TRES VIVENCIAS CON ADRIAN CELAYA

Domingo 18 de octubre de 2015

Adrián CelayaAcaba de fallecer Adrian Celaya, catedrático  de Derecho Foral Vasco y una autoridad y referencia en esta materia. Presidente de la Academia  Vasca de Derecho y autor de cientos de trabajos tuve la oportunidad de conocerle y tratarle.

La primera fue en 1979. Yo tenía la nacionalidad venezolana y para ser presentado por el PNV a las elecciones de 1980 requería la nacionalidad española que me resistía a tener, pero las circunstancias  mandaban y como uno de los requisitos era que un juez debía testificar tu grado de incorporación a la sociedad fui recibido en los juzgados de Bilbao por Don Adrian, de quien sabía su militancia por el derecho foral y por la consecución de instituciones propias.

Y me hizo varias preguntas. Una de ellas, facilita, fue sobre quien había escrito El Quijote. Puede parecer una pregunta fácil pero a un emigrante de un país lejano, la pregunta no era fácil, aunque el cuestionario era un trámite.

Y yo le contesté: «El Quijote lo escribió Sabino de Arana».

Don Adrián sonrió y me dijo: «Veo que usted está muy bien ambientado en el País».

También nos ayudó con el nombre de una sobrina nacida  el 29  de noviembre de 1975. Sus padres querían ponerle Oihana Chiquinquirá y se lo querían traducir como Silvia. Chiquinquirá es la patrona de Maracaibo y hasta tanto no se atrevían. Y fue Celaya quien solucionó la petición.

Posteriormente establecí una buena relación con él cuando como Grupo Parlamentario Vasco en el  Congreso  le propusimos para ser miembro del Consejo General del Poder Judicial donde estuvo cinco años e hizo un gran trabajo ya que era muy respetado.

Le sustituimos por Wenceslao Díaz Argal y ahí sí que nos equivocamos con el candidato. Y eso que nos lo advirtió.

Nació en Sestao en 1917 y era sobre todo un hombre bueno, un gran trabajador  y alguien tan identificado con el derecho foral que seguramente le habrá gustado lo que planteó el Lehendakari sobre «Nación Foral». Una pena que se nos haya ido sin que haya  hecho disquisiciones sobre el mismo.

 

 

Pío García Escudero despide la X Legislatura y nos nombra

Sábado 17 de octubre de 2015

pio-garcia-escudero_despedida senadoFrisaban las tres de la tarde del jueves 15 de octubre. Tras una mañana debatiendo los últimos proyectos de ley, finalizaba la X legislatura tras cuatro años y 81 plenos como recordó el presidente.

El último debate había sido el fiel reflejo de lo que habían sido cuatro años de mayoría absoluta del PP. José Manuel Barreiro contra todos los demás portavoces: Jokin Bildarratz, Oscar López, José Montilla, Carlos Martí, Josep LLuis Cleries, Salvador Sedó, Ester Capella, Alberto Unamunzaga, Marimar de Julios, Jordi Guillot…Se trataba de convertir el Tribunal Constitucional en una guillotina inhabilitadora a las ansias de libertad de una Catalunya que esa mañana recordaba el 75 aniversario del fusilamiento del president  Lluis Companys y había acompañado al presidente Artur Mas a declarar ante la Audiencia de Barcelona.

Pero a pesar de este duro enfrentamiento, quedaba ya el adiós y eso lo expresó cabalmente el presidente de la Cámara Pío García Escudero. Quedaba pues, tras el humo de la batalla, el factor humano.

Sin nombrar a casi a nadie nos nombró a Rut Martínez y a mi persona, cosa de agradecer en momento tan solemne.

Estas fueron sus palabras:

Señorías, antes de proceder a la votación de las enmiendas y del proyecto de ley, si me lo permite, y sin que sirva de precedente, a este turno de portavoz le voy a añadir el turno del presidente. Saben ustedes que el presidente del Senado raras ocasiones tiene para dirigirse al plenario, solamente en el Pleno primero de constitución de las Cámaras y en el Pleno de su elección, y hoy yo voy a hacer abuso y uso de mi prerrogativa.

Voy a comenzar diciéndoles a todos que para mí ha sido un honor y un orgullo poder presidirles estos cuatro años y que nunca le agradeceré suficientemente a mi grupo que me propusiera el día 13 de diciembre de 2011 para presidir esta Cámara. Quiero darles las gracias a todos, incluida la benjamina Cunyat que nos acompaña hoy y que tenemos prohijada entre todos también. Quiero dar las gracias por muchísimos motivos y, además, a muchas personas y a mucha gente, y ayer tuve que hacer un listado para no olvidarme de nadie, y seguro que me voy a olvidar de todos. Les quiero dar las gracias a todos porque la palabra de esta mañana en el debate ha sido comodidad, cómodos, el que se siente cómodo, el que se tiene menos cómodo. Quiero decirles que me he sentido muy cómodo presidiendo los plenos, presidiendo la Cámara, presidiendo la institución, y que me he sentido muy ayudado también por todos ustedes en todas las labores de presidencia del Senado.

Voy a comenzar con el capítulo de agradecimientos agradeciéndoles a todos ustedes su trabajo. El trabajo que han desarrollado aquí en los plenos, en las comisiones, en las ponencias; un trabajo importante, un trabajo poco reconocido fuera de estas paredes, fuera de esta Cámara, pero un trabajo esencial para lo que ha sido esta legislatura, para lo que han sido estos cuatro años. Quiero agradecer el trabajo también de mis compañeros de la Mesa, de los miembros de la Mesa, su trabajo en la dirección de la institución a lo largo de la legislatura, su trabajo también secreto, callado, prudente, pero que ha permitido que todo funcionara como es debido. A los portavoces de los grupos, su trabajo también al frente de cada uno de los grupos, pero desde luego la colaboración que han prestado en las reuniones de las juntas de portavoces, en el desarrollo de los plenos, el buen ambiente que ha habido siempre, en todo momento, no solamente en las reuniones de las juntas de portavoces, sino también en el día a día, en el hora a hora del transcurrir de toda la legislatura.

A los funcionarios, y espero no olvidarme de ninguno, nuestras taquígrafas, nuestras estenotipistas, nuestro taquígrafo Javier, que es un lujo, por su trabajo también constante en acompañarnos en los plenos y en las comisiones, los esfuerzos que tenían que hacer cuando hablaban la senadora Martínez o la senadora Franco para seguirlas (Risas). Creo que al final les han cogido la velocidad y el ritmo, porque son fantásticas.

Al secretario general, el secretario general es el alma mater de esta casa. Él y su equipo de letrados son una ayuda imprescindible para que nuestro trabajo pueda salir adelante permanentemente. Por tanto, estaremos todos inmensamente agradecidos, no solamente a Manuel Cavero, sino también a todo el equipo de letrados, por sus ayudas, su comprensión, y en algunos casos su paciencia también para con nosotros a lo largo de estos cuatro años.

Los ujieres, los policías, que nos han acompañado en estos 81 plenos que hemos tenido en esta legislatura y todos aquellos funcionarios también de la casa que están fuera del hemiciclo, que están cada uno en su despacho, que están cada uno en su labor correspondiente y que han permitido también que hayamos llegado con éxito al final de estos cuatro años.

Les voy a pedir una cosa a los que se van, a los que no van a repetir, a los que sí van a repetir o a los que vengan nuevos, que se les diga también: estén orgullosos de haber sido senadores, de haber sido senadoras, estén orgullosos de su trabajo, estén orgullosos del Senado. Yo siempre digo que es verdad que el Senado es una cámara incomprendida, que es una cámara mal conocida, incluso que es una cámara denostada, y no es de ahora. Desgraciadamente, esto viene desde hace ya muchos años, desde el día en que la Constitución de 1978 dijo que el Senado tenía que ser la cámara de representación territorial, pero no dijo ni cómo, ni por qué, ni cuándo había de hacerse. Pero sepan ustedes que el Senado ha cumplido sobradamente, no solamente esta legislatura con el trabajo de todos nosotros, de todos ustedes, sino desde el año 1978 el Senado ha cumplido sobradamente con las competencias que le daba la Constitución como cámara de segunda lectura, como cámara de reflexión. En algunos casos, extraordinariamente. Lo decía hoy el senador Díaz Tejera en su despedida, la tarde de ayer fue modélica, cuando debatíamos, cuando aprobábamos los trabajos de las ponencias de estudio, de las comisiones especiales, algo que siempre ha caracterizado a esta Cámara, que siempre ha sido brillante, que siempre ha ido abriendo caminos, marcando pautas en muchísimos aspectos, gracias al trabajo que aquí se ha venido realizando. Ya digo que no solamente en esta legislatura, sino históricamente también.

Decía el senador Anasagasti que estuvimos a punto de sacar adelante la reforma, es verdad. Es verdad que esta Cámara tiene que ser reformada. Estoy de acuerdo con el senador Guillot, no podía decirlo cada vez que el senador Guillot subía a la tribuna y decía: yo abogo por la reforma del Senado, y abogo por la reforma de esta Cámara, porque es necesaria. Es verdad, pero es muy difícil. Se ha intentado muchas veces. Esta vez, la ponencia que ha estado trabajando a lo largo de estos cuatro años ha estado a punto de conseguirlo. Ha sido una pena que no se haya podido conseguir porque el trabajo ha sido muy bueno, ahí queda el trabajo. Yo espero que en la próxima legislatura, finalmente, se pueda conseguir.

Termino diciéndoles que la política y el ejercicio de la política es una actividad apasionante y apasionada. Dentro de unos minutos, cuando terminemos de votar y yo levante la sesión de este último Pleno, cuando se apaguen las luces de este hemiciclo y se quede vacío, todavía quedarán los ecos de un debate apasionante y de un debate apasionado que acabamos de tener con muchas posturas, muchas maneras de ver las cosas. Eso quedará aquí, quedará en los Diarios de Sesiones, pero cuando todos estemos fuera, quedará para siempre también algo que se ha ido forjando, que se ha ido trabajando, que se ha ido haciendo a lo largo de estos cuatro años y es la relación personal, es el compañerismo, es la amistad. Se ha ido forjando entre todos, independientemente del grupo parlamentario, de la ideología, de la procedencia. Creo que entre todos hemos forjando un ambiente, como digo, de compañerismo, de amistad que va a durar para siempre. Yo les deseo a todos lo mejor. A los que no vuelvan espero que los volvamos a ver, a los que vuelvan los veremos, pero a todos les deseo lo mejor. Termino como empecé, dándoles a todos las gracias, muchas gracias de corazón, y diciéndoles hasta siempre y, como dicen en México, que les vaya bonito a todos. (Fuertes y prolongados aplausos con todos los señores senadores puestos en pie).

Muchas gracias.

 

EL GRAVE ERROR DE SÁNCHEZ AL APOSTAR POR IRENE LOZANO

Viernes 16 de octubre de 2015

Me consta que hay un cierto desconcierto y cabreo en el PSOE por las apuestas que está haciendo Pedro Sánchez para configurar las listas de las elecciones del 20 de diciembre.

1256.2La última polémica es el fichaje de Irene Lozano, periodista y escritora madrileña, azote inmisericorde del catedrático Sosa Wagner, centralista acreditada, crítica furibunda del bipartidismo PPPSOE a la que Pedro Sánchez ha ofrecido un puesto en su lista ofreciéndole encima el curioso encargo de trabajar en las propuestas de regeneración democrática. ¿No hay nadie en el PSOE capaz de hacer algo parecido?.

Y esta señora de tan errática travesía ¿qué puede aportar sino una trayectoria zigzagueante?.

Felipe González apostó en las elecciones de 1994 por el juez Baltasar Garzón con gran molestia de Javier Solana que fue retrasado en el lugar que creía le correspondía en la lista de Madrid. Creo que aquella apuesta no le dio un solo voto más y si muchos dolores de cabeza. Y es que existe un cierto papanatismo en algunos partidos al pensar que los independientes, los no comprometeos con una sigla son mejores que los de casa, cuando el ciudadano no vota por los fichajes, salvo en el fútbol.

Pedro Sánchez hizo pública la semana pasada la lista de los primeros agraciados en la lista de Madrid. Aparecía en segundo lugar Meritxel Batet una diputada catalana casada con el secretario de estado José María Lasalle del PP. Aparecía asimismo la soldado castigada que Irene Lozano defendió y que ya se ve como ministra de defensa y Edu Madina, a quien critiqué en su día por su vocación de representar Euzkadi pero viviendo en Madrid, enfadándose mucho. El tiempo, una vez más pone las cosas en su sitio. De decir que se retiraba tras perder ante Sánchez, a solicitar ir en la lista por Madrid de manera poco estética.

Hablaba con una militante de la Federación Socialista madrileña que me decía: «No hay nada más antidemocrático en mi partido que la confección de las listas electorales. Aquí no priman el mérito y la capacidad, sino el dedo y la patada a los que pagamos nuestras cuotas, vamos a las manifestaciones y nos deslomamos por el partido. Aquí siempre alguien de fuera vale más que el de casa. Y ese insulto continuo a las bases le va a pasar factura a Pedro. Mira lo que hizo con Tomás Gómez que encima había ganado su representación en unas elecciones primarias y mira ahora como nos llenan la lista de luminarias sin compromiso socialista».

Conozco a Irene Lozano. Es una buena parlamentaria aunque ha trabajado muy poco en la Comisión Mixta con Europa, comisión a la que estaba adscrita y cuando hablaba no desaprovechaba la ocasión para en sus intervenciones agredirnos gratuitamente. No digamos lo que piensa del Concierto Económico ni cómo se comportó con Sosa Wagner o con la propia Rosa Díez y haciendo lo contrario de lo que había dicho. Es considerada entre los diputados como una arribista y mala persona.

Sé de la existencia de un cuaderno que tienen varios del PSOE, entre ellos Susana Díaz, en las que están apuntando todas estas incoherencias partidarias para, en la noche electoral y si Sánchez no obtiene los mismos diputados que obtuvo Pérez Rubalcaba, pasarle la factura que tan a pulso se está ganando.

Lo de Irene Lozano es un grave error. No le aporta nada, muestra la incoherencia de la señora, y abofetea a los suyos.