Visita a Artziniega

Elaborando pan artesanalDomingo 27 de abril de 2014

¿Qué hacemos hoy?. ¿Por qué no vamos a Artziniega?. Dicho y hecho. Este domingo, con luminoso tiempo era el día propicio para visitar la Villa medieval, muy bien conservada, a 27 kilómetros de Bilbao, como ir a Bakio, cerca de Gordexola y en la Comarca de Aiala.

De Germán Arciniegas, amigo de Galindez y Patxi Abrisketa, me había hablado mucho Patxi, escritor, diplomático, profesor, americanista tenía a orgullo su apellido y visitó en su día la localidad de sus ancestros y, como Galindez era de Amurrio, del Valle de Aiala, hablaron mucho de su Fuero. Denunció internacionalmente su desaparición.

Después de andar por el casco histórico, llegamos a Museo, un antiguo colegio, muy bien aprovechado al convertirse en Museo Etnográfico.  El sábado, la víspera habían estado 70 chavales aprendiendo cómo se hacía el pan en los caseríos. Todavía se olía en el ambiente que allí había habido cocción de pan. Y las explicaciones de las dos jóvenes a cargo del museo, fantásticas por su competencia y simpatía.

El Complejo Museístico gestionado por la Asociación Etnográfica Artea, ocupa en su totalidad 3.500 m2, entre el edificio principal, el edificio anexo, anfiteatro y huerta de plantas medicinales.  El edificio principal es un histórico edificio rehabilitado que acoge una amplia y variada exposición dividida en diversas salas, en las que se recrean los modos de vida, rural y urbano, de los habitantes del municipio y del conjunto de la comarca.  En él se representan aspectos de la vida cotidiana de nuestro pasado muy cercano: el hogar, el trabajo, el acarreo, la cosecha, la agricultura, la cuadra, etc. 

Tras ver el museo y visitar la Fragua de Pablo Respaldiza,  tomamos un chiquito en el Batzoki, lleno de gente, y de nuevo a Bilbao. Valió la pena la salida.  Es muy recomendable hacerla.

El nuevo cupo vasco reabre el debate del pacto fiscal

354.14Domingo 27 de abril de 2014

CiU pide un concierto económico equiparado al de Euzkadi.

Montoro elogia el cupo como fruto de «un hecho diferencial que no es un privilegio»

El debate sobre la [Enlace roto.] volvió el pasado día 27 a escena, dentro del Congreso de los Diputados, a raíz de la actualización del cupo vasco. Entre alusiones de distintos grupos parlamentarios al asunto, el diputado de CiU Josep Sánchez-Llibre retomó la reivindicación del pacto fiscal planteándolo como una legítima equiparación al Concierto Económico del País Vasco con perfecto encaje legal.

Antes de la intervención del parlamentario de Unió, fue llamativa la relación que entre el cupo vasco y las aspiraciones de financiación propia de Catalunya estableció el portavoz de Unión del Pueblo Navarro (UPN), partido hermano del PP hasta hace cinco años. Su representante, Carlos Salvador, se preguntó si no sería «útil y oportuno» aprovechar la aprobación del renovado Concierto Vasco para buscar para la Generalitat «una fórmula de corresponsabilidad institucional y económica similar a la que los regímenes forales contemplan». Salvador no citó expresamente a Catalunya, sino que optó por aludir a ella hablando de «las aspiraciones que hoy plantea alguna comunidad del régimen (fiscal) común». Y concluyó: «Ojalá encontremos una fórmula que haga compatible la diversidad y la unidad».

No menos llamativos resultaron los términos extremadamente positivos, podría decirse que cariñosos, con los que el ministro Cristóbal Montoro se refirió tanto al Concierto Vasco como al acuerdo alcanzado con las administraciones concernidas para renovarlo mediante la transferencia a Euskadi de siete nuevos impuestos creados en los últimos años. «Es un honor defender este proyecto», empezó Montoro, para luego subrayar las «peculiaridades únicas» de los fueros que generan el derecho del País Vasco a la fiscalidad propia. Se trata, recalcó, de «un hecho diferencial y no de un privilegio»; de un acuerdo alcanzado desde «el consenso, la vocación integradora y un auténtico sentido de Estado»; un convenio que «consolida la autonomía del País Vasco con el decidido apoyo del Gobierno». Y todo ello dentro de «un marco de absoluta normalidad institucional».

Sánchez-Llibre, por su parte, comenzó anunciando su respaldo a la renovación del Concierto. «¡Cómo no vamos a votar a favor, si en Catalunya estamos reivindicando algo similar desde hace años!», exclamó.

Añadió el parlamentario democristiano que, con vistas a «las reformas que próximamente van a plantearse» en el Congreso, sería oportuno tener en cuenta la inexistencia de impedimentos constitucionales a un pacto fiscal con Catalunya. La Carta Magna, precisó, «no establece ningún régimen fiscal obligatorio» para el Estado ni las comunidades autónomas. Así que «nada hay en la Constitución que impida otorgar a Catalunya un concierto o convenio económico diferenciado, como tienen el País Vasco y Navarra», insistió el diputado de CiU.

Sánchez-Llibre propuso que la «excepción» fiscal para los ciudadanos catalanes se establezca a través de una disposición adicional a la ley de Financiación de las Comunidades Autónomas, la Lofca, que sería la tercera al dedicarse la primera y la segunda a los conciertos con las comunidades forales. Y concluyó descartando un olvido del principio de solidaridad por el que Catalunya habría de contribuir a la mejora de regiones más desfavorecidas cuando disfrutara de excedentes de riqueza.

La renovación del Concierto se aprobó en lectura única, y sólo UPyD votó en contra.

Encuentros Sant Jordi

1398263581329Viernes 25 de abril de 2014

[Enlace roto.]

EN UN SANT JORDI puede pasar cualquier cosa. Como acabar comiendo junto a Julio Anguita, Iñaki Anasagasti, Pedro J. Ramírez, Nieves Herrero, Ramón de España, Santiago Abascal, Ymelda Navajo y el resto de los colaboradores de la editorial La esfera de los libros.

Será difícil encontrar un grupo tan heterogéneo, aunque el día del libro en Barcelona da para eso. Así es esta ciudad. Escuchar la conversación de un trío tan peculiar como los tres primeros, retrotrae a momentos brillantes de la política y del parlamentarismo democrático que sería muy interesante no olvidar jamás. O al menos no olvidar ahora, donde estamos faltos de referencias profundas y no superficiales. No se trata de escuchar batallitas pasadas. La cuestión es levantar acta de aquello que nos es cercano y útil para sobrellevar la tontería que llevamos encima. Será la tontería de cada principio de siglo, pero estilo XXI. Todos coinciden en cambiar de arriba abajo por el bien de la salud de las propias estructuras democráticas. Claro que eso es fácil decir cuando se está retirado de la política. Se nota que Anguita y Anasagasti se mueven en su mejor momento intelectual y que serían de mucha utilidad en cualquier país inteligente. Aquí, sin embargo, la clase política sumerge las carencias en su propia atrofia e intenta salir de forma disimulada. Guardar el cortijo para que todo siga igual. Quien diseñe una nueva formulación, gana. Sin bromitas, ni tonterías adolescentes.