Incomprensiblemente perdemos pie en Justicia

Miércoles 26 de junio de 2024

Ha sido vergonzoso que el PSOE y el PP hayan tenido que recurrir a instancias europeas para llegar a un acuerdo y desbloquear algo que debería haber sido renovado hace cinco años si la justicia de verdad en España fuera independiente, arreglo que está tasado en su sacrosanta Constitución sobre cómo hacerlo. Y luego hablan de sentido de estado, algo que solo es sentido común y algo de respeto.

Este lunes han llegado a un acuerdo en Bruselas para renovar al Consejo General del Poder Judicial, pero  le escuché a Aitor Esteban resignado en el pasillo del Congreso diciendo que no iban a votar a los nuevos miembros ya que han excluido, entre otros, al Grupo Vasco.

Me parece incomprensible y me apena esa indefensión y hablo desde la experiencia. En los tiempos en los que estuve en Madrid como portavoz parlamentario del Grupo Vasco personalmente negocié tanto con el PSOE como con el PP  la presencia en el Consejo  de Adrian Celaya, Wenceslao Díaz Argal, Emilio Olabarria y Margarita Uria que fueron todos ellos miembros del  Consejo General del Poder Judicial llevando a esa casa sobre todo sentido común y eficacia profesional. Y ahí está su buen hacer.

En aquel tiempo éramos como Grupo Vasco solo influyentes pues nuestros votos no decidían pero a pesar de ello lográbamos esta presencia. Ahora somos decisivos, no solo son los votos de Junts, y nos excluyen. Me ahorro comentarios. Me contengo.

Es como aguantar al portavoz de Sumar en el Parlamento Vasco, Jon Hernández, secretario general del PCE que siendo uno de 75 le dijo al Lehendakari Pradales que no le concedería ni un solo día de los cien de esa mínima cortesía. Está en su derecho, pero ¿qué hacemos en el Congreso apoyando nosotros a Sumar?.

Son dos cosas que me dejan perplejo.

¿Por qué no dicen que el Concierto fue un castigo y no un privilegio?

Martes 25 de junio de 2024

Escribí hace quince días como Rufian condicionó de forma irresponsable la decisión de Puigdemont en el momento cumbre de presentar o no la declaración de independencia  diciendo  en un tw que éste  había traicionado a Catalunya por 155 monedas de plata y de cómo, con toda legitimidad, pero sin un plan serio de actuación, siete años después de aquella declaración de independencia en el Parlament catalán los diputados de ERC y JUNTS  en el Congreso estaban felices y se abrazaban hace un mes por haber logrado se aprobase una  bregada ley de Amnistía, aunque en el camino hayan perdido la mayoría independentista que tenían en el Parlament. Para ese viaje, al parecer no contemplaron la cantimplora adecuada. Felicidades, pero muy poca cosa para Catalunya. Todo lo contrario.

Digo esto pues durante años han sido nuestros amigos catalanes los paradigmas del buen hacer en política, mientras los rudos vascos éramos unos manazas sin muchas luces. Maravillas de la vida, curiosamente, pasa el tiempo, y parece que no es tan así, pero el dato no se reconoce, ni por unos ni por otros. Ni por ERC socio de Bildu, ni por una opinión política española absolutamente ignorante de lo básico en política. Por eso me he acordado de Pablo Azkue y su teoría de la gota malaya. Hay que repetir y repetir y repetir para que se den cuenta que sin la visión y contumacia de las gentes del PNV, no tendríamos Concierto ni muchísimas cosas más, pero es preciso cacarearlo.

Marta Rovira, secretaria general de ERC acusó a los diputados de Junts de “vasquitis” por reconocer éstos lo que en Euzkadi se había hecho. Fue una acusación injusta, pero respetable sobre todo cuando ahora resulta que la misma señora reivindica el Concierto Económico, como soberanía fiscal, para Catalunya sin poner a nadie en antecedentes de una historia  de 146 años, con un decreto sancionador de Franco a Gipuzkoa y Bizkaia como “provincias traidoras” en 1937 que nos despojaba absolutamente de nuestra capacidad recaudatoria y sin reconocer, por ignorancia, que el Concierto no fue un “privilegio” como dice García Page sino un castigo de Cánovas del Castillo a esas “provincias del norte” que no pagaban impuestos tras la pérdida de la segunda guerra carlista. ”Van a hacer el servicio militar y a pagar impuestos. Para eso tenemos ocupado el país” nos dijo el amable malagueño. ”Si la fuerza causa estado, la fuerza es el derecho” y así quedó.

Destacable también que la primera reunión que tuvo Julio Jauregui, ex diputado, en La Moncloa, en nombre del PNV, con el presidente Adolfo Suárez en 1976, le puso como condición previa la devolución del Concierto para Gipuzkoa y para Bizkaia. Recordar asimismo que en plena discusión constitucional Jordi Pujol tachó al Concierto de “antigualla” y Miquel Roca lo desechó  porque ”no había nada más odioso que la recaudación. Que recaude Madrid”. Lo decían los políticos profesionales a unos testarudos vascos que eran una gota malaya y unos pesados con su reivindicación del Concierto  pero el olfato  histórico del PNV les dictó que si había funcionado bien  cien años y nos había dejado gobernar aseadamente nuestra casa, esa era la fórmula adecuada que terminó lográndose en 1980 solo cuando Suárez tomó la decisión de dimitir como nos dijo a Benegas y a mí en una recepción. ”Quiero que lo contéis. Hoy sería imposible”. Previamente el PNV se retiró de las Cortes, hubo una manifestación en Bilbao, con muerte, por ataque, del afiliado Ramón Begoña, un plante de los ayuntamientos a Suárez en su último viaje  mientras el PNV  se batía el cobre en la calle. Sí, en la calle y con  un grupo de chavales de EGI detenido. Ni el PSE ni muchísimo menos HB pelearon por ello. Pablo Azkue nos echaría una bronca por no repetirlo y repetirlo, como las gallinas del corral. Ahora parece que cayó del cielo o nos tocó en una tómbola.

Aznar le dio carácter de indefinido

Una de las condiciones que puso el PNV para darle su  voto afirmativo a la Investidura de Aznar en 1996  fue la reforma del Concierto Económico. No fue fácil discutirlo con un ex fiscal madrileño que había estado destinado en la Rioja aunque reconocía su valor histórico, pero se hizo lo más difícil todavía, y terminamos consagrándolo en la época más dura del presidente del PP, cuando tenía mayoría absoluta en febrero de 2002.

Tras mucho forcejeo se logró un Concierto de carácter indefinido, con concertación automática de los nuevos impuestos. Desaparecía la referencia a competencias exclusivas del estado, se mantenía el establecimiento de mecanismos que permitieran  la colaboración de las Instituciones Públicas del País Vasco en Tratados Internacionales, se modificaba la Junta Arbitral, se creaba la Comisión Mixta del Concierto Económico, la financiación de la Ertzaintza, el acuerdo sobre los grupos de sociedades, el impuesto sobre la Renta de los no residentes, el impuesto sobre las primas de seguro, la estabilidad presupuestaria ….. y un sinfín de cosas más  que fueron ratificadas en el Parlamento Vasco, y ¡Oh sorpresa ¡, con la oposición frontal durante todo el debate de Herri Batasuna cuyo portavoz, Antton Morcillo, aseguró que “no solo el estatuto está muerto, sino también el Concierto”. Gran olfato y un gran  visionario, ¿verdad?.

¿Conviene recordar estas cosas?. Creo que si. ¿Se hace?. Creo que no a pesar del esfuerzo de Pedro Luis Uriarte que creo  la Comunidad del Concierto-Gurea Kontzertua con personas comprometidas, de toda clase. No tiene ideología, ni cuotas, ni sede, ni cargos. Solo puso en marcha una web de gentes que querían no se perdiera la esencia de lo que es el Concierto y el deseo de preservarlo y potenciarlo. En su día y ante el ataque a la singularidad vasca por parte madrileña hizo una afirmación contundente. ”Madrid es el auténtico paraíso fiscal del estado español”. Lástima que no lo repitamos un millón de veces  porque ahora se ha dado cuenta una ERC que lo valora sin ponernos la menor medalla así como que las instituciones no tengan como norte defender este instrumento único, porque este debate de políticos españoles históricamente ignorantes tildando al Concierto de privilegio, enredándolo todo con las reivindicaciones de ERC agarrándose a un clavo ardiendo, pueden terminar por perjudicar a un Concierto y a un Convenio ratificado históricamente, en Navarra con la Gamazada, y que ha funcionado ante una Catalunya tan potente económicamente pero tan débil en su fiscalidad siendo el 20% del PIB hispano y cuyo logro, dejaría a ese Madrid chupóptero en los huesos.

Nadie pone encima de la mesa que el Concierto es un factor de riesgo que se basa en que has de recaudar más de lo que gastas pues Papá estado no va a tapar tus agujeros. De eso no hablan. Solo comentan que es una anomalía histórica y un privilegio a eliminar. Y nosotros callados como el bacalao de los millones de huevos. Nos hace falta no solo tener voz sino un potente altavoz funcionando 24 horas defendiendo lo hecho.

Así fue. Que a nadie le extrañe que si la política es diferenciación, sin información previa y continuamente cacareada, el ciudadano piense que todos somos iguales. Y no es así. Que se lo pregunten a Antton Morcillo.

No hay peor soledad que el olvido

Lunes 24 de junio de 2024

La fotografía, muy bonita, es  de un mitin en La Casilla en 1998. El Lehendakari Ardanza, de forma simbólica, le entregaba a su Vicelehendakari Juan José Ibarretxe el testigo. Aquello estaba lleno a rebosar y la gente emocionada aplaudía a rabiar. Dos Lehendakaris que han marcado impronta. Uno lo fue catorce años y otro diez. Desgraciadamente cuando hay un cambio de las características de estos días se omite poner en perspectiva la historia. Creo se deberían hacer reportajes y menciones que pusieran la historia en un plano general. La pedagogía continua en política es imprescindible y desgraciadamente no se hace. ¿Se hará?. No estoy seguro. Fascina  lo nuevo en esta sociedad carcomida por el adanismo más feroz.

La fotografía bajo el Árbol  de Gernika este sábado con  todos los Lehendakaris fue junto a la Jura, lo mejor de la jornada. Era la  imagen de la continuidad y el respeto. Quizás faltó en esa imagen la hija del Lehendakari Ardanza que estuvo en el acto del sábado. Hubiera sido la foto de la cadena que no se rompe. Por eso saco esta foto hoy de Ardanza e Ibarretxe. No hay peor soledad que el olvido.

Recuerdo la toma de posesión del Lehendakari Carlos Garaikoetxea en abril de 1980. Eramos sesenta parlamentarios y no  setenta y cinco como ahora por un aumento erróneo de quince que se hizo en su día, pero aquel acto de 1980 fue fulgurante. Veníamos del exilio y la represión, el Lehendakari Leizaola había vuelto del exilio en diciembre de 1979 y Garaikoetxea, navarro y euskaldunberri tenía 42 años, era presidente del EBB y del Consejo General Vasco, dos sombreros que le habían permitido negociar con el presidente Suárez el Estatuto de Gernika. Un Lehendakari de diseño, como así lo calificaron. Eran momentos de gran esperanza. Mucho más que ahora.

Le vi el sábado a Garaikoetxea, con 86 años, lógicamente disminuido en su movilidad por la edad, pero siendo tratado por todos con gran consideración, como es de bien nacidos. Pero seguramente a la gente joven, si alguno vio el acto, la persona y la foto nos les ha dicho nada. Y esa es un poco la tragedia de una sociedad a la que se le llena la boca hablando de identidad y para ella solo vale lo actual con esa consideración de que  ante santo nuevo el viejo ya no  hace milagros.

Todo es efímero y más en política, todo nace y muere en un instante. Confío que el Lehendakari Pradales lo tenga en cuenta y vea en esa imagen del sábado una realidad humana, que algún día él también vivirá, y trate de hacer pedagogía con el tracto de la historia.

No se puede vender un producto, sin conocer la marca.