Agroviajeros

Hace unas semanas tuve la suerte de pasar unos momentos muy agradables con gente elaboradora y amante de la leche de oveja y sus derivados, empezando por el exquisito queso Idiazabal, pasando por su nutritiva leche y acabando en un postre muy nuestro, la cuajada. En breve os lo contaré todo porque tenemos ya un nuevo Agroviajeros TV. Al final del post os dejo un pequeño avance.

Fotos: Diego Dal Santo.

Os tengo que confesar que tenía bastante olvidada a nuestra querida cuajada. Poco a poco el yogur ha ido tomando espacio y la hemos ido relegando, yo por lo menos, a los postres de los menús de los restaurantes, y la verdad no entiendo muy bien por qué. Ya os estaréis dando cuenta que la comparativa de estos dos productos no va a ser muy objetiva que digamos.

La cuajada se puede elaborar con leche de vaca, de cabra o de oveja e incluso se pueden mezclar los diferentes tipos de leche. Pero si queremos hablar de la cuajada de toda la vida, tendríamos que hacerla con leche de oveja. En tierras vascas tenemos la suerte de poder encontrar leche de oveja pasteurizada en los supermercados, eso sí, se agota en seguida.

Uno de los puntos fuertes de la cuajada es que es muy, pero que, muy sencilla de elaborar. Es decir, puedes comer un postre casero con cero azúcares añadidos, sin conservantes, ni colorantes, en tan sólo veinte minutos. Un postre totalmente libre de químicos, un valor en alza, ya que por desgracia hoy día no sabemos muy bien lo que comemos. Eso de poder hacerlo tú en tan poco tiempo no solo es una maravilla sino que anima a mucha gente a entrar en la cocina, ese lugar que seguro que a muchos les despierta, como a mí, un sentimiento de amor-odio.

Para elaborar la cuajada hay que calentar la leche pasteurizada a 30-40ºc (¡no tiene que hervir! si no no cuaja), se le añade cuajo animal totalmente natural que también venden en los supermercados, echamos unas gotitas de cuajo en los tarros de barro, vertemos la leche caliente, dejamos reposar 15 minutos, y ¡ya está! ¿Fácil? No, chupado. Le podemos añadir miel, azúcar, solas también están buenísimas. Además, las podemos hacer de canela, de limón,… todo es cuestión de añadir ingredientes cuando estamos calentando la leche.

¿Y cual es el valor nutritivo de la cuajada?

Es muy similar al de la leche de la que procede. Aquí os van algunas propiedades de la leche de oveja:

• Es más digestiva que la de vaca.
• Tiene un alto valor energético ya que contiene el doble de grasa que la de vaca, pero esta es más baja en ácidos grasos saturados.
• Posee un 80% más de calcio que la de vaca.
• Es la que menor colesterol tiene de todas las leches procedentes de animal.
• Es muy rica en hierro.
• Tiene vitamina A y vitamina C a tope.
• Como la haces tú puedes comerlas sin azucares añadidos, para mi esto último es un valor muy importante. Los yogures de sabores son azúcar puro.

La única pega que le veo a la cuajada es que no tiene fermentos lácteos como el yogur ya que su leche no fermenta. Aunque también se podría elaborar yogur con leche de oveja, pero confieso que no lo he probado aún. Realmente este post podría haberse llamando leche de oveja versus leche de vaca. Pero lo he hecho así porque la cuajada tradicionalmente se ha elaborado con leche de oveja y el yogur con la de vaca.

Vamos a por el yogur de leche de vaca.

Propiedades del yogur; hablaros de las propiedades del yogur es redundar en lo que seguro habéis leído mil veces. Aprovecho la ocasión para comentar que creo que se consumen demasiados productos lácteos y dudo que el yogur sea una cosa que hay que tomar todos los días. De hecho, ingerimos demasiadas proteínas procedentes de la vaca. La fruta como postre para mí sigue siendo la mejor opción. Dicho esto, aquí os van las propiedades del yogur:

• La primera y más importante son sus fermentos lácticos que nos aportan todas estas cosas: Contribuyen a la mejora del sistema inmunológico, activando las defensas naturales del organismo; protege el estómago cuando se toman ciertos medicamentos, ayudando por ejemplo a eliminar los efectos negativos de los antibióticos.
• Disminuye los efectos de la gastroenteritis.
• Actúa sobre la flora intestinal, mejorando su funcionamiento.
• Tiene calcio y un alto valor nutricional.

Cada uno que elija la opción que más le guste. Alternar estos dos productos como postre e incluir fruta seguro que es la mejor opción.

Allá por el siglo III nació en la isla de Sicilia una bella muchacha cristiana llamada Águeda o Ágata. Durante la persecución de los cristianos promovida por el emperador Decio (250-253), el Senador Quintianus aprovechó la ocasión para intentar poseerla. Pero sus esfuerzos fueron en vano, la joven se negó a ello por ser cristiana. El pretendiente, enloquecido por la ira, torturó a la chica hasta llegar a ordenar que le cortasen los senos. Tras largas torturas y sin abandonar nunca su fe, murió en prisión el 5 de febrero del 251. Los cristianos le dieron sepultura en un lugar privilegiado en lo que hoy ocupa la catedral de Catania.

Así reza la triste historia de esta Santa a la que a los vascos nos une una de nuestras tradiciones más populares. Casualmente este verano estuve visitando sus restos y su capilla en esta bella catedral siciliana, una auténtica joya del barroco italiano. Poco queda ya de la obra de la época de la Santa, ya que el monumento ha sido varias veces remodelado debido a los terremotos y erupciones a los que se ve sometida la isla.

 

En los pueblos y ciudades vascas la víspera del 5 de febrero, día de la muerte de la Santa, es habitual escuchar coros y cuadrillas cantando de plaza en plaza y de barrio en barrio su canción. A cambio, los vecinos donan dinero que luego será utilizado para distintas causas. En la zona de Arrasate, la recaudación servía para ayudar al Hospital que lleva el nombre de la siciliana, el de Santa Agueda. Lo cierto es que está tradición seguramente poco o nada tiene que ver con nuestra joven Santa. Muchas tradiciones vascas tuvieron que tomar forma cristiana para que fueran preservadas. Algo por el estilo le debió de suceder a la víspera de Santa Agueda o Agate Deunaren Bezpera.

La canción se suele acompañar de bastones y palos (makilas) con los que se golpea el suelo rítmicamente. Y es precisamente estos golpes rítmicos y al unísono lo que a los antropólogos les ha llevado a pensar que puede tratarse de una llamada a la tierra.

La naturaleza ha permanecido dormida durante semanas, semanas que se hacen eternas con tan poca luz y frío. Tanto los antiguos habitantes del hemisferio norte como nosotros los contemporáneos, a estas alturas del invierno, nos sentimos cansados de los largos días de poca luz y del frío. Los antiguos seguramente pesaron que unos golpes fuertes en el suelo irían desperezando a la tierra para que así la naturaleza fuese abandonando su larga letanía y dar comienzo pronto a la primavera. Estos barnices precristinanos están presentes en muchas tradiciones. Por ejemplo, en el caso que nos ocupa, el de Santa Águeda, se representa a menudo como un animal en forma de una cabra o gata. En Ablitas, Navarra, se pensaba que en esta víspera se decidía el reparto de tormentas para el próximo año.

Resurrección María de Azcue recogió en Barcus (Zuberoa) la siguiente leyenda: «A pesar de ser día de Santa Águeda, el ama de casa se puso a hacer una hornada. Un gato le cogió y comió un pedazo de masa de pan.

– Quita de ahí, gato -dijo ella-, y entonces Santa Águeda dio por respuesta:

– No soy Gata, pero sí Santa Ágata (Águeda), y mira hacia atrás y vio luego que la casa ardía. Por eso aquí en el día de Santa Águeda no solían hacerse trabajos ni de horno, ni de lavado«. (Fuente: http://www.euskomedia.org)

Son tradiciones milenarias que han llegado a nuestros días algunas en forma de canción. No sé vosotros pero yo le dí bien fuerte al suelo el día de su víspera, estoy deseando que llegue el buen tiempo. ¡Feliz comienzo del fin del invierno! ¡EUP!

 

Una de las canciones más cantadas es la siguiente:

«Aintzaldu daigun Agate Deuna
bihar da ba Deun Agate,
etxe honetan zorion hutsa
betiko euko al dabe.
Deun Agatena batzeko gatoz
aurten be igazko berberak,
igaz lez hartu gagizuez ta
zabaldu zuen sakelak…
Aintzaldu daigun Agate Deuna
bihar da ba Deun Agate,
etxe honetan zorion hutsa
betiko euko al dabe.
Zorion etxe hontako denoi
oles egitera gatoz,
aterik ate ohitura zaharra
aurten berritzeko asmoz
Aintzaldu daigun Agate Deuna
bihar da ba Deun Agate,
etxe honetan zorion hutsa
betiko euko al dabe.
Ez gagoz oso aberats diruz
ezta ere oinetakoz,
baina eztarriz sano gabiltza
ta kanta nahi degu gogoz
.
Aintzaldu daigun Agate Deuna
bihar da ba Deun Agate,
etxe honetan zorion hutsa
betiko euko al dabe.
Santa Ageda bezpera dogu
Euskal Herriko eguna,
etxe guztiak kantuz pozteko
aukeratua doguna.
Aintzaldu daigun Agate Deuna
bihar da ba Deun Agate,
etxe honetan zorion hutsa
betiko euko al dabe.
Orain bagoaz alde egitera
agur dautsugu gogotik;
Agate Deuna bitarte dala
ez eizue izan kalterik… IEUP!!

—-Traducción——–

Tengamos gloria Santa Águeda
Mañana es pues Santa Águeda,
en esta casa la felicidad está vacía
para perpetuar en euskera el cambio.
Para Santa Águeda a venir reunimos
este año pues los mismos del pasado,
el año pasado nos cojistes y nos
ampliaste el bolsillo.
Tengamos gloria Santa Águeda
Mañana es pues Santa Águeda,
en esta casa la felicidad está vacía
para perpetuar en euskera el cambio.
Felicidad en esta casa haya a los que
a saludarte venimos,
puerta con puerta la costumbre vieja
este año con intención de renovar.
Tengamos gloria Santa Águeda
Mañana es pues Santa Águeda,
en esta casa la felicidad está vacía
para perpetuar en euskera el cambio.
No estamos muy ricos por dinero
tampoco por los pies,
pero de garganta bien andamos
y por voluntad cantamos a gusto.
Tengamos gloria Santa Águeda
Mañana es pues Santa Águeda,
en esta casa la felicidad está vacía
para perpetuar en euskera el cambio.
La víspera de Santa Águeda tenemos
el día del País Vasco,
todas las casas para alegrar por cantos
elegidas las tenemos.
Tengamos gloria Santa Águeda
Mañana es pues Santa Águeda,
en esta casa la felicidad está vacía
para perpetuar en euskera el cambio.
Ahora sí vamos a marchar
a saludar todos desde la voluntad;
mientras entre Santa Águeda
no hagáis el mal… ¡¡IEUP!!»

Fuente: Blog de Garbiñe Salazar

Creo que es bastante evidente en todos mis post que soy una enamorada de los animales y, en especial, de los perros. Llevo toda mi vida rodeada de ellos y en los últimos cinco años he tenido la suerte de compartir mi vida con una pastora vasca de la que siento devoción. Digo compartir porque no creo que convivir con un perro tenga nada que ver con un tema de posesión.

Información: www.pastorvasco.com

El pastor vasco es una raza de esas con las que hemos convivido toda la vida pero que en realidad casi no conocemos. En cuanto me puse a investigar un poco acerca de esta raza tan nuestra, me llevé muchísimas sorpresas. Este animal oriundo de las montañas vascas tiene el honor de ser una de las razas más antiguas que existen. ¡Toda una sorpresa! ¿a que sí? Y entre los perros pastores el más antiguo de todos. Se han encontrado restos óseos de perro junto a fósiles prehistóricos por lo que se cree que tiene al menos 12.000 años de antigüedad. Hay teorías que dicen que del Neandertal aprendimos a estrechar lazos con los animales. Y es que a medida que más sabemos de ellos, más habilidades les atribuimos, así que quien sabe si sea otro de los regalos de nuestros primos lejanos.

A pesar de su solera, no fue reconocida como raza oficial por la Real Sociedad Canina hasta el año 1995. Está en peligro de extinción, de hecho, hoy día es difícil encontrar perros de raza pura. Una de las razones por la que han llegado pocos ejemplares hasta nuestros días es el continuo ataque de lobos que han sufrido durante años los rebaños en los montes. En Gipuzkoa y Navarra, los mastines, más grandes y fieros, fueron poco a poco quitando el puesto a nuestros pastores. En Araba y Bizkaia, en cambio, se conservaron hasta nuestros días, en parte debido a que alternaban las labores de pastoreo con la guarda del caserío.

Los expertos nos cuentan que hay dos clases; Gorbeikoa, oriundo del monte Gorbea y de color rojizo, e Iletsua. Mi compi de aventuras, Sorgin, es Iletsua, como su nombre indica en euskera, tiene más pelo y este es de tono rubio. Son perros pastores, así que sienten devoción por su rebaño, viven por y para ello pero también son increíbles como compañeros.

Les encanta jugar, pasear, correr y ¡mueven muchísimo la cola! Son muy alegres, también sociables, inteligentes, trabajadores y son muy obedientes (cualidad importante si es tu primer perro). Interactúan mucho con las personas debido a que tienen que estar pendientes de lo que el pastor les diga en cada momento y así formar un tándem para manejar adecuadamente al rebaño, por lo que es un perro de lo más fiel. Una cualidad de la que la nobleza del siglo XVI pronto se dio cuenta, ya que se les puede ver en pinturas de esta época, lo que demuestra que convivían con ellos y no solo se limitaban a pastorear. A partir del siglo XVIII también les podemos ver en los lienzos de Paret y Alcázar, Doré, Guiard y Arrue.

Su tamaño es mediano; los machos miden entre 47 a 61 centímetros y las hembras unos pocos centímetros menos. Su peso está alrededor de los 18-36 kilos y las hembras no llegan a los 20 kilos. Tiene constitución fuerte y le gusta muchísimo el monte y la naturaleza. Es un compañero de senderismo ideal. Desde hace algunos años se están haciendo grandes trabajos para recuperar la raza aunque el hecho de que sea tan local no juega mucho a su favor. Hoy día no llega a los 700 ejemplares. Es una grandísima pena porque es una raza con la que se corroboran de forma muy holgada todos los grandes tópicos como «perro, el mejor amigo del hombre», «compañero fiel», «más vale perro que llave» o eso de «cuanto más se conoce a los hombres, más se admira a los perros», (o más bien ¡¡más se quiere!!).

Termina el 2016 y toca hacer balance de lo vivido en este año; de lo bueno y de lo malo, de las lecciones aprendidas, de las metas conseguidas y de las que se han quedado en el tintero, y a este blog en particular le toca recordar los lugares naturales más impresionantes que ha visitado e ir preparando una nueva lista para el año que viene. En casa tenemos muchos lugares que, sin duda, podrían estar en este «top», pero como seguro que en alguna ocasión vuelvo, he decidido recordar esos sitios que por la distancia probablemente me costará volver a pisar. Así que aquí va la lista de los lugares naturales más impresionantes de este 2016 como Bangkok, volcán Etna, Islas Perhentian,… con algunas fotos que me había dejado en el archivo.

– Taormina, mucho más que su teatro greco-romano

Seguro que muchos han visitado o han oído hablar del teatro greco-romano de Taormina. Es una de las obras más importantes de la Magna Grecia. Cuando los griegos levantaban sus teatros, lo hacían aprovechando la geografía de los terrenos, de ahí que esté insertada en la naturaleza. Y siempre lo hacían donde las panorámicas del lugar fueran las mejores (la foto lo dice todo). Se encuentra en la parte más alta de esta ciudad siciliana, bajo el monte Tauro. Desde aquí se divisa el monte Etna y la línea de la costa del estrecho de Mesina. No ha habido civilización que más haya entendido la belleza artística de la propia naturaleza que la griega, ¿verdad?

Pero aunque esta obra clásica haga sombra al resto de este rincón de la isla de Sicilia, Taormina tiene además otros muchos encantos. En este punto de la costa la geografía se vuelve más abrupta, por lo que nos encontramos con acantilados, pequeñas calas e islotes encantadores como el de Isola Bella. Hoy día es Reserva Natural pero en 1890 fue adquirida por Lady Florence Trevelyan, sobrina de la Reina Victoria I del Reino Unido. Como su nombre indica, es bellísima. Las veces hace de península, según las mareas, y es otro de los grandes atractivos de este lugar del noroeste de Sicilia. Ha sido uno de los rincones más bonitos que he conocido a lo largo de este 2016. Sin menospreciar el resto de la isla, fue una de esas sorpresas inesperadas.

– Etna, el volcán bueno

Quizás más por imponente que por bello me sorprendió el gran volcán Etna. Pisarlo sabiendo que se encuentra activo, es una sensación extraña. Tengo que confesaros que me fascinan los paisajes volcánicos y ver los estragos que hace la fuerza de la naturaleza en la tierra. Son paisajes que tienen algo magnético. Sus más de 3.000 metros de altura lo hacen aún más fascinante. Es el volcán activo con mayor altura de la placa Euroasiática.

Aunque el Etna es uno de los volcanes más activos del mundo, pueblos y ciudades enteras viven en torno a él, ya que no se considera muy destructivo, a pesar de algún susto que otro. Además, su tierra es especialmente fértil debido a la gran actividad volcánica; son famosos sus vinos, huertos y frutales. Subiendo a las faldas del volcán os encontraréis con un centenar de pintorescos pueblitos rodeados de viñedos y de árboles frutales ¡Una de las otras maravillas de la isla!

– Bangkok también es naturaleza

Y si no que se lo digan a esta escultura que casi como si fuese un capricho de los dioses ha conseguido salvar la cabeza. Este año tuve la gran suerte de recorrer varios puntos del sudeste asiático. Cuando realizas estos grandes viajes te das cuenta de lo ruin que es el calendario, los días se te hacen cortos y las semanas pasan volando. Te quedas con ganas de recorrer más mundo y seguir  vagabundeando por semanas. Además siempre te topas con gente que te cuenta que lleva meses viajando y no puedes más que morirte de la envidia. Uno de los lugares donde más tiempo pasamos por ser un buen lugar para las conexiones de los aviones fue en Bangkok. Sinceramente la ciudad no nos gustó mucho, pero sí algunos de sus rincones como estas ruinas.

Nos encontrábamos en Wat Mahathat, situado en la ciudad de Ayutthaya, antigua capital de Siam. Está a una hora en tren de Bangkok. Nadie sabe cómo llegó esta cabeza de Buda a incrustarse en el tronco de un árbol de higos. Algunos dicen que la escondieron allí para evitar que se la llevasen los cazatesoros. Otros cuentan que la cabeza de piedra de arenisca cayó de una estatua y aterrizó justo en el árbol o que fue dejada allí por un ladrón que no podía transportarla. Sea como fuere, se ha convertido en uno de los lugares de parada obligatoria de toda Tailandia. Y sin duda merece una visita aunque el templo entero no se queda atrás.

Otro de los puntos fuertes de Bangkok por ser un lugar muy curioso y también por su naturaleza, y que todos los que hayáis visitado la capital de Tailandia seguro que lo conocéis, es el Mercado Flotante. Es, como la palabra indica, flotante, es decir que la compra-venta se realiza sobre el agua, en barcas como esta. Para llegar allí tienes que alquilar una de esas e ir en busca de los productos. Está en activo desde el siglo XVIII, aunque dado lo curioso que es, en los últimos años ha dejado de ser un lugar donde comercializar con frutas y verduras para convertirse también en un punto de atracción turística.

Puedes encontrar frutas, especias, tallas de madera, regalos, todos de calidad. Aunque no compres nada, un paseo por el mercado y todos sus canales es toda una aventura. Fue una experiencia muy bonita, sobre todo cuando nos salió a saludar un lagarto gigante ¡verde fosforito! La pena es que no nos dio tiempo a sacarle una foto. Era uno más en esta locura de ir y venir de lanchas y comida. Con el que sí nos sacamos una fue con nuestro simpático chofer. Después de pasar toda una mañana recorriendo el mercado con él, tocaba foto.

 

Si vais a esta capital, la más poblada del país con casi doce millones de habitantes, no os asustéis. En un primer momento parece caótica y con poco encanto, pero ya veis que no es así, está repleta de lugares naturales muy bonitos como estos.

– Con los habitantes de la jungla más antigua del planeta.

Otro de los lugares que me ha impactado este año ha sido la jungla de Malasia. En este país la palabra contraste se queda corta. Es un lugar no muy conocido aún por el turista occidental pero eso no quiere decir que no tengan muchas de las comodidades de los países de Europa. Es un lugar confortable para conocer a fondo este rincón del planeta, ya que las carreteras, la sanidad (algunos la sitúan como la tercera mejor del mundo) y la seguridad están al nivel de algunos países llamados del primer mundo, con el aliciente de que además el turismo aún no está sobrexplotado, como en la vecina Tailandia.

Está lleno de lugares para ver como la moderna capital, Kuala Lumpur, o la elegante ciudad colonial de Malaca, aunque también existen zonas vírgenes y naturales como el Parque Nacional de Taman Negara, que se encuentra en el centro del país. Es un bosque tropical de 4.343 km2 (tres veces el tamaño de Singapur) que se formó hace ciento treinta millones de años. Todavía habitan poblaciones autóctonas, son los Orang Asli. Se trata de los pobladores originales de Malasia, están aquí mucho antes que los malayos, más numerosos y de origen asiático. La mitad de las tribus siguen viviendo en la selva y normalmente en torno al río.

Este pueblo vive de la caza y de los alimentos que le aporta la selva. Cuando llegan a la adolescencia deben de conocer todos los secretos de la jungla; para qué sirve cada árbol, cada hoja y cada raíz. Tienen un conocimiento de su entorno increíble, ya que estamos en una de las selvas con mayor diversidad del mundo. En la visita que realizamos para conocer su modo de vida, nos enseñaron cosas increíbles, como hojas que hacen de lija, la mejor madera para hacer fuego o de qué árboles extraen el veneno para paralizar las presas. ¡Y es que utilizan distintos venenos para cada animal! No es lo mismo cazar un tigre que un mono, claro. No es de extrañar que el eje de sus creencias esté entorno al árbol, ahí es donde por ejemplo entierran a sus difuntos.

 

– Naturaleza desbordante en las islas paradisíacas, las Perhentian

Son una de las islas más vírgenes y menos conocidas del sudeste asiático. Se debe a que además de Parque Natural y estar protegidas, la única forma de llegar allí es a través de un taxi-bote donde apenas entran doce personas y está a la intemperie. Esto hace también que los precios sean muy asequibles. Es decir, un paraíso difícil de olvidar. Estamos a doce kilómetros del noroeste de la costa de Malasia, a unos cuarenta kilómetros de la frontera de Tailandia.

 

No solo es una playa idílica de palmeras; si te adentras más allá de la arena te sumerges en plena jungla. Son unas islas con mucha vida, tanto encima como debajo. Sus aguas están repletas de vida, es un auténtico vergel compuesto de tortugas marinas, corales, pececillos de todos los colores, morenas e ¡incluso tiburones!

Con unas simples gafas puedes divisar tortugas marinas como estas, ya que todo este fondo marino, repleto de corales, se encuentra en plena playa ¿no es una maravilla?

 

 

 

 

 

 

El destino final de estas grandes rocas o dunbak no era el arenal de Hendaia, sino un lugar muy distinto, situado a treinta y seis kilómetros de distancia de aquí. Cuentan que unos gentiles arrancaron una gran piedra de la Peñas de Aia y cuando se disponían a lanzarla a la catedral de Baiona para destruirla, se tropezaron y finalmente vieron frustrada su meta. La piedra acabó en este rincón de la playa de Ondarraitz y en la caída se partió en dos. Desde aquel momento este pueblo marinero quedó ligado para siempre a sus dos gemelas.

Así era la historia que se le contaba a todo aquel que preguntaba acerca de las gemelas de la playa de Hendaia. Incluso hay una versión más escatológica en la que se cuenta que el tropezón de los gentiles fue con una boñiga. Lo cierto es que es una historia de lo más rocambolesca, quien sabe si se trate de una metáfora de los últimos recuerdos de la lucha ideológica que tuvo que suceder entre las antiguas religiones vascas y el cristianismo. Desde luego que para mí la imagen de unos gentiles lanzando una gran piedra a una catedral me da mucho que pensar; más aún el hecho de que finalmente los gigantes no consiguieran su meta y que esta lucha frustrada quedara grabada en la costa vasca para siempre.

Mitologías a parte lo cierto es que estas piedras, conocidas también como dunba luzea y dunba zabala, han sido formadas gracias a la fuerza del agua y el viento. Los geólogos nos cuentan que antes de tomar esta forma, estaban unidas al continente. Su silueta es la estampa más característica de este lugar.

Venir a conocerlas es la excusa perfecta para acercarse a este rincón. Estamos en una magnifica playa de tres kilómetros de fina arena. Está repleta de paseantes y también de gente practicando surf, cuenta con muy buenas olas para ello.

Y si las gemelas y la playa no os parecen suficiente excusa para visitar este sitio, lo hará el Chateau d´Abbadie. En lo alto de los acantilados que están enfrente de las famosas rocas, se alza un castillo de cuento. Su arquitectura es impresionante aunque su ubicación no se queda para nada atrás. Se trata de la antigua morada de Antoine d´Abbadie (1810-1897). Fue alcalde de Hendaia pero también astrónomo, antropólogo, lingüista y miembro de la academia de las Ciencias. Su peculiar personalidad se refleja en todo el edificio; instaló un observatorio astronómico para realizar catálogos de estrellas. Era también un apasionado de los viajes, existen esculturas de animales exóticos por toda la fachada del edificio. Entre sus hazañas encontramos que realizó la primera cartografía de Etiopía. Además fue uno de los más ardientes defensores de su lengua, el euskera, y su cultura.

 

 

Cualquiera que haya ido al monte en las últimas semanas ha podido ver que sin duda alguna, este no ha sido un buen año de setas. Algunos expertos dicen que se debe a la sequía que nos ha acompañado los últimos tiempos, ya sabemos que nuestros apreciados hongos son amigos de la humedad y de la poca luz. Para que haya una buena temporada, nos cuentan que la lluvia tendría que haber caído en nuestros montes a finales de agosto y septiembre, porque si tarda, como finalmente ha ocurrido, los micelios o la masa de hifas que constituye el cuerpo vegetativo de un hongo se estresa y finalmente no salen las setas.

Mi intención era dar un paseíto por uno de nuestros bosques de pinos para «otoñear» un rato e ir en busca de algunas piñas que tanto abundan por nuestra geografía pero la sorpresa ha sido encontrarme también con unas pocas setas.

Debajo de un montón de hojas y hierba y a los pies de un pino, he encontrado este bonito hongo, no era muy grande pero me ha hecho mucha ilusión ya que no esperaba encontrar nada. Hay decenas de setas en nuestros bosques pero no todas son comestibles o interesantes desde el punto de vista gastronómico. Las que sí, son ideales para la cocina; ligeras, con altas cantidades de vitaminas y minerales y una gran variedad de aromas y sabores.

Cuando te animas a recolectar estos tesoros del otoño es aconsejable conocer algunas recomendaciones que nos dan los expertos. Una norma básica es que no se debe remover el suelo donde se encuentra la seta (a nos ser que seas uno de esos afortunados que van a por trufas). Así que no se deben utilizar herramientas tipo azadas o rastrillos ya que alteran la parte vegetativa del hongo.

La mejor forma de recolectar hongos dicen que es con recipientes que permitan la ventilación y la caída al exterior de las esporas. Lo mejor, las cestas de mimbre como esta, son muy cómodas y además también son de lo más ¡fotogénicas!

Otra de las cosas que siempre le escucharas a los seteros, es que no se deben recoger o tirar ejemplares antiguos o rotos porque son importantes para la expansión de la especie. Tampoco aquellas setas que no sean comestibles, aunque no sean de nuestro interés, hay que dejarlas tal cual están, respetarlas y cuidarlas. Yo molesté un poco a algunas especies que creo que no eran comestibles para sacar algunas fotos más. Su silueta tiene algo que atrapa, ¿verdad?

Y no me podía volver a casa ¡sin las piñas! Son uno de los elementos decorativos de la Navidad por excelencia y además es muy divertido ir a buscarlas. Cuando las llevéis para casa acordaros que en su interior pueden habitar insectos, así que antes de ponerlas como decoración es recomendable revisar bien. Los amantes de las chimeneas tienen también en su recolección la excusa ideal para salir a buscarlas. Se han utilizado para hacer fuego desde la antigüedad, su llama es alta, grande y constante, y ayuda a encender la chimenea rápidamente.

A falta de chimenea me las quedo para decorar y dar un toque navideño al salón.

Antes de que empezará de forma «real» el otoño, es decir, antes de que comenzará a llover sin parar, he aprovechado estos días soleados del mes de octubre para recorrer nuestros montes y caminos de costa. De un día para otro los árboles y plantas han comenzado a vestirse de esos colores pardos que tanto nos gustan y han ido ganando terreno al verde. Además como han sido unos meses muy secos, el verde este año parece haber desaparecido más rápido que en otras ocasiones.

Aunque el otoño no es precisamente la estación preferida para las flores, existen algunas tardías que salen en esta época del año y que anuncian la llegada de esta estación como lo hacen sus primas las flores de primavera. Pero las de octubre llaman quizás más la atención por ser casi únicas. La más fácil de ver y común, es la flor de la especie Colchicum autumnale, también llamada Cólchico o Narciso de otoño. Lo cierto es que es muy bonita y contrasta mucho con los colores del otoño.

Si os acercáis al monte la encontraréis por todas partes, o por lo menos así era hace unos días (con la naturaleza nunca se sabe,…). Esta especie de planta con flor, de la familia de las colchicáceas, es común en Europa y crece en praderas húmedas, sobre todo a grandes alturas, aunque en Gorliz la pudimos ver a nivel del mar.

La planta alcanza una altura de entre 10 a 30 cm de altura. La flor es de color rosa lila, muy bonita, y se parece increíblemente al azafrán, de ahí que también se le conozca como azafrán silvestre o bastardo. ¡Pero cuidado! porque no tiene nada que ver con la especie aromática, tiene un alcaloide que la hace tóxica, es la colchicina que curiosamente en pequeñas cantidades es beneficiosa contra la gota. Aunque no debe usarse en preparados caseros, ya que es importante ser un buen conocedor de la dosis exacta, si nos pasamos puede ser letal.

El ganado la evita por ser tóxica así que es fácil encontrar campas repletas de esta bella flor a la que le gusta las tierras fértiles y humedas.

En euskera se la conoce como Azpelarra. Otro de los nombres por la que también se la denomina es Quitameriendas, y es que cuando aparece esta florecilla lila, quiere decir que se acabaron las meriendas al aire libre, o lo que es lo mimos, se terminaron las tardes cálidas del verano y comenzó el frío del otoño. Es una planta muy habitual y arraigada en la cultura popular de ahí que tenga tantos nombres.

 

Son las auténticas mensajeras del otoño.