Jueves 19 de septiembre de 2024
En el 8 piso del edificio donde vivo tenían su apartamento Andoni Rodríguez Mendizabal con su esposa Gloria Llorente y su hijo Aitzol, que ahora vive en Madrid con su esposa Pruden.
Andoni era un fijo en las calles del barrio. Salía continuamente para hacer las compras, tomarse un chiquito, hablar con los parroquianos y lo hacía como si fuera a una boda, a la ópera o a recibir al Papa. De punta en blanco, con su pañuelo en la chaqueta, engominado y elegante.
Coincidía con él en todas partes. Seguía muy de cerca la política vasca y hablábamos de ella. Sabía que había sido jugador de baloncesto, pero poco más y el miércoles en el funeral celebrado en la iglesia El Salvador, el cura destacó su excelente paso por el club de Baloncesto de Bilbao, El Aguilas pidiendo a los que estuvieran en la iglesia que levantaran la mano y lo hicieron.
Tras terminar la ceremonia fui donde el más alto quien me dijo que había sido un excelente jugador y un excelente entrenador no solo del Aguilas, sino del Club Deportivo y de Landachueta así como de Santiago Apóstol donde estudió. Todos destacaron su gran capacidad como entrenador y jugador. El Aguilas fue un famoso Club fundado en 1950 en Bilbao y disputó catorce ediciones de la primera división, siendo el sexto equipo con más partidos disputados en la historia de la competición. Desapareció en 1981. Jugaba en La Casilla y entre otros jugadores lo hizo los famosos Miles Aiken y Emiliano, habiendo sido asimismo su entrenador Antonio Diaz Miguel junto a otros, entre ellos nuestro Andoni.
Lamento no haber hablado más con él de esta etapa. Eso nos pasa cuando fallece alguien y en este caso es parte de la historia de la Villa, aunque él era donostiarra. La guadaña hace estragos. Lo malo es que todas estas historias se van con sus protagonistas.
Goian bego Andoni.
