Adentrarse en el valle de Sastarrain, en Zestoa (Gipuzkoa), es como sumergirse de lleno en un cuento mágico, donde parece que en cualquier momento pueda aparecer algún ser mitológico o fantástico por el camino. Durante el paseo por este pequeño y encantador valle, un riachuelo cantarín acompaña el recorrido, junto con el verde de los montes y montañas, y caseríos y palacios de otra época, como el de Lili cuyos orígenes se remontan al siglo XVI. Y qué mejor excusa para acercarse hasta aquí que para celebrar los 55 años del descubrimiento de una de las cuevas prehistóricas más impresionantes que poseemos, la de Ekain. Fue descubierta el 1 de junio de 1969 por Rafael Rezabal y Andoni Albizuri. Un hallazgo impresionante de pinturas rupestres, que datan del período Magdaleniense (hace entre 14,000 y 10,000 años), tal es su valor que fue reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 2008.
Al fondo del valle es donde se encuentra la cueva de Ekain que alberga uno de los tesoros más preciados de nuestra cultura. Y es que es realmente increíble la cantidad de pinturas rupestres que conserva este lugar. No solo es fascinante que hayan perdurado tantas y en tan buen estado, sino que, además, son de una belleza extraordinaria, dignas de cualquier museo. A mi entender, son grandes obras de arte que cualquier amante de la cultura debería conocer.
Por su enorme importancia histórica y fragilidad, las cuevas originales fueron cerradas al público. Sin embargo, en Ekainberri, una réplica construida muy cerca de las originales, han sabido trasladar toda la magia y el misterio de aquel lugar. Entrar a la réplica es como atravesar un portal hacia la época prehistórica.
Foto: Ekainberri
La guía, de la cual me quedé con ganas de preguntarle su nombre, nos transportó plenamente con su charla a otra época donde los protagonistas eran la caza, el fuego y los animales salvajes. La hora de recorrido fue divertida, a la par que didáctica, me olvidé por completo de que estaba en un espacio recreado; todo parecía tan auténtico que era fácil imaginar a nuestros ancestros creando esas obras bajo la tenue luz de una hoguera.
Lo que más me impresionó fue la abundancia de caballos representados en las paredes, o mejor dicho, yeguas. Se mezclan con bisontes y, en un rincón especial, hay un dibujo conmovedor de una osa con su cría. Según la guía, estas figuras tenían un fuerte significado espiritual para los habitantes de Ekain. Lo curioso es que, aunque las tribus de aquella época visitaban la cueva durante la temporada de caza, parece que no lo hacían para cazar caballos, sino ciervos. Esto ha llevado a pensar que los caballos, especialmente las yeguas, tenían una conexión mística con ellos.
El simbolismo del caballo es intrigante: ¿cuál sería su significado? Lo cierto es que ahora no puedo dejar de ver a nuestros amigos equinos con otros ojos tras la visita a Ekain. En el caso de la osa y su cría, también es un misterio qué representaban para aquellos pueblos. Estar en aquel espacio invita a reflexionar sobre la forma en que nuestros antepasados interpretaban la naturaleza y su lugar en el mundo, buscando no solo sobrevivir, sino también comprender su entorno desde una perspectiva espiritual.
Foto: Ekainberri
Más información: Ekainberri
HORARIOS
La visita a Ekainberri se puede realizar durante todo el año y ¡es el plan perfecto para un fin de semana en pareja, familia o grupo! Todas las visitas a Ekainberri son visitas guiadas, por lo que te recomendamos comprar las entradas online y de antemano.
Enero, febrero y marzo:
- Martes y miércoles: 10:00-14:00
- De jueves a domingo: 10:00-18:00
Abril, mayo, segunda quincena de septiembre y octubre:
- De martes a viernes: 10:00-18:00
- Sábados y domingos: 10:00-19:00
Junio, julio, agosto, primera quicena de septiembre:
- De martes a domingo: 10:00-19:00
Noviembre y diciembre:
- De martes a domingo: 10:00-18:00
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