ExBurukide del BBB habla claro en relación con el acto de Aiete

Lunes 8 de noviembre de 2021

Pablo Neruda escribió un interesante libro al que tituló “Confieso que he vivido”. Yo también. Cuando uno ha cumplido 70 años  puede mirar el valle desde una cierta altura y tener ante sí una visión más de conjunto que la que se tiene cuando se dejan los pantalones cortos. Por esta razón quiero compartirlas con ustedes pues si en el ejército la experiencia es un grado, en política haber vivido situaciones de todo tipo, permite opinar sobre hechos concretos y llamar a las cosas por su nombre sin el humo de los intereses partidistas o de la deformación de los hechos como  ha sido  el caso concreto del acto de Aiete, protagonizado por Sortu, al que considero, con todas las palabras, una auténtica farsa

Lo hago animado principalmente y dispuesto a interpretar lo que ha supuesto la desaparición de ETA de nuestras vidas. Sin ánimo de ningún protagonismo mis pulsiones e ideales políticos hace mucho tiempo que navegan por aguas mansas, muy tranquilas, todo ello debido a mi vuelta a  lo que llamamos la “Casa del Padre”, allá por los finales del año 1.999; y recuperando así lo que se inició oficialmente en el año 1.976, después de un corto pero muy intenso periodo de clandestinidad, dos años. Mi vuelta fue posible gracias  a los buenos oficios de Gorka Agirre (G.B.)

¿Cuál es la razón por la que me dispongo a interpretar  la desaparición de ETA, diez años después, yo, que  nunca pertenecí a la organización?. Pues porque en octubre de 1.992 acepté una oferta que debo de exponer, antes de continuar con mi reflexión.

La década de los ochenta del siglo pasado fueron años de muchas tensiones y desencuentros entre algunas familias (corrientes) que convivíamos dentro de EAJ-PNV; episodios que condujeron a rupturas, expulsiones y enfados dolorosos. Como impulsor del colectivo «Euzkotarrak» junto a Josu Arenaza (G.B.) y Ramiro Cardona, entre otros, el mundo de la izquierda abertzale (IA.), o sea Herri Batasuna (H.B.) nos miró con buenos ojos y animó a acercarnos a ellos y pidió que les votáramos; de allí surgió una fluida relación de amistad con algunos de sus dirigentes, especialmente con Jon Idigoras (G.B.)

Aquello no duró mucho pues los desencuentros personales en los que nos vimos envueltos, condujeron a la desaparición del colectivo «Euzkotarrak» y a muchas de las relaciones que históricamente nos hicieron amigos. Nada nuevo bajo el sol. Si bien de ahí, y en mi caso, mantuve una estrecha relación con miembros de la I.A. a través de mi pertenencia a la coral «Euskeria»; recordando que con anterioridad formé parte de la coral «Jatorki». Fue un tiempo de disfrutar culturalmente y de aprender ideológicamente; más bien, de sorprenderme ideológicamente. El marxismo-leninismo como santo y seña lo empapaba todo como criterio de adscripción ideológica llegando a creerme uno más de aquel conglomerado  hasta que como San Pablo  me caí del caballo y me fui distanciando en silencio de ese mundo dogmático. Lo hice sin meter ruido. Tal actitud no evitó el que muchas personas afines a la IA. me siguieran considerando uno más de ellos; y de ahí surgió la oferta que, en conciencia, no pude rechazar.

La oferta llegó a través de una persona también coralista en «Euskeria». Se me dijo : necesitamos una persona de confianza para ordenar y poner en marcha algunas empresas. En mi caso se trataba de una correduría de seguros. La argumentación fue que ETA iba a  dejar la lucha armada. Ante aquel aldabonazo sorprendente acompañé a mi sorpresa de una pregunta concreta: ¿De verdad me estás diciendo que ETA va a dejar la lucha armada?.

La respuesta fue contundente. SI.

De esto ya han pasado 30 años. Di el paso y descubrí un mundo totalmente corrompido, habitado por gentes inadaptadas, fuera de la realidad para una vida normalizada; contaminados por una ideología nihilista, sin responsabilidad alguna sobre la locura de una utopía que justificaba el terrorismo sin pestañear. Eran los tiempos de un MLNV dirigido por el KAS; una organización de organizaciones absolutamente narcotizadas, dirigidas por unas personas de dudosa contextura moral. Mucha disciplina, poca autocrítica, baja cualificación intelectual y total obediencia a unos líderes ignorantes del mundo real. En aquellos años Arnaldo Otegi, el  portavoz de AIETE, militaba en ETA.

Mi aventura duró muy poco, pues ante aquel panorama tan desolador les dije «hasta aquí hemos llegado» y me fui a mi casa, sometiéndome a un proceso de autodesintoxicación. Dejé de leer, por ejemplo, EGIN durante un año, y de reflexionar  ante lo alarmante de mi descubrimiento. La persona que me hizo el ofrecimiento me dijo que me podía ir pero que no se me permitía contar nada a nadie, ni colaborar con ninguna formación política; a lo que contesté, literalmente, que haría “lo que me saldría de las pelotas”, con perdón de la expresión ahora escrita. Claro ejemplo de una cultura mafiosa, incapaz de ponerle fin a un monstruo asesino y totalmente corrupto. ETA decidió seguir matando y extorsionando.

Me arriesgué en dejar aquella oferta tomando una decisión que conduciría a cerrar un ciclo histórico muy errático y de un sufrimiento injustificado. Comprobé cómo una ideología como la comunista-socialista o socialista-comunista, qué más da, justificaba una sinrazón humana, narcotizaba a muchas personas inocentes, manipulaba conciencias y alteraba los relatos históricos demencialmente. Observé corrupción en personas y organizaciones. Sí…, CORRUPCIÓN. Dinero fácil para una causa tramposa e imposible. Dinero procedente de un impuesto, impuesto por ETA y «gestionado» por unos responsables impunes, dentro y fuera de su ámbito organizacional. En aquellos años Arnaldo Otegi, el de AIETE, militaba en ETA.

No me callé, ni me quedé quieto; volví a mis círculos históricos y vomité todo lo que llevaba dentro. Algo de lo que me he sentido muy orgulloso durante todos estos años, pues los ojos me los abrieron ellos mismos  cuando comprobé que el asesinato de Joseba Goikoetxea, no fue más que la prolongación de una deriva endiablada contra un representante del orden y de la Causa Nacional Vasca democrática. En aquellos años Arnaldo Otegi, el de AIETE, militaba en ETA.

Tengo a bien recordar (la hemeroteca está ahí) dos escritos que se me publicaron en DEIA. Uno el 23 de Julio de 1.997: PUEDO ESTAR EQUIVOCADO (Reflexiones sobre el nacionalismo vasco hoy); y otro el 18 de Enero de 1.998: A ETA.

El primero lo finalizaba de la siguiente manera: P.S.: “Mi más sentida condolencia a la familia del concejal del PP, Miguel Ángel Blanco y al pueblo de Ermua”

Al segundo escrito Arnaldo Otegi, el de AIETE, que militaba en ETA, no me contestó.

AIETE diez años después no ha sido más que una farsa para consumo interno de una ETA vencida y no arrepentida. Otegi y Arkaitz Rodríguez oficiaron una ceremonia-farsa. Un no debió de suceder sin alma, sin verdad, sin humanidad. Una pantomima para unas bases (sus gentes) narcotizadas, impotentes de reconocer el gran error histórico de una organización, ETA, que fracturó a nuestra sociedad, que la extorsionó, que la secuestró y que la asesinó. Tiempos y años en los que Otegi, el de AIETE, militaba en ETA.

Cuando Otegi, el de AIETE, que militó en ETA, diga alto y claro que el matar nunca estuvo bien; que fue injusto el inmenso daño causado, que asesinar a electos públicos del PP, PSOE, PNV, etc. nunca debió de suceder; que asesinar a empresarios vascos como Korta, por ejemplo, fue un error monumental, así como a ertzainas, verdes, marrones y grises. Cuando Otegi y el ventrílocuo de Sortu, reconozcan y lo manifiesten sin frases alambicadas y huecas, les creeremos. Mientras, yo no.

Ahora bien, si para ello hay que esperar otros diez años más, le diremos a Otegi, el de AIETE, que militó en ETA, que la misma  maldita organización aunque vencida sigue entre nosotros sin pedir perdón y sin arrepentirse de nada.

Un final por descomposición que terminará llevándose por delante y de la vida pública a Otegi, el de AIETE, que militó en ETA.

Rafa Agirre

Ex Burukide del BBB (1978-1979)

Compañeros de fatigas

Domingo 7 de noviembre de 2021

Hay excepciones pero generalmente cuando se deja de realizar una actividad de representación, la gente desaparece y  no se la ve nunca más o se  coincide solo en los funerales o raramente en la calle o en algún sarao. Y eso que durante años se ha convivido más con ellos que con  propias  familias. Esperas en los aeropuertos, sesiones interminables, comidas y cenas, viajes y momentos  de gran impacto, se diluyen en la nada. Por eso fue buena la idea de Carlos Sainz, asistente y conductor del Grupo Vasco en el Congreso de convocar a todos los ex diputados del Congreso a una comida en su txoko de Getxo. Él se ocupaba de todo. Hacía la comida, zamburiñas, sopa de pescado y carrilleras (demostrando una gran mano y estando todo excelente) y Ana Erkoreka poniendo  el arroz con leche casero, estupendo. La

excusa, ninguna. Vernos, comentar sobre lo divino y lo humano, contar, comparar el ambiente de la política aquellos años y el actual, y sacarnos fotos. Como antiguos alumnos en un colegio demostrando que la política debe ser algo más que complicidad sin amistad. En política las relaciones personales son fundamentales. ¡Y que poco se cuidan por parte de las ejecutivas!.

Para ser la primera vez estuvimos casi todos. Faltaron por fallecimiento María Jesús Agirre, Xabier Arzalluz, Gerardo Bujanda, Fernando Aristizabal, Antton Marquet, Eduardo Vallejo, a quienes recordamos. Arantza Tapia estaba en Glasgow, prefiriendo la compañía de Greta Thunberg. No pudieron venir por quebranto de salud Marcos Vizcaya y José Ramón Beloki. Iñaki Txueka, Rikardo Gatzagaetxeberria declinaron amablemente la invitación y no logramos contactar con Cuerda, Elorriaga y Ana Gorroño. Será la próxima vez. Joseba Azkarraga no podía venir pero se solidarizó con el acto. Fue diputado y senador. Los demás, estuvimos todos, y muy contentos. Detrás nuestro había una sigla que nos presentaba y obtenía miles de votos, la crítica constante  de la IA de que no debíamos hacer política en Madrid, los actos terribles de ETA que lo distorsionaban todo, y el objetivo manifiesto de ir venciendo resistencias y lograr completar el estatuto y evitar que leyes orgánicas agredieran lo conseguido. Hoy hay un Grupo Vasco que decide porque en 1977  hicimos oídos sordos a ETA y HB que nos propusieron en Txiberta no ir al Congreso. Como siempre, el PNV acertó y la IA solo acierta cuando rectifica, aunque nunca lo reconoce. No son tan listos como pretenden hacernos creer.

En el grupo estaba Andoni Monforte que ha sido Consejero del Consejo General Vasco con Ajuriaguerra, diputado por Gipuzkoa hasta 1986, eurodiputado y director de la oficina europea en Euzkadi y que nos contó sabrosas vivencias del 23F con un Bandrés que le envió a Miguel Herrero de Miñón donde el ex sacerdote Urralburu porque quería confesarse, o Joseba  Zubia, que fue además Consejero de Presidencia y senador y que no paró de contar unos chistes malísimos, o Marga Uria y Emilio Olabarria que además de diputados fueron miembros del Consejo General del Poder Judicial, o José Juan González de Txabarri que fue además secretario de la Mesa, como Olabarria, y Diputado general de Gipuzkoa, o Juanjo Otxoa de Eribe que fue burukide y diputado de Araba, o Jon Gangoiti que fue diputado, eurodiputado y director de la oficina europea, o Xabier Albistur que fue alcalde de Donosti y senador, o Zabalia, diputado y burukide o Ansotegi diputado de la Diputación de Bizkaia y secretrario del EBB estando en activo Erkoreka, vicelehendakari y Azpiazu, consejero de Hacienda y Marga Uria en la oficina de protección de datos. Ana Erkoerka trabajó con González de Txabarri y Marga Uria y ahora es una de las jefas de ese macrodepartamento de Tapia por su valía y el propio Carlos que fue a Madrid para una legislatura y ahí sigue. Nos trajo el número anual  de la lotería, el mismo que desde hace 25 años compra en Madrid y que cualquiera deja de adquirir no vaya a ser que este año toque.

Buen ambiente, buena gente, mucha experiencia acumulada y ninguno con ganas de escribir nada de lo que ha vivido. Una pena. Repetiremos.

El lema de las primeras elecciones de junio de 1977 fue “Fuerza, Eficacia y Honradez”. Sigue siendo válido.

Lucia Méndez pierde los papeles

Sábado 6 de noviembre de 2021

Lucía Méndez es una buena periodista de la Villa y Corte. Le conocí en su día en pasillos del Congreso y en ruedas de prensa de todo tipo. Siempre hemos tenido una buena relación profesional  y si escribo esto es por la extrañeza que me supuso la agresividad con la que le he visto opinar sobre las palabras del Lehendakari Urkullu dichas en el desayuno del viernes en Forum Europa.

El Lehendakari se mostraba preocupado por el dumping fiscal de Madrid con la rebaja del IRPF. Cree que la reducción de este impuesto, deja en desventaja a otras comunidades, entre otras a la Comunidad Autónoma Vasca y piensa que responde a la política populista de Isabel Díaz Ayuso que le ha contestado son su consabida ignorancia y prepotencia. En su desvarío culpa a los nacionalismos cuando ella trata de crear uno con Madri, ciudad privilegiada por ser la capital de las Españas con aeropuertos, ministerios, museos, status de capitalidad y todo tipo de prebendas, amén de la desleal política del PP de aprovecharse de la crisis catalana para residenciar en ella centenares de empresas de Catalunya. No se han llevado la Sagrada Familia, como se quedaron el Gernica de Picasso cuando las bombas fueron para Gernika, porque no pueden desmontarla, ya que si pudieran, lo harían.

Lucia Méndez, estaba en la tertulia de Farreras y allí pusieron en pantalla la declaración matutina del Lehendakari. Fue llamativo el cambio de expresión normal a muy enfadada con una expresión rayana en el odio para decir muy agresivamente que el problema no es Madrid, ella es de Zamora, sino  Euzkadi,  sobre todo lo que considera el privilegio del Concierto económico y la necesidad de  armonizar y eliminar, para ella, este privilegio.

Lucía Méndez ha demostrado no tener ni idea lo que es el Concierto económico, consagrado en la propia Constitución española. Tanto Llamazares como Escolar, presentes en la tertulia de la Sexta, al Rojo Vivo, le dijeron  que confunde el Concierto con el Cupo recordándole que los catalanes no lo quisieron y que el Lehendakari tenía razón en lo que decía.

La visceralidad española con este asunto es muy llamativa y la ignorancia supina. Todos tenemos que vivir con alpargatas y gobernados teledirigidamente desde Madrid.

Aclaremos.

1.- El Concierto no es un privilegio sino un castigo tras la pérdida de la II Guerra Carlista. Los vascos, según el régimen foral, ni hacían el servicio militar, ni pagaban impuestos y Cánovas del Castillo, en castigo, no lo olvidemos, nos obligó a pagar impuestos y como no había catastro ni administración española aspiradora aprobó con su mayoría vencedora la figura del Concierto para pagar impuestos a España a través del Cupo. Gastos  supra comunitarios. Ejército, monarquía, política exterior.

 2.- Franco eliminó el Concierto para Gipuzkoa y Bizkaia en 1937 catalogándolas de “provincias traidoras” al no sumarse al Movimiento Nacional. ¿Quieren  hacer lo mismo que Franco Lucía Méndez y Ayuso?.

Adolfo Suárez restituyó el Concierto en 1980. No habíamos quedado que Suárez fue un estadista y en la lápida le pusieron que fue el hombre de la concordia. Ayuso y Méndez ¿buscan la discordia?.

3.- El Concierto es un instrumento de riesgo. Tú tienes que recaudar más de lo que gastas pues Papá estado no te va a cubrir los gastos. ¿Están dispuestas todas las autonomías a someterse a esta disciplina?.

4.- ¿Por qué esa inquina ignorante y primaria contra el Concierto?. Si lo eliminasen no resolverían ninguna financiación de nada y crearían un problema de estado de incalculables consecuencias.

5.- Finalmente, ¿a qué viene ese comentario envidioso y poco elegante de que  los vascos tenemos los mejores servicios en sanidad y educación como consecuencia del Concierto?. No es verdad, pero, ¿no será porque nos administramos mejor y tenemos más disciplina que el resto de Comunidades del sistema de financiación común?.

Artur Mas, para no llamarle Concierto, quiso un Pacto Fiscal con Rajoy. Este no quiso. Otra hubiera sido la historia si Catalunya hubiera tenido una financiación adecuada que no posee  porque Pujol y Roca, tras llamar antigualla a la figura del Concierto, nos dijeron que era mejor que recaudara Madrid pues todo lo que tiene que ver con la recaudación es antipático. Se lucieron.

Me ha parecido lamentable la intervención de Lucía Méndez que verbaliza todo un sentimiento muy español centrado  en tratar de acabar aquello que funciona, pero por sobre todo por la expresión, el énfasis y hasta el odio con el que ha pronunciado su anatema Lucía Méndez. Sobre Ayuso solo decir que Casado se guarde de ella.