanco al que no de dejaron inaugurar esta semana  solo el AVE a Cuenca.  Dígaselo a los ciudadanos de Girona que ahora utilizan el nombre de su ciudad para crear una peana del principado de Girona para mostrarnos lo catalán que es.  Confío en que Laporta y Toni Strubell logren se rechace esta plataforma tan absurda y vejatoria. Es pues la parejita a la que tenemos hasta en la sopa yendo y viniendo.  Es Leticia, que ya tiene un fondo de armario considerable, no estando contemplada en la constitución la figura del heredero más que a la hora de la sucesión, y, mucho menos, su plebeya esposa.  El resto se lo ha inventado la Casa Real con el aplauso de un Zapatero más monárquico que Peñafiel.  Por lo que eso de que usted sigue, dígalo en casa a ver si se enteran, porque lo demás lo veo como el 23-F, con el uniforme puesto, dando un golpe de estado contra la parejita.

Por lo demás, nada con sifón. Un 25 y un 26 cargado de almibar, melcocha, incienso y mirra. El negocio, rodeado de censura, continuará. Feliz Año Majestades. (Melchor, Gaspar y Baltasar).

El marketing navideño de la Zarzuela que pagamos todos

“El Futuro de la Familia Real» es el título que le daba el muy monárquico El País a la colección de tres fotografías navideñas, solo de críos, ilustrado con este pie:

El futuro de la Familia Real

 

“La Casa del Rey colgó en su página web las felicitaciones navideñas de la Familia Real, todas ellas desprovistas de motivos religiosos, excepto la de la Infanta Elena, que aparece con sus hijos en la Plaza del Obradoiro después de haber realizado un tramo del Camino de Santiago. Los Príncipes de Asturias y los Duques de Palma han escogido las fotografías de sus hijos que pueden verse sobre estas líneas”.

Es claro lo que se pretende. Que se sepa que ahora que está enfermo el rey, le toca pronto a Felipe, pero que hay saga para rato. Y que la monarquía española no es una institución caduca sino que tiene ocho cachorros esperando su turno. Y todos unos críos, graciosos y guapos. Eso sí. La felicitación viene en castellano, inglés y francés. EI euskera, el catalán y el gallego, en un estado cooficial y hechas las tarjetas con dinero público, no existen. No me digan que esto, a pequeña escala, no es como la chulería de los controladores. “Somos la familia del poder nos puso ahí Franco, y hacemos lo que nos da la gana”. Y encima el abuelo nos dará el turre el día 24 y ETB lo transmitirá. ¡Y que Viva España!.

Un Rey muy duro de mollera

Hoy hemos tenido en Bilbao a la parejita principesca. Todo el tráfico paralizado. Pero ¿quiénes son estos señores?. Absolutamente nadie. Solo son hijos de su padre y como éste está algo delicado de salud y hay que acostumbrar al personal a que después de Juan Carlos, está ahí Felipe, los tenemos hasta en la sopa. Cuatro veces en tres meses. Y cuenta con toda la cobertura mediática, entre ellos, y sobre todo, EL PAIS.

El periódico monárquico por excelencia en España no es el ABC de los Luca de Tena, sino El País de Cebrián. El ABC es hoy un periódico de la extrema derecha. La prueba está en que se les acaba de ir el columnista Valentí Puig a La Vanguardia harto de la línea editorial del periódico de la grapa.

Pues bien. El País hacía la crónica del 12 de octubre, día de la Hispanidad. Tras el abucheo del desfile, se  fueron, los llamados vips al Palacio Real donde el rey departió en corrillos y con la prensa aunque desde la Casa Real se les dice a los políticos que no hagan confidencias a los periodistas ya que el protagonista es el heredero de Franco. Si a mi me hubieran dicho eso, hubiera hablado hasta por los codos. Y eso que estaba invitado, junto con mis compañeros. Nunca voy. Pues bien en la crónica era aludido por eI País de esta vasallesca manera:

“El único contemporáneo a todos ellos, desde su actual cargo, era precisamente el anfitrión. Con el parte médico que certifica su total recuperación de la intervención quirúrgica que sufrió en mayo y tras una mañana agotadora de honores militares y besamanos, el Rey echaba cuentas de que el próximo 22 de noviembre cumplirá 35 años de reinado. Muchos años. Incluso para los reyes, que no miden su tiempo en crisis de Gobierno ni en legislaturas, sino en generaciones. El aniversario, según fuentes de la Casa del Rey, se celebrará en familia, sin alharacas, para las que no está la situación económica del país”.

Pues no. El rey, en todo caso como rey constitucional es rey a partir de la aprobación de la Constitución en 1978 fecha en la que nos lo colaron por detrás, en el mismo paquete y sin referéndum, no  ese comentario poco democrático  de que es Jefe del estado  a los dos días de fallecido el dictador y ante los Procuradores franquistas.

Eso que dice de los 35 años se refiere a  al 22 de noviembre, dos días después de muerto Franco que lo dejó ahí  a titulo de sucesor. Lo incomprensible es que  éste señor sea  tan metepatas y  siga considerando que su reinado legítimo empieza cuando Franco le dio la luz verde, es decir, el 22 de noviembre, no el 8 de diciembre de 1978 cuando se aprobó en referéndum la Constitución.

Cuando en  el año 2005 cumplió treinta años de reinado, según él, quiso celebrarlo  aquel 22 de noviembre pero la bronca que le montamos impidió que lo hiciera. Le dijimos que hiciera bien las cuentas.

Pero este hombre sigue insistiendo en que el 22 de noviembre de 1975,  como dice El País, es su gran fecha. Todo un demócrata.

  Ya se sabe. Lo que “Natura non da, Salmantica non presta”-