The Washington post critica las escuchas del gobierno español

Domingo 24 de abril de 2022

Simplemente es un dato. Importante dato, aunque en los Estados Unidos ocurren casos parecidos, con la diferencia que son perseguidos por la ley. Destaco la noticia  porque pese  a las increíbles muestras de prepotencia de Margarita Robles y de dirigentes socialistas tildando el hecho como algo realizado en cumplimiento de la ley, por lares internacionales esto se ve como algo impropio de una democracia. Algo muy grave.

De ahí que el prestigiosos diario The Washington Post  se ha hecho eco del escándalo alrededor de las escuchas realizadas gracias al sistema Pegassus  y software similares en España y otras partes del mundo, y pide una condena al espionaje hecho  a los dirigentes independentistas.

“Cuando las democracias incurren en violaciones de las libertades civiles tan flagrantes como parece haber ocurrido en Catalunya, merecen una condena”, sostienen en su editorial. Nada menos.

El rotativo cree que incluso cuando se usa software espía “con aprobación judicial o justificación legal”, se sigue causando daño al otorgar legitimidad y apoyo financiero  a un producto  ilegal exportado a lo largo y ancho para todo tipo de malversación”, en alusión al programa Pegasus de la empresa israelí NSO.

Veremos qué tipo de explicación da Pedro Sánchez a este comportamiento delictivo y antidemocrático que solo demuestra que España es una democracia de muy baja calidad. Algo que por otra parte, ya se sabía.

¿Jake mate al Gobierno Sánchez?

Sábado 23 de abril de 2022

El establishment del Estado español estaría formado por las élites financiera-empresarial, política, judicial, militar, jerarquía católica, universitaria y mass media del Estado español, herederos naturales del legado del General Franco que habrían fagocitado todas las esferas de decisión (según se desprende de la lectura del libro “Oligarquía financiera y poder político en España” escrito por el ex-banquero Manuel Puerto Ducet). Dichos lobbys de presión estarían interconectadas mediante “una alianza inquieta basada en su comunidad de intereses económicos y amalgamada por la defensa a ultranza del Régimen del 78 y de la unidad indisoluble de España”.

Por su parte, el Tardofranquismo judicial tendría a la Audiencia nacional como brazo ejecutor y al Tribunal Supremo como dique de contención de los recursos populares contra la parasitaria y corrupta clase política establecida en cualquier segmento de poder mediante el status de aforado ( léase casos Rato y Cifuentes), a los jueces Lamela y Llarena como su más destacados peones y al juez Marchena como Sumo Sacerdote de unos tribunales que estarían controlados por el llamado “clan de los políticos” en palabras del ex-Presidente de Sala del TS, Ramón Trillo, descollando la Presidenta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Concepción Espejel, condecorada en su día por la Presidenta del PP de Castilla la Mancha, María Dolores de Cospedal).

Respecto al caso del procés, el juez del Supremo Llarena, sería el responsable de ordenar el ingreso en prisión incondicional del Vicepresidente Oriol Junqueras, los Jordis y los ex-consellers de la Generalitat por presunto delitos de sedición. En este contexto, el informe anual de Amnistía Internacional sobre las libertades en España, certificó meridianamente “la deriva autocrática” del Estado español tras constatar “ataques al derecho de reunión pacífica, tanto en el ámbito legislativo como en la práctica policial (uso excesivo de la fuerza el 1 de octubre en Catalunya” así como “la excesiva y desproporcionada prisión provisional de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart”. Asimismo, el macrojuicio del procés estaría estigmatizado por el empleo del llamado Lawfare o Guerra Judicial, entendido como el “abuso de los procedimientos legales e internacionales para provocar un repudio popular contra un oponente manteniendo una apariencia de legalidad”. Así, estaríamos hablando de violaciones de las reglas del proceso penal tales como la falta de imparcialidad del Jurado, la violación del principio de proporcionalidad, no respetar la inmunidad política de los cargos electos así como crear indefensión, supuestos en los que podría haber incurrido la Justicia en el macro juicio contra los líderes del procés catalán y que terminará indefectiblemente en el Tribunal Europeo de Estrasburgo.

En el ecuador de su legislatura, Pedro Sánchez se habría despertado con un inesperado cisne negro que podría haber acabado con sus días de vino y rosas en la Moncloa. El término “cisne negro” designa a un acontecimiento inesperado e impredecible que produce consecuencias a gran escala y que es explicable solamente a posteriori y en el caso de Sánchez, ese cisne negro habría adoptado la forma de una trama secreta de espionaje para descabalgarlo del Poder, el llamado Catalangate. Así, según la entidad Citizen Lab con sede en Toronto (Canadá), Pere Aragonés y 62 independentistas catalanes y vascos habrían visto hackeadas sus conversaciones de móvil en el 2019 mediante el sofware Pegasus de la empresa israelí NSO Group, programa que según el diario el País, habría sido comprado por el CNI por 6 millones de dólares por lo que todo apuntaría a los Servicios Secretos como responsables de dicho espionaje.

Ello ha provocado la congelación de relaciones de ERC con el Gobierno hasta que “el Gobierno central asuma las responsabilidades hasta las últimas consecuencias” en palabras del Presidente Pere Aragonés y aunado con la desafección de Unidas Podemos tras la decisión personal de Pedro Sánchez de incrementar su aportación a la OTAN hasta el 2% , (lo que implicará incluir en los Presupuestos del Estado del 2023 una partida adicional estimada en 10.000 millones €) , podría provocar que Sánchez quede huérfano del sustento parlamentario de Unidas Podemos además de los grupos periféricos vascos y catalanes para la confección de los nuevos Presupuestos y verse obligado a convocar elecciones anticipadas en el otoño, siendo previsible el triunfo de la nueva CEDA representada por PP y Vox (previa absorción de los restos del naufragio de Ciudadanos).

Asimismo, en el supuesto de triunfar en las elecciones la nueva CEDA representada por PP y Vox, asistiremos a la instauración de una nueva Doctrina autonómica que consistiría en la implementación de un Estado basado en el sui generis “café para todos” y que será un misil en la línea de flotación de la pervivencia de los regímenes forales diferenciados vasco y navarro y su capacidad autogestionaria. Ello supondrá “de facto” vaciar de contenido las competencias legislativas de los Parlamentos forales vasco-navarros, medidas restrictivas que podrían convertir tanto a Euskadi como a Navarra en autogobiernos devaluados, enconsertados y sometidos a los dictados del Gobierno Central o Tribunal Constitucional de turno, lo que podría desembocar en la apertura del Frente del Norte contra la regresión centralista del Gobierno de Madrid. Por su parte, el Govern catalán ante la imposibilidad legal de celebrar un Referéndum sobre la Autodeterminación de Cataluña, reeditará el pulso con el Estado central con la declaración de la DUI (Declaración Unilateral de Independencia) y esperará la posterior implementación por el Gobierno Central del 155 que le haría aparecer ante los ojos del mundo como una víctima del Estado totalitario español.

GERMÁN GORRAIZ LÓPEZ-Analista

El sospechoso silencio de Feijóo

Viernes 22 de abril de 2022

Silencio. Mucho silencio. El Sr. Feijóo, flamante líder del PP, recién llegado al cargo, no tiene nada que decir ante el escándalo antidemocrático de las escuchas.

Recuerdo el pacto que hicimos en 1996 para la Investidura de Aznar. A los tres meses, tres jueces, ante las informaciones que se habían suscitado con la información aparecida sobre las escuchas aleatorias de Perote sobre el caso Oñaederra, Lucía Urigoitia y Lasa y Zabala, pidieron esa documentación al gobierno. Y Aznar se negó a desclasificar aquellos documentos  del Cesid. Y eso que eran de la época de Felipe González. Fue nuestro primer gran desencuentro. Y es que una mano lava la otra. El PSOE y el PP en esto van de la mano. Vertebran España.

Estoy seguro que Feijóo como antes Casado, reciben información confidencial del CNI que no suministran a otros partidos de la oposición, de la que no se fían. Mucho menos de partidos nacionalistas o de extrema izquierda. Y te lo dicen. Por lo que esa Comisión de Secretos Oficiales, ese aliviadero incómodo, no sirve para nada. Es una farsa. Ahí no se informa de nada serio. Mejor harían con cerrarla porque engañan al personal.

El artículo 16 de la Constitución declara con solemnidad que en España hay     ”Libertad Ideológica, religiosa y de culto y que nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología”.

Eso no incluye a los distintos nacionalismos del estado. Como dicen la mayoría de los periodistas, intelectuales, políticos españoles, ”el estado se tiene que  proteger y defender” aunque esto  incluya la discrepancia. Y no hablamos del terrorismo ni del crimen organizado. Solo de libertad ideológica.

Recordarán ustedes como el juez Garzón fue inhabilitado con inusitada  virulencia en el año  2012, por haber procedido a escuchar a los abogados de la causa Gurtel sin permiso. Once años de inhabilitación, lo que me indica a pensar que el juez si ha dado permiso para escuchar a los 65, catalanes y vascos.

Recuerdo también el sufrimiento de Gorka Agirre cuyos abogados tuvieron que protestar ante el Consejo general del Poder Judicial por las  filtraciones de las diligencias antes de ser instruidas producto de escuchar y con responsabilidad del entonces juez Marlaska.

Hay muchos ejemplos que nos obligan a pensar que la opacidad, la oscuridad, el apoyarse unos a otros y el considerar la acción política de los nacionalistas como sospechosa nos da como conclusión que aquí vale todo si la unidad de España puede estar en peligro.

Conclusión. Con impunidad no hay democracia y que la española es de muy escasa calidad.