UNA LUBINA REAL

Martes 6 de octubre de 2015

Premios Luis carandelMiguel Ángel Domínguez es el director y presentador del programa 24 Horas de Radio Nacional de España. Es un buen profesional que dedica cada cierto tiempo una de sus tertulias nocturnas al Senado. Y me suelen invitar para hacerlo con un senador del PP y otro del PSOE.A Montilla no le gusta su exclusión.

Estuve la última vez el pasado jueves en los estudios de RNE en Bilbao en la Casa de la Pradera. Llovía a cántaros y como les gusta que se hagan los programas en el estudio tuve que salir de casa a las 9:30 de la noche con más pereza que ánimo a este coloquio donde suelen intervenir los senadores José Miguel Camacho y Antolín Sanz, secretarios de sus Grupos Parlamentarios. Afortunadamente el técnico de guardia se apiadó de mí y me trajo a casa, tras terminar el programa.

Y es una tertulia libre y plural. El jueves pasado me quedé a gusto llamándole a Ignacio Astarloa «siniestro personaje» para horror de uno de los contertulios que salió en su defensa. Mi tesis era que este tipo pasó de ser el Letrado Mayor del Parlamento Vasco, a letrado Mayor del Congreso con el presidente Félix Pons. Cuando llegó Trillo lo puso de patitas en la calle pero apareció de nuevo, esta vez con el PP más sectario, de la mano de Michavila y Acebes, con el peor y más sectario Aznar, hasta el punto que fue el redactor de los cambios en el Código Penal para encarcelar al lehendakari Ibarretxe, si se le ocurriera convocar un referendum.

Este Astarloa hijo de un afiliado benemérito del PNV en Madrid, cantante de zarzuela, y que enseñaba euskera en los locales de la extraterritorial, no puede ser personaje más indigno. Y lo dije, lo digo y lo seguiré diciendo.

Feo de cara, feo de alma.

El caso es que en tiempos de la presidencia de Javier Rojo en el Senado y fungiendo yo de secretario primero del mismo sacamos del armario los Premios Luis Carandell instituidos por Esperanza Aguirre y que dormían el sueño de los justos. Carandell fue un magnífico cronista parlamentario, de los que ya no hay, y el premio venía bien pues éramos nosotros los que se lo dábamos a los periodistas y no al revés. Son seis mil euros y un obsequio institucional. Su viuda suele estar presente y me ha dicho que tiene ya 83 años y que su marido me tenía en estima. Me encanta.

El primer premio fue dado a Camilo Valdecantos de El País y el segundo a López Alba del ABC, pero con poco éxito de público pues ese día se discutía el estatuto catalán y todos los periodistas se fueron al Congreso y nos dejaron a cuatro monos hacer los honores. Fue cuando, con voto en contra mío, al socialista Rojo se le ocurrió que ese Premio debía entregarlo el Príncipe Felipe que desde entonces venía acompañado de su mujer la periodista Letizia Ortiz. Y se nota. Las mesas llenas y los periodistas engallados.

Esta ha sido pues la XI edición y como Camacho, Antolín y yo le habíamos propuesto a Miguel Ángel Domínguez para el premio , allí hemos estado los tres en las Mesas redondas de la Sala de los Pasos Perdidos que cada una tenía un miembro de la Mesa del Senado y un Portavoz. La mía era la Mesa Mariano José de Larra y el miembro de la Mesa Manuel Planas de CIU, También estaban Carmen del Riego, de la Vanguardia y receptora en su día del premio, Gerardo Saez un viejo rockero de Radio Nacional que estuvo en 1979 en Bilbao y que me ha contado sabrosas cosas de aquellos años, Sandra, la coordinadora de Radio Nacional, Iñigo Alberdi, nuestro jefe de prensa, y la corresponsal de Europa Press, María José Antuch con los que nos hemos puesto las botas hablando del Concierto, del cupo y de cosas viejas. Se ve que algo profundo va a cambiar y los viejos plumillas están dejando el paso a jóvenes periodistas que no saben casi nada de lo que ha venido ocurriendo estos años. No era el caso de los componentes de la Mesa.

Los discursos propios del día y del premio. Letizia haciendo alarde de hablar sin papeles aunque tenía un guión, pero no lo hace mal desde su altivez, y al estar entre colegas se le veía dominando la escena. Pio García Escudero, la jefa de ceremonias Rocio Antoñana de Efe, y el premiado que nos ha omitido flagrantemente en su discurso y que podía haber hablado más de las relaciones de la prensa con el senado, objeto de su premio. Todo muy políticamente correcto.

Un menú sobrio con taco de lubina que estaba muy bien, pero sin grandes excesos. Lo mejor, la compañía y el poder saludar a mucha gente: Miguel Ángel Aguilar, Paulino Guerra, Anabel Diez, J. M. Brunet, Lucía Méndez, Diana la que lleva el programa Parlamento, Carlos Cuesta que me ha invitado a su programa, Carmen Alborch, Jose Montilla, Jose Manuel Barreiro, Josep Lluis Cleries, Oscar López, Ramón Rabanera, Matías, Juan José Lucas, todos estos haciendo bromas sobre mi monarquismo, corroborado por una Letizia que al darme la mano en dos ocasiones miraba para otro sitio. Ella se lo pierde. Le hubiera dicho cosas que no se las dice nadie y quizás por eso me estima lo que yo le estimo a ella, aunque Cazalis me comentó que a él también le hizo lo mismo.

He propuesto que estos Premios se conviertan en becas para fotógrafos, periodistas y meritorios que hablen del Senado porque esperar que el Senado sea un foco de información continuo es pedir peras al olmo. Existe una Asociación de Periodistas parlamentarios (APP) que solo cultiva al Congreso y que miran al Senado por encima del hombro. Pero eso ya le tocará a otros.

Ha valido la pena, sobre todo por la lubina del Cura Lezama.

 

 

Nos acercamos a conocer más de cerca dos de los pilares del sector pesquero en Euskadi

Lunes 5 de octubre de 2015

IMG_3905(Comprimida)José María Cazalis, Jokin Bildarratz, María Eugenia Iparragirre, Rut Martínez e Iñaki Anasagasti acudimos  el viernes  a Bermeo a conocer en primera persona las inquietudes de dos ámbitos del sector pesquero de Euzkadi, a quienes hemos trasladado  nuestra  oferta de apoyo en su actividad en las Cortes Generales.

Los senadores y senadoras del Grupo Parlamentario Vasco acudimos  a la planta de Wärtsilä, uno de los fabricantes líderes mundiales en fabricación de motores de uso naval. Allí, sus dirigentes han detallado los pormenores de su sector y han mostrado a los senadores las principales áreas de la fábrica. Parece increíble que en Bermeo exista una planta de este tipo, que controla otras y que sepamos tan poco de esta referencia mundial.

IMG_3946Posteriormente, los portavoces jeltzales nos reunimos  con los máximos representantes de la asociación de armadores y atuneros congeladores ANABAC, especializados en pesca fuera de aguas extracomunitarias. En una fructífera reunión, estos les han mostrado las fortalezas y debilidades a las que se enfrenta su sector, de las que los senadores han tomado buena cuenta. Hace un mes pregunté a la ministra de Agricultura  y Pesca sobre el por qué el gobierno no paga lo que les debe a los armadores para subvenir en el pago del armamento que han de llevar para evitar casos como el del Alakrana y el de la Playa de Bakio.

De momento la situación del Indico está calmada pero porque en cada gran pesquero llevan tres tiradores de élite. Uno de los armadores acababa de llegar de las Islas Sheychelles  después de hablar con el gobierno de las Islas  ante un intento de decretar zona de no pesca medias aguas territoriales de las islas que viven del Turismo y de la Pesca.

En palabras del portavoz en la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación de la Cámara Alta, José María Cazalis, “Hemos hecho trabajo de campo en dos materias que para nosotros son importantes; salimos contentos con el recibimiento, pero además con un montón de tareas pendientes para desarrollar en los próximos meses en Madrid. Tenemos que defender dos de las banderas del desarrollo económico de Euskadi, como son la construcción naval y la pesca”.

 

EN CUANTO OIGO HABLAR DE CULTURA ECHO MANO A MI PISTOLA

Domingo 4 de octubre de 2015

220px-Fragata_LezoEl pasado jueves 24 de septiembre Rajoy inauguró, junto a Susana Díaz y el alcalde de Cádiz, José María González “Kichi” el puente de la “Constitución de 1812”, conocido popularmente como el de La Pepa. Allí estaba también la ex alcaldesa del PP Teófila Martínez, quien afirmó “que se podía morir tranquila” porque había cumplido su promesa.

La expresión no es suya. Está en los Evangelios. Dice San Lucas que en Jerusalén había un anciano justo y temeroso de Dios que había recibido una revelación del Espíritu Santo que le había dicho que no moriría sin ver en el Templo al Mesías. Y un día lo vio allí con sus padres y exclamó que ya podía morir tranquilo.

Pienso que a Pedro Morenés, ministro de Defensa del gobierno Rajoy, le pasó este pensamiento por su plateada cabeza en Getxo el pasado 27 de junio cuando presidió la entrega de la Bandera de Combate a la fragata Blas de Lezo. Toma el nombre la fragata del marino pasaitarra Blas de Lezo y Olabarrieta considerado el mejor estratega marino de su tiempo y el hombre que salvó el imperio marítimo hispano contra los ingleses en Cartagena de Indias. Con seis buques consiguió vencer a la escuadra inglesa de Vernon compuesta por 135 navíos. Le llamaban “patapalo” y “medio hombre” pues en las diferentes batallas perdió una pierna, el ojo izquierdo y el brazo. Tuerto, manco y cojo, el hombre debía ser un fenómeno.

Pedro Morenés está físicamente completo a diferencia de Lezo pero formó parte del Consejo de Administración de la empresa Instalaza, fabricante española de bombas de racimo, encargadas de dejar a la gente como Blas de Lezo, hasta que el gobierno socialista anunció la destrucción de todas estas bombas   ya que habían sido declaradas ilegales. Morenés más que de Getxo es de Neguri. Segundo de los hijos del vizconde de Alesón y nieto del III marqués de Grigny, VIII conde del Asalto, grande de España, II conde de Peña del Moro y V barón de las Cuatro Torres. Y se le nota.

Neguri deja impronta. Decían que al hijo tonto, lo dedicaban a la política y al listo a la empresa, al banco o a la economía. No fue el caso de Emilio Ibarra al que un gallego listo, FG, ,con ayuda de Rodrigo Rato le quitó el banco BBV y casi lo meten en la cárcel por tonto y por la petición del fiscal de prisión por delito continuado de falseamiento de las cuentas anuales con sus depósitos secretos en varios paraísos fiscales. Y es que los patriotas españoles son así. De haberle capturado al Lehendakari Aguirre en 1937 los antecesores de estos prohombres no hubieran esperado al amanecer para fusilarlo, pero si le expulsaron de La Bilbaina y del Marítimo del Abra. Y todavía no han pedido perdón por sus fechorías.

El caso es que Pedro Morenés fue Secretario de Estado de Defensa, siendo ministro Eduardo Serra, en el gobierno Aznar y con Mayor Oreja, Secretario de Estado de Seguridad. Un hombre listo de la casa. Tras la victoria del Partido Popular en noviembre de 2011, Rajoy lo nombró ministro de Defensa y ahí sigue cuidando de los secretos oficiales con argumentos de tendero.

Con todos estos antecedentes es normal que el ministro flipara este 27 de junio. Que en el muelle de cruceros de Getxo se entregara la Bandera de Combate, uno de los hitos más importantes en la vida operativa de un buque de guerra, ejerciendo de madrina Ana de Orleans, duquesa de Calabria, y habiendo sido confeccionada la enseña y ofrecida por el Real Club Marítimo del Abra y Real Sporting Club, es para un negurítico no dormir en un mes. Por su parte el comandante señaló que con la entrega de la bandera la dotación del buque “se comprometía a servir a España en cualquier situación, izándola únicamente cuando la patria lo demande, con el más alto sacrificio si fuese necesario”. Pocos días después Morenés preguntado sobre el tema contestó que “si en Cataluña todo el mundo cumple con su deber no hará falta que las FFAA tengan ningún papel”. ¿Y si los desobedientes catalanes no cumplen con su deber?.

Nuestro Grupo Parlamentario y el catalán Joan Saura le han preguntado en varias ocasiones al ministro de Defensa sobre el por qué se niegan a modificar la ley sobre secretos oficiales con el fin de desclasificar automáticamente los documentos clasificados como secretos o reservados. En 1968, en plena dictadura franquista, se aprobó una ley de secretos oficiales que no establecía un límite temporal para que los documentos históricos sean públicos. Quizás pensaban durar mil años como el Reich de Hitler y este dato no les era importante. ¿Esto qué quiere decir?. Que la ley franquista hace eternos los documentos declarados secretos.

Esto cambió en el año 1984 cuando el ministro Fernando Morán adoptó el acuerdo de abrir todos los archivos y las bibliotecas en menos de 25 años. Y España apareció ante el mundo en la vanguardia de la transparencia, aunque nadie se enteró pues también fue un acuerdo secreto que ni se publicó en el BOE ni hubo referencia alguna de la reunión del Consejo de Ministros. Aun así ésto funcionó hasta el año 2010 cuando ocurrió una cosa sorprendente y fue que el ministro Moratinos declaraba secretos 14 temas que constituían toda la política exterior y de defensa y simultáneamente la ministra Chacón propuso desclasificar -que no se desclasificaron- diez mil documentos históricos. Todo este galimatías muy propio de la política PPPSOE supuso no dejar consultar documento alguno, lo que provocó un manifiesto de casi 400 historiadores de 17 universidades del mundo quejándose al respecto. Provocó también que todos los Grupos de la oposición hiciéramos interpelaciones y preguntas para solucionarlo. Y provocó que el relator de las Naciones Unidas para temas de libertad y derechos humanos redactara un informe demoledor: ”en España no se pueden consultar numeroso documentos históricos y no hay criterio para decidir cuales son”.

Y este no es un asunto solo de los historiadores, es la asignatura pendiente de un país que tiene todo su derecho en saber qué pasó y como se fraguaron las distintas conspiraciones que dieron al traste con la democracia. Un historiador alemán decía: ”No deja de ser incomprensible que el marco político general de la investigación en España pase por una ley de 1968”. ¿No será que no se quiere investigar?.

Interpelado Morenés cuatro días antes de la escena grandiosa de la entrada de la fragata Blas de Lezo en el muelle de cruceros, contestaba sobre estos temas diciendo que   antes habían de cumplirse varios requisitos y el más importante “la seguridad del estado” y” la viabilidad económica del trabajo en tiempos de crisis”. Dijo más recordando la contestación de una pregunta por escrito en la que expresó que todo esto no formaba parte de las prioridades legislativas del gobierno. Por lo menos fue sincero. ”Como es lógico, a estas alturas de la legislatura, sigue sin ser prioritario” y añadió,” ”No se desclasificarán documentos de los que se ignore su contenido porque el Consejo de Ministros no va a correr riesgos que afecten a la seguridad y a las relaciones con otros países. Ahora bien, cuando dispongamos de los medios y la capacidad para estudiar esos contenidos no habrá ningún problema en llevar a cabo la tarea. ¿Y cuál es la tarea?. Pues una ciertamente compleja y que requiere unos medios, sobre todo de personal ,de los que no disponemos ahora y de los que probablemente tardaremos en disponer ,ya que en el actual escenario presupuestario de la defensa nacional, y teniendo en cuenta los riegos y amenazas que afrontar, discúlpeme la crudeza, esta tarea no es prioritaria”. A los dos meses, este mes de agosto, nos presentaba Morenés un proyecto de ley que concedía créditos extraordinarios por importe de 856 millones de euros en el presupuesto del ministerio de Defensa para atender a Programas de Armamento.

¿Qué tipo de armamento?. Diez millones para un obús, sesenta para el blindado Pizarro, veinte millones en misiles spike, helicópteros, un tanque Leopard…..

Fue Albert Leo Schangler un icono del nazismo alemán, una especie de soldado mártir, mitificado y al que el autor teatral Hanns Johst le dedicó una obra trágica que fue estrenada el día del cumpleaños de Hitler en 1933 y del que llega a decir hablando de su contumacia: ”en cuanto oigo hablar de cultura le quito el seguro a mi Browning”. Esta frase puede resumir perfectamente la actitud de los nazis ante la cultura y se difundió rápidamente. Enseguida se atribuyó a varios nazis destacados, pero sobre todo a Hermann Goering, simplificándola en una frase más pegadiza y muy repetida: ”Yo, cuando oigo la palabra cultura, echo mano a la pistola”.

Pues ahí le tenemos a Morenés. En cuanto oye hablar de investigar secretos y de cultura pone a navegar a la Fragata Lezo y aprueba una ampliación presupuestaria para misiles. Y ésto ocurrió el pasado mes de junio. ¡Y que Viva Honduras!. O Neguri….