Esta semana en el pleno del Senado hemos felicitado a los catalanes del Grupo CIU. Su portavoz Jordi Vilajoana, estaba exultante. Y nos decía: “Hace siete años no teníamos nada, pero es que nada de nada. Ni un sitio donde caernos muertos que es además lo que quería el tripartito del PSC, ERC e ICV. Y hoy lo tenemos todo. Para que veáis lo que es la política”.
“La gente se cansa de experimentos y eso va a pasar con Bildu, continuaba. Si mantenéis bien el tipo las aguas volverán a su cauce. Pero lo que más nos ha extrañado ha sido lograr la Diputación de Barcelona. El ayuntamiento era posible, pero no la Diputación y ésta es una plataforma de poder extraordinaria. Estamos que flipamos”.
El mapa resultante de las elecciones del domingo 22 ha dado la vuelta al reparto de fuerzas en la Diputación de Barcelona. El organismo provincial, gran desconocido para muchos ciudadanos, tiene una enorme potencia en medios humanos, materiales y económicos. Para todo aquel que quiera administrar recursos públicos es un caramelo. Y, no menos importante, quien lo controla tiene en sus manos un instrumento de considerable influencia territorial.
CiU ha logrado la mayoría, aunque necesitará pactos para gobernar. De los 17 diputados con que partía, ha subido a 20 -la absoluta está en 26- superando al PSC, que de 24 ha bajado a 19. El PP ha obtenido seis (antes tenía cuatro), ICV-EUiA cuatro (los mismos que en el anterior mandato) y ERC dos (también se queda igual). Sólo en las primeras elecciones, las de 1979, CiU había vencido al PSC (19 a 17). Aquel año se formó un gobierno de unidad encabezado por Josep Tarradellas, presidente de la Generalitat provisional. Un año después, accedió al cargo Francesc Martí Jusmet, fruto de un acuerdo PSC-PSUC. Desde entonces, la entidad siempre ha estado controlada por la izquierda.
Los responsables de CiU no contaban con ganar en la Diputación y los del PSC con perderla. Una cosa era un vuelco en el Ayuntamiento de Barcelona, posible según indicaban las encuestas desde hacía meses, pero otra muy distinta reproducir el vuelco en el ente provincial. Para ello, el 22-M la federación nacionalista debía imponerse en la mayoría de partidos judiciales, las unidades territoriales que sirven de base para la elección de los diputados. Y lo hizo.
Materializado este cambio -la constitución de la Diputación se hará después de la de los ayuntamientos del 11 de junio- toca pactar su gobierno. En los últimos mandatos lo aseguraban PSC, ICV-EUiA y ERC. Ahora, hay varios escenarios. Desde un acuerdo CiU-PP, que algunas fuentes ven como el más posible, hasta la sociovergencia, una opción que no puede descartarse. Todo podría depender de si el órgano provincial forma parte de una negociación más amplia que incluya ayuntamientos con mayorías aún abiertas. Lo que parece claro es el que su próximo presidente, que sustituirá al socialista Antoni Fogué, será de CiU.
En cualquier caso, nadie quiere renunciar a gestionar esta entidad. Con un presupuesto consolidado para este año de 661,8 millones de euros (un 6,5% menos que el 2010), despliega, pese a la crisis, una ingente cantidad de fondos en cooperación con los ayuntamientos. Allá donde estos no llegan solos pueden hacerlo con su ayuda. Para ello hay un plan de concertación mediante el que se apoyan inversiones en infraestructuras, equipamientos, servicios y actividades en prácticamente todos los ámbitos, entre otros, bienestar social, cultura, educación, deportes, comercio, desarrollo económico, salud, consumo, medio ambiente, espacios naturales, urbanismo o vivienda.
La Diputación cuenta con una plantilla de 3.980 personas, de las que 1.031 son de organismos autónomos. El gasto de personal asciende a 260,9 millones de euros, el 38,4% del total del presupuesto. A pesar de este volumen, los últimos años el número de trabajadores se ha reducido (en un 15% desde el 2005). Las retribuciones de su presidente -si tiene dedicación exclusiva- asciende a 9.184 euros al mes, una cantidad superior a la del alcalde de Barcelona. Los diputados con cargos ejecutivos rozan los 7.000 euros. La voluntad de CiU y del PP es adelgazar esa institución, en estructura y en empleados. Actualmente está dotada de doce áreas, además de la presidencia, cada una con una laberíntica organización de gerencias, oficinas y servicios repletos de cargos. Y sus brazos se extienden mucho más allá, mediante entidades con personalidad propia de lo más variadas, entre las que están el Instituí del Teatre, el Consorci de Comunicació Local o el Patronat d’Apostes.
No me extraña que Vilajoana nos dijera lo que nos dijo. Paciencia, siete años de travesía del desierto y ver como la ciudadanía catalana se da cuenta que el cambio está muy bien, pero es mejor que las aguas vuelvan a su cauce. Y volverán a nada que trabajemos y lo hagamos bien.
El EAJ/PNV también fue un experimento en el año 1895, y lleva desde entonces. Todos son o somos experimentos cuando surgimos.
Bildu comienza ahora, y es una pena que en vez de ver a los del PPSOE como rivales, veas a los de Bildu, en voz de los de CIU, pero al final es lo que tu también piensas.
Como el EAJ/PNV no se suba al carro soberanista, al cual apuesto que subirá también Aralar y porque no una gran parte de EB/IU, vuestros votantes no os van perdonar, y menos ahora que parece que viene la inminente desaparición de ETA.
Como decía J. Egiguren en una entrevista, yo tampoco creo que ETA haga una nota o un comunicado donde digan que se disuelven, pero ya de facto se habrá disuelto. ¿Qué hará entonces el EAJ?, ¿se unirá de nuevo al PSOE por un pacto Institucional?, ¿se aliará en un más que posible nuevo Gobierno del PP en el Estado?. Esto no se les perdonaría por la inmensa mayoría de sus votantes. ¿O en cambio volverá a sus orígenes soberanistas?
Pero en fin, tu mismo.
Como Funcionario que soy, y ya que sobre ti planea la idea de bajar el número de funcionarios, recordarte que si quieres ahorrar, mejor bajar y mucho el sueldo de los Diputados Generales y demás asociados. Tu mismo pones lo que cobran en Barcelona, un autentica vergüenza, al igual que lo que cobran aquí. Además de un 10% de aumento de jefaturas de confianza en estos últimos años los cuales ganan poco menos que un Diputado.
A mayores problemas y más crisis, más gente puesta a dedo y menos funcionarios. Más burocracia para “solucionar” problemas, o mejor dicho para hacer favores a los amiguetes, ya que los problemas se multiplican.
Recordarte que en los países más avanzados de Europa, vease Suecia, Finlandia, Alemania, Suiza, Luxemburgo, Noruega, etc, el número de funcionarios ronda entre el 15% y el 22% de la población, y en el Estado español no llegamos a un 8%, ¿algo querrá decir esto?. Ahora eso si en “puestos de confianza” les ganamos de calle, y en privatización de SS.PP en Amiguetes SA. también.
Por lo demás parece que ya los de CIU os han perdonado la puñalada trapera que les metisteis con la abstención en la votación sobre el pago de 1.500 millones a Catalunya. Pero cuidado que todo trae su vuelta.
Hay muchos futurólogos que auguran un negro futuro a Bilbu, que interesadamente olvidan que Bildu (o la coalición de la Izquierda Abertzale + EA) ya ha gobernado el ayuntamiento de Gernika y frente a las esperanzas del PNV, cuatro años después Bildu ha salido reforzado. Bilbu hará cosas mal con el correspondiente coste electoral y hará cosas bien con el subsiguiente reconocimiento electoral. Exactamente igual que a cualquier otro partido político. Precisamente el PNV gobernó el Ayuntamiento de Gernika y parece que por ahora su lugar es la oposición. Es un error pensar en la caída de Bildu, en vez de tener claro que el camino es hacer las cosas bien allá donde se gobierna, actuando con transparencia, con lealtad al electorado, sin engaños, asegurando la igualdad de oportunidades de todos los administrados, sin clientelismos ni enchufismos, con prudencia y eficacia presupuestaria, atendiendo a las necesidades reales y prioritarias… Porque si Bildu trabaja así su «marea verde» no ha hecho mas que empezar. El PNV ya puede ir espabilando.
Kaixo Donejekue:
Es que en Gernika, el último alcalde del EAJ/PNV y su equipo no lo pudieron hacer peor, y eso se pago hace cuatro años y lo han pagado ahora de nuevo ya que la gente no olvida. Lo mismo sucedió en Bermeo cuando EA perdió las elecciones hace 4 años a favor del EAJ sorpresivamente para muchos.
En los municipios pequeños o medianos, cuenta mucho el candidato y su gestión, cosa que no cuenta tanto para otras elecciones sean al senado, parlamento, etc donde se vota más al partido.
Y efectivamente como Bildu lo haga bien, el EAJ/PNV tendrá que empezar a espabilarse, pero en este país no se perdonaría una guerra entre ambas formaciones, por lo cual por el benefició de este pueblo ya pueden comenzar a entenderse y más ahora con la inminente desaparición de ETA ya no hay excusa alguna. Los rivales son los del PPSOE, y el objetivo la soberanía vasca, no hay más.