Hay que recuperar el discurso ético de la verdad

Viernes 5 de julio de 2024

En Gran Bretaña ganó el soso, el aburrido, el de centro. Mejor. Mal en Escocia. Inquietante. Los partidos que proyectan sus problemas a la sociedad el electorado no los quiere. Una lección más. A Alex Salmond se le dio en Bilbao el premio de la Fundación Sabino Arana. Fue un buen momento. No sé que pensará ahora. Había sido el responsable del referéndum independentista perdido por poco. Hoy a años luz. Repito, un pinchazo. Como en Quebec.

Veo que el nuevo premier inglés está ya en Downing Street y me llama la atención que sin investidura haya entrado ya en la casa del primer ministro, tras saludar a Carlos III. Aquí todo es un rollo. Como la celeridad francesa. Macron pierde las elecciones  el 9 de junio y ese día disuelve y convoca, y este domingo es la segunda vuelta. Pis pas. Repito, aquí todo es un rollo.

Y encuentro  una reflexión de Alain Touraine, Director del Instituto  de Estudios Superiores de Paris, al analizar la derrota electoral del socialismo francés en las elecciones de 2002. Hacía mucho hincapié en que algunos dirigentes políticos “habían dado la  impresión de hacer carrera política del mismo modo  que la hubieran podido hacer en una  empresa  o en un banco”. ”Ahora, cuando la acción política se construye a golpe de mercadotecnia, bueno es recordar  aquellos políticos de principios que ejercían un liderazgo moral. Si la política  desea recuperar sus señas de identidad para volverse a ganar la confianza de la opinión pública, debe recuperar el pulso ético y la rectitud del método político marcando bien sus posiciones y no haciendo de alfombra al discurso del poder por el poder“.

Esa es la clave. Aprendamos de estas lecciones.

Salvador de Madariaga y los Vascos

Jueves 4 de julio de 2024

Salvador de Madariaga fue un diplomático y escritor español, ministro en 1934 de Instrucción Pública y Bellas Artes con el gobierno de la República. Trabajó en la Sociedad de Naciones como jefe de personal de la Sección de Desarme y más tarde representó a la República como embajador en Washington, Paris así  como delegado español ante la Asamblea de Naciones .

Un poco insoportable era  asimismo bastante pedante  hasta el punto que se comenta que, en cierta ocasión  José Ortega y Gasset tuvo un pequeño desencuentro dialéctico con Salvador de Madariaga sobre algún tema de grave enjundia intelectual, o quizás no tanta.

La cuestión es que Madariaga, o acaso alguien en su nombre defendió la cuestión aludiendo al hecho de que Salvador de Madariaga hablaba cinco idiomas .

Ante aquello la respuesta de Ortega fue corta pero contundente. «Eso solo quiere decir que D. Salvador es tonto en cinco idiomas».

Sirva este preámbulo como presentación del personaje que al parecer  no admiraba en nada a los vascos siendo su apellido euskaldun.

Lo demostró publicando un artículo en el Corriere de la Sera con ocasión de la muerte de Pio Baroja. En él trató de disminuir los méritos universales de Baroja y, de paso, generalizar sus ataques para rebajar la categoría intelectual de los vascos a los que negaba «espíritu sistemático y supremacía de conciencia» y nos consideraba incapaces de desarrollar las reacciones del alma ante la realidad y de recogerlas en su sistema  filosófico y estético».

«La mente vasca -añadía Madariaga- es como el país que la produce: un territorio  de valles estrechos. Y como los caminos de las aldeas vascas  son estrechas y no dejan sitio más que para un solo carruaje, así, en las circunvalaciones cerebrales del vasco no hay sitio más que para una sola idea».

Ante aquel ataque gratuito un escritor vasco, Arteche  le replicó: «No creo Sr. Madariaga, que la idea única en la mente vasca comporte desdoro siempre. San Ignacio de Loyola fue el hombre de una sola idea y creó la Compañía de Jesús. Elcano fue el hombre de una sola idea y dio la vuelta al mundo. Un marino poseído  de una idea única, la idea humanamente imposible entonces de arribar al puerto de salida dando la vuelta a la tierra. A Urdaneta le poseía el cambio de navegabilidad del Océano Pacífico de Occidente a Oriente y solo vivió para esa idea. San Francisco Javier, lo mismo que su jefe San Ignacio, fue también hombre de una sola idea. El Obispo Carranza estuvo  poseído  por una sola idea como era la de reformar la Iglesia. Legazpi, al ocaso de sus días, se entregó generosamente a una sola idea».

«No importa -concluía Arteche- que seamos incapaces para más de una idea. Lo importante señor Madariaga, es la idea que nos invade y nos habita y termina por darnos su propia forma».

Viendo el panorama actual hay que seguir coligiendo que por muchos masters que se tengan hay muchos personajes como Salvador de Madariaga, tontos en cinco idiomas o cinco tw a los que no hay que hacer mucho caso.

Es lo que hay, y la historia se repite.

Un vasco cumanés, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana y nuevo Arzobispo

Miércoles 3 de julio de 2024

Tengo cercanía con esta noticia por dos razones. En la actual situación de Venezuela, la Conferencia Episcopal, muy respetada, tiene un gran papel para hacer posible con su toma de postura, su prédica y ejemplo para que la democracia en Venezuela y las elecciones del 28 de julio sean plenamente democráticas. Otra gran referencia es el P. Ugalde.

Y, en segundo lugar, porque un miembro de aquella pequeña colectividad vasca del Oriente venezolano, en la ciudad de Cumaná, donde nací, es el presidente de la Conferencia Episcopal  y el Papa  Francisco  le acaba de nombrar el pasado  28 de junio, a Monseñor Jesús González de Zárate Salas, Arzobispo de Valencia, capital del estado Carabobo en Venezuela. Monseñor González de Zárate  ha sido  el actual Arzobispo de Cumaná y Presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana.

Su aita fue miembro muy activo de la colectividad vasca, a quien conocí, y fue uno de los impulsores de la creación del Centro Vasco de Cumaná

Nació en Cumaná (Edo. Sucre) el 27 de diciembre de 1960, estudió en el Seminario Mayor de Caracas y fue ordenado sacerdote el 11 de enero de 1986, para la Arquidiócesis de Caracas. Obtuvo la Licenciatura en Teología Espiritual en la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma.

Como sacerdote se desempeñó en Arquidiócesis de Caracas como formador del Seminario, párroco, director de oficina de Catequesis, vicario episcopal, encargado de asuntos económicos y vicario general.

El 15 de octubre de 2007 fue nombrado obispo titular de Suava y auxiliar de Caracas. Recibió la Ordenación Episcopal el 12 de enero de 2008.

El 24 de mayo de 2018 fue nombrado Arzobispo Metropolitano de Cumaná, y tomó posesión el 5 de agosto del mismo año.

En los años del 2009 al 2015 fue Secretario General de la Conferencia Episcopal Venezolana y desde el 7 de enero de 2022 es el Presidente de la misma.

Es persona tranquila, reflexiva y valiente por lo que se espera mucho de él en esta difícil coyuntura.