La historia del Sinaia y la retirada de su calle en Madrid

Viernes 10 de septiembre de 2021

Escribí el otro día un post sobre las dos lanchitas, la Donibane y la Bigarrena, que saliendo de Baiona llegaron a Venezuela en un hito increíble hace 82 años. A raíz de eso hablé con Arantza Amezaga que acaba de terminar su segundo libro, una historia novelada, dedicada al terrible y rocambolesco viaje de El Alsina donde fueron judíos, vascos, republicanos, Monzón y hasta el ex presidente de la República Niceto Alcalá Zamora, dejando en el puerto de Marsella a gentes con el pasaje en regla gracias a las sucias maniobras del policía Urraca. Y hablando de la necesidad de tener una colección de relatos sobre los barcos del exilio ese día me había llegado un comentario sobre la travesía del Sinaia, un viaje en barco de exiliados republicanos que huían de la Segunda Guerra Mundial. Había en él nacionalistas vascos y catalanes.
Me gustó el triste relato que se producía en el momento en el que el PP le quitaba su calle en Madrid. La historia, cuyo autor desconozco es ésta.
Se la quiero dedicar al alcalde que hace de Madrid la ciudad que enaltece el Fascismo. Esta es la (breve) historia de un barco, el Sinaia.
Era un buque de pasajeros de bandera francesa contratado para llevar a México a los refugiados republicanos aceptados por Lázaro Cárdenas. El 25 de mayo de 1939 embarcaron en él 1599 personas, unas 300 familias que venían de los campos de concentración. Niños, mujeres y hombres bregaron en los muelles, como los afganos en el aeropuerto, por embarcar hacia una vida lejos de la guerra.
Iban hacinados, se sobrecargó, como los aviones que hemos visto estos días,
El capitán era sinvergüenza, gentuza que se quedó con parte de la ayuda que debió llegar al pasaje, pero ocurrió algo.
A bordo viajaba parte de la élite intelectual española, lo mejor del país, los que querían un país moderno pero acabaron construyendo el gran México dinámico de los años 50. Junto a obreros y gente de toda condición viajaban las mejores mentes de España y se organizó la vida en el barco.
Cuando cundía el desánimo, de alguna parte, sonó “Suspiros de España”. Lo estaba interpretando la Orquesta Sinfónica de Madrid, exiliada en gran parte con sus instrumentos como casi único equipaje. Los hoy supervivientes, entonces niños, tienen marcadas a fuego las lágrimas del momento.
Se organizaron exposiciones, conferencias, fiestas con lo que había. Era la Guerra de la sonrisa contra el miedo sobre el abismo del desarraigo y el dolor.
Allí viajaban José Gaos, Manuel Andújar, Pedro Garcías… y Ramón Gaya.
Siempre he pensado que fue el hombre más triste del mundo aquel el 25 de mayo de 1939. Había perdido a su mujer, Fe Sanz, en el bombardeo franquista contra la población civil de la estación de Figueras. Su hija, de dos años, sobrevivió. Él, junto a los escritores de la revista Hora de España cruzó los Pirineos con el ejército republicano y fueron internados en el campo de concentración de Saint-Cyprien. Allí nuestros vecinos los rodearon de alambradas, los sometieron al hambre, el frío y los piojos. Cuando salió fue a Cardesse, donde estaba la casa de su amigo el pintor inglés Cristóbal Hall, que se hizo cargo de su niña.
Había perdido su familia, su país, su idea de un futuro y tantas cosas más.
En aquel barco se editó “Sinaia. Diario de la Primera Expedición de Republicanos Españoles a México” dirigido por Isidoro Enríquez Calleja, del que se publicaron 18 números gracias a un mimeógrafo. Estaban camino del exilio y editaron una revista para su gente, con la que dieron consejos, consuelo en forma de textos de todo tipo. Gaya escribió este maravilloso artículo, que deja ver que hay una fuerza interior capaz de superar todo cuando la vida se debe abrir camino.
En aquel barco murieron al menos dos exiliados y nació una niña a la que pusieron Susana Sinaia Caparrós.
Tras 19 días durísimos llegaron a Veracruz, donde los recibió el Secretario de Gobernación junto a 20.000 personas apiñadas en los muelles. En su discurso dijo.
“No os recibimos como náufragos de la persecución dictatorial a quienes misericordiosamente se arroja una tabla de salvación, sino como a defensores aguerridos de la democracia republicana y de la soberanía territorial, que lucharon contra la maquinaria opresora al servicio de la conspiración totalitaria universal. El Gobierno y pueblo de México os reciben como a exponentes de la causa imperecedera de las libertades del hombre. Vuestras madres, esposas e hijos, encontrarán en nuestro suelo un regazo cariñoso y hospitalario”
Ayer el Ayuntamiento de Madrid retiró la placa que daba una calle al Sinaia y volvió a colocar la del Crucero Baleares, el barco más sangriento de la Guerra, aquel que disparó sobre la carretera mientras la gente huía de Málaga. Junto a los aviones nazis e italianos mató a unos 5.000 civiles desarmados, muchos de ellos niños, que huían a Almería. El cuadro se pintó tras el bombardeo de Guernica, pero aquella tragedia, La Desbandá está ahí.
Sobre la retirada de la calle. Cada uno sabrá cuál es su barco.

6 comentarios en «La historia del Sinaia y la retirada de su calle en Madrid»

  1. Sr. Anasagasti

    Historia PRECIOSA, emotiva y denunciadora de las miserias peperas .
    Zorionak (enhorabuena) Hoy coincido plenamente con usted…. en todos y cada uno de sus apuntes.

  2. Los «vencedores» de aquel genocidio, los herederos de los fascistas que sembraron de muerte y exilio la negra España no sólo no condenan sino que homenajean a los golpistas sangrientos bajo el amparo y aprobación de ese rey que es hijo cómplice de un padre «ejemplar».
    La historia que cuenta Iñaki en unas líneas sirve para marcar a fuego la diferencia entre los españoles de bien que pudieron y tuvieron que irse y la España orgullosa de la sangre vertida, que nunca termina de alejarse. Ni se irá. Antes fusilarán a 28.000.000 de enemigos. Es la España eterna.

  3. Para los pro Franquistas (NACIONALES), su ATERRADOR REGIMEN impuesto desde 1939, es consustancial con impunidad absoluta, y sea para ellos perfectamente consentidos licito y legal, enaltecer personajes u hazañas sanguinarias dictatoriales, que a ellos les han dado el poder y la posesión de la Patria su «Cosa Nostra», con sus servidores funcionarios paramilitares y justicieros, con a sueldo…… A todos los demás nos pueden seguir humillando y sometiendo, por ser sus contrarios vencidos oponentes.
    Para ellos El DELITO de ODIO es cuando sus contarios (no Nacionales) se lo hacen a ellos, aunque sea arrugarles la camisa, tras una noche de fiesta alcohólica, coincidentes antagónicos, en el único bar abierto hasta la madrugada.
    Su cada vez más precario poder JUSTICIERO ABSOLUTO heredado, y que no quieren negociar sus renovación, por ello Necesitan propagar estos solapados «Ongi etorris»,…. perdón «Bienvenidas» históricas de sus ídolos nazis fascistas, y alentar su nicho de Votantes, que han adiestrado adoctrinado y mantenido, como guardia pretoriana de funcionarios armados, perdonándonos la vida a sueldo seguro, sin dar palo al agua.

  4. HOY 11 DE SEPTIEMBRE, VIRGEN MARIA EN SU ADVOCACION DE COROMOTO, VIRGEN DE COROMOTO, PATRONA DE VENEZUELA.

  5. ¿Esta entrada no se la puede mandar alguien al alcalde Almeida? Aunque de seguro le importa una higa. No se llega a ser abogado del Estado sin una cabeza p`rivilegiada. Ah, por cierto, Zumalacárregui sigue teniendo calle en Bilbao, ciudad que bombardeó con saña.

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