I am Basque

Domingo 22 de septiembre de 2013

El domingo pasado Bildu nos animó a seguirles en su “vía vasca al soberanismo». Quien verbalizaba la invitación era Pernando Barrena, a quien hemos conocido años, y años justificando los atentados de ETA en función del «conflicto». Todavía recuerdo un cuadro hecho a ganchillo que sacaron de su casa con la culebra y el hacha. No me parece pues el mejor portavoz Moisés, para indicarnos la senda de la Tierra Prometida al calor de las propuestas escocesa y catalana que al parecer a Bildu, ahora, le parecen buenos caminos. Nunca es tarde. Nos pedía buscar nuevos escenarios, mientras sutilmente pre­tenden hacernos creer que es a partir de ETA, cuando empieza la lucha del pueblo vasco. De hecho, tratan de borrar la visión de Sabino Arana que fue, quien alumbró un proyecto propio para Euzkadi rompiendo con el carlismo, rompiendo con los euskalerriacos y rompiendo con el españolismo. No fueron Txillardegi, ni Julen Madariaga, ni Benito del Valle, en 1960 cuando fundaron una ETA que tenía en su nombre la palabra Euzkadi ta Askatasuna. Era la que había descubierto Sabino Arana en 1895 cuando dijo aquello de que «Euzkadi es la patria de los Vascos”, y es que Euzkadi era la palabra perseguida por la dictadura y Euskal Herria la permitida.

Pernando Barrena nos señala el camino haciendo abstracción de la historia reciente. El nacionalismo vasco empieza con ellos, la nueva Arcadia se llama Euskal Herria, y la nueva vía vasca al soberanismo es la que prepara en su laboratorio. Pues que con su pan se lo
coman. A mí con semejante pedigrí, estas proclamas me entran por un oído y me salen por otro.

Aquel 77

Fue un año clave. Aquel criminal había muerto en noviembre de 1975 dejándolo todo «atado y bien atado» y de herencia una ETA que ese año 77 mató al ex alcalde de Bilbao Javier Ibarra y al de Gernika y presidente de la Diputación de Bizkaia, Augusto Unceta Barreneche así como a un concejal en Irún, cuatro guardias civiles, tres policías nacionales, un comandante de Infantería en Iruña y un sargento de la policía municipal. ETA no se dio por enterada de la muerte de Franco. A esa violencia se le oponía la de unos cuerpos policiales hechos para la represión y la de los cuerpos parapoliciales como aquellos Guerrilleros de Cristo Rey o el Batallón Vasco Español. En enero, habían matado a los abogados laboralistas de Atocha.

Conviene recordar estas cosas porque en enero de 1977 la ikurriña no era legal, el gobierno vasco estaba en el exilio, Leizaola era el Lehendakari y vivía en París, Gipuzkoa y Bizkaia no tenían Concierto Económico, anulado por Franco como castigo por haber sido «provincias traidoras» y, el estatuto del 36, estaba derogado. Carecíamos de una universidad vasca mientras el euskera agonizaba.

En ese contexto, tras consultar con las organizaciones municipales, el PNV decidió registrarse el 13 de marzo. Lo hicieron los presidentes de los cuatro territorios. Ajuriaguerra por Bizkaia, Bujanda por Gipuzkoa, Garaikoetxea por Navarra y Olabarria por Araba. La inscripción se hizo en euskera y en castellano en el registro del entonces ministerio de la gobernación. La entonces izquierda abertzale nos tildó de españoles, estatutistas y no nacionalistas. Treinta y cinco años después y tras más de 800 muertos, ellos han tenido que hacer lo mismo.

En abril y mayo de 1977 siguiendo los llamamientos de Telesforo de Monzón se reúnen en la localidad de Txiberta todas las fuerzas abertzales. ETA no quería que concurriésemos a las elecciones de junio de 1977, mientras hubiera presos en la cárcel. Nosotros decíamos que había que ir para sacarlos como así fue con la ley de amnistía de octubre. Las cárceles se vaciaron. ETA y la Izquierda Abertzale han sido los encargados de llenarlas. Otra hubiera sido la historia si en 1977 hubieran dicho y hecho lo que dicen ahora con la boca pequeña. Su Marcha por la Libertad en Navarra, fue una vacuna utilizada por el españolismo para unir nacionalismo con violencia. Fue lo único que lograron. Separar más Navarra del resto de Euzkadi.

En ese contexto se convocó el Aberri Eguna en Gasteiz el 10 de abril. Lo firmaron todos los partidos incluido el PSE. Martin Villa, ministro de la Gobernación, lo prohibió. El PNV desvió la convocatoria a la basílica de Loiola. Arzalluz da el mitin desde las escalinatas.

El Alderdi Eguna

Hace 36 años creamos el Alderdi Eguna. Ajuriaguerra, Arzalluz, Aguirre, Sodupe, Monforte, Bujanda, Vizcaya, y Cuerda habían sido elegidos diputados el 15 de junio. Carlos Garaikoetxea era el presidente del EBB, y en Bizkaia estábamos un poco cansados de ser nosotros quienes poníamos las gentes en las manifestaciones y otros las pancartas. Y tras los ocho diputados logrados contra todo pronóstico porque éramos el partido del pasado, y con senadores en el Pacto Autonómico que incluía a Navarra, propusimos en el BBB lo que había visto en las fiestas de Copei y Acción Democrática en Venezuela.

Eran fiestas de partido. Con sus casetas, sus parrilladas de ternera, sus joropos venezolanos, su saludadera, sus rifas y su mitin político al mediodía. ¿Por qué no hacer aquí lo que funcionaba allí? Y aquel BBB presidido por Antón Ormaza lo aprobó y de allí lo llevamos al EBB, que asimismo lo hizo suyo y lo convocó para el último domingo de setiembre en Aralar. Una locura. El lugar era el más inapropiado por sus accesos.

Ajuriaguerra me llamó a capítulo. «No se puede romper la unidad de partidos y ya tenemos el Aberri Eguna» me dijo en el despacho de su oficina. «Don Juan, lo hemos decidido y se va a hacer. ¿No decía usted que en el partido mandan los burukides?». Treinta segundos de silencio. “Hacer lo que queráis”. Fue un éxito incuestionable. Tuvo la elegancia de reconocerlo. Gudaris, curiosos, represaliados, vascos de todas las latitudes, allí estuvimos. La organización, perfecta, corrió a cargo de Txomin Saratxaga. Al año siguiente, en el EBB, deciden que el lugar elegido seria Opakua. Saratxaga monta el pollo. El lugar no tiene condiciones. Y se decide Olarizu. Vienen luego Itziar, Aiegi, Salburua y ahora en Foronda con terreno propio. Es la historia de un éxito.

El slogan de aquel año 77 fue »Batasuna ta Indarra – Unión y Fuerza». Es lo que ahora predica Barrena. El eslogan de este año es “I am Basque”, magnífico lema. Estamos en el mundo, tenemos un gobierno estable, treinta y cinco años de trabajo sacando este país adelante, haciendo política en Bruselas, enMadrid, Gasteiz, Iruña e Iparralde. Nos han cambiado Euzkadi por Euskal Herria. Y quieren meternos gato por liebre. Cuidado. La historia es la que es. No la que dice Barrena. I am Basque.

 

La Derecha civilizada chilena comienza a pedir perdón

Sábado 21 de septiembre de 2013 Javier Moreno es el director de El País. Viajó a Santiago de Chile y le hizo una larga entrevista al presidente de Chile, Sebastián Piñera, un empresario de la derecha de su país, que abandonará en breve su cargo para, seguramente, darle la banda presidencial a la ex presidenta Bachelet. A diferencia de Rajoy y mucho más de Aznar, en España este señor no estaría en el PP por lo que dice y ha hecho. No se entendería aquí que alguien de la derecha pida perdón por los crímenes de la dictadura pinochetista y señale a la prensa y a la justicia por sus silencios. En España el único juez que trató de averiguar algo sobre el franquismo, Baltasar Garzón, fue obligado a dejar la judicatura por intentar hacerlo. Entresaco la presentación que haizo Moreno de su entrevista con el Presidente Piñera concedida en su despacho con motivo del cuarenta aniversario del golpe que los militares chilenos le dieron al presidente Allende. A continuación  las reflexiones sobre la culpabilidad y el silencio de unos y otros. Algo impensable en España. “Chile vive días convulsos. Por una parte, el aniversario del golpe ha desencadenado una profunda reflexión en la sociedad chilena. Nunca se habían oído con anterioridad los arrepentimientos necesarios; asociaciones de jueces que piden perdón por su pasividad; que recriminan a sus cortes superiores lo que hicieron y, sobre todo, lo que no hicieron por paliar, por mitigar los zarpazos de la bestia militar; políticos de izquierda y de derecha lamentando comportamientos de antaño; nunca tampoco, como consecuencia de lo anterior, habían resultado tan estruendosos los silencios y la desmemoria vergonzante de los que aún llaman pronunciamiento al golpe de Estado y gobierno militar a la dictadura. El país se apresta, por otra parte, a poner fin en noviembre, según indican las encuestas, al primer periodo de gobierno de la derecha desde el final del régimen militar. Ambos acontecimientos están sin duda relacionados de una forma profunda, telúrica, trenzados por los hilos inextricables del dolor, el recuerdo y la política. Socialistas, democracia cristiana y sus aliados en la izquierda se negaron a participar en el acto oficial celebrado el lunes pasado en el palacio de la Moneda porque alegan que sentar juntos a las víctimas de la dictadura con personajes (aliados políticos del presidente) cuyas posiciones sobre el régimen de [Enlace roto.] resultan de difícil digestión para cualquier demócrata hubiera requerido de un esfuerzo de reconciliación para el que Chile claramente no está aún listo y que el mandatario, en su opinión, tampoco ha intentado con sinceridad. “La conmemoración o recuerdo de los 40 años del golpe militar”, el presidente dice siempre golpe militar, nunca pronunciamiento, “ha sido muy intensa y ha revivido muchos sentimientos y emociones que fueron parte de la sociedad chilena en los últimos 40 años”. Piñera ha contribuido a ello de forma notable para un dirigente de la derecha bajo cualquier estándar histórico. Señaló la responsabilidad y los silencios de la prensa y de los jueces durante las atrocidades y habló de “cómplices pasivos”, lo que irritó a no pocos de sus correligionarios, que se sintieron debidamente aludidos. Su discurso sorprendió a muchos y de forma indirecta, aunque él lo niegue, dejó en posición comprometida a la candidata de la derecha a sucederle en la Presidencia, Evelyn Matthei, hija de un general que gobernó con Pinochet, quien aduce que no ve razón alguna para pedir perdón puesto que ella solo tenía 20 años cuando sucediera el golpe. Llegado el momento de expresarse en plebiscito sobre la continuidad del régimen, en octubre de 1988, el actual presidente votó que no, Matthei votó que sí. Las extraordinarias declaraciones de Piñera, un gesto en verdad fundamental, refuerzan la idea en muchos, según constaté a lo largo de dos días en Santiago, de que el gobernante, empeñado en construir una nueva derecha libre de hipotecas con la dictadura, para lo que necesita reordenar a fondo el mapa político chileno, prepara ya a su vuelta en las elecciones de 2017, de lo que se hablará a lo largo de la conversación que mantuvimos el lunes pasado. Eso será luego, porque mientras repasamos lo sucedido esta semana, el presidente mantiene las líneas políticas correctas, la inminencia de la elección presidencial, sostiene, es lo que dificulta la reconciliación de los chilenos. Dice Piñera, eso, a mi juicio, se ha producido mucho más en la gente común y corriente, en los ciudadanos, que en los políticos, y también yo pienso que el hecho de que estemos en plena campaña electoral incorpora un factor que hace que ambas partes, y particularmente una de ellas, la izquierda, crean que este escenario de volver a revivir los mismos odios, querellas y divisiones que ocurrieron el año 73 los pueda favorecer electoralmente. Imposible que Rajoy o Aznar o Esperanza Aguirre o Gallardón o Montoro dijeran algo parecido.

Letizia y Soraya no dan la talla democrática

Miércoles 18 de septiembre de 2013

Le he visto a Letizia Ortiz Rocasolano en su llegada a Madrid, hacer dos reverencias medievales ante el rey Guillermo de Holanda y su esposa Máxima Zorrikieta. Una señora que decían era republicana, es nieta de un taxista, periodista, progre, divorciada, todo esto muy normal y se pone a hacer semejante ridículo ante una pareja que no tienen un cromosoma de más que el resto de los mortales. ¿Protocolo?. Cámbielo usted y niéguese a hacer el indio. España es un país de pandereta que con estas cosas del vasallaje cree que muestra respeto. Respeto es el de la sociedad holandesa que no le permitió al padre de Máxima ni ir a su boda ni a su entronización porque su padre había sido ministro de Agricultura de Videla. No de Defensa o de Interior, sino de Agricultura. Y eso da la talla aquí de lo que es una democracia de pésima calidad que en España se resuelven con reverencias tan estúpidas y de tan poca dignidad.

El mismo día miércoles, ante una batería de argumentos de la otra Soraya, Rodríguez, no responde Soraya Sáenz de Santamaría en el parlamento y le acusa al PSOE de los Eres de Andalucía y con una chulería increíble y con una cara de repipi insoportable le dice que presente Soraya una moción de censura que la insoportable mayoría absoluta del PP mandará la iniciativa a la basura siendo consciente esta señora, tan poco demócrata, que si hubiera elecciones ahora, el PP se quedaba en los huesos, mucho más tras el tajo que van a dar a las pensiones mientras a un imputado de los suyos, como Rodrigo Rato, le hacen Consejero del Santander. No sé que espera la gente para sacar sus cuentas de un banco tan poco ético.

Pero volviendo a Soraya Sáenz de Santamaría.

Esta señora de demócrata no tiene nada. Dicen que es trabajadora. Puede ser ¿Y qué? Parece más bien la dueña de un club de mala fama en su actuación parlamentaria no dejando que la oposición controle al gobierno, magnificando la obra de un partido cuyo presidente miente a la Cámara, actuando con una chulería infinita y matando el parlamentarismo.

Ya sé que el PSOE es culpable del asunto de los Eres en Andalucía y la prueba es que su presidente Griñán ha tenido que dimitir, pero hablamos de lo que ha ocurrido el miércoles en el control al gobierno, y no de las Eres, que no era el tema.

La semana pasada hablé en la tribuna del Senado del rodillo del PP. El senador que defendió la Moción me dijo que había mirado en el diccionario y que la palabra “rodillo” no existía. Solo existían los votos. “y por eso les aplastamos”. Pues es verdad. Pero de demócratas y de conductas ejemplares tanto de Letizia, como de Soraya, nada de nada. Eso no tiene nada que ver con los usos de una sociedad seria.