De perros y cuestas. Reflexiones de un corredor urbano I.

Cuando no tienes nada interesante que explicar (la mayoría de las veces) puedes o inventarte algo que quiera leer la gente por ir de populista o tirar de anécdotas varias o opinar sobre un tema o…. (Habrá más opciones). Hoy me voy a decantar por la segunda: las anécdotas. Como os he dicho alguna vez, paso mucho tiempo solo entrenando y eso da para que te pasen cosas. Muchas veces mi mujer me dice que vaya cosas me pasan, seguro que si te quedas en el sofá nunca te pasa nada.

Estaba yo entrenando en mi lugar habitual donde hago las series en cuesta. Un sitio céntrico de Bilbao, próximo a la ría. Una cuesta de 10m ancha sin peatones. Cuando en la segunda serie me salta un perro, que no sé de dónde había salido. Hago un pequeño inciso: es una zona donde no se pueden llevar los perros sueltos. Hago un segundo inciso: si las personas que llevan los perros sueltos, donde no se pueden llevar y estos son de saltar a la gente, supiesen el daño que puede producir el impacto de un cuerpo de 70kg a 3:30min/km, tendrían más cuidado. Continuo el relato, me salta el perro y se me tira a las zapatillas con interés de mordérmelas. Me paro, con lo que jode pararte a mitad de una serie. Y aparece la dueña. Perdona, perdona ya le he pegado una paliza antes y no me hace caso. Le respondo: a los perros no hay que pegarles palizas, yo he tenido perro y nunca se me ocurriría pegarle una paliza, tampoco lo he llevado suelto allí donde pueda molestar. Lo que tienes que hacer es llevarlo atado, no pegarle, o llevarle a una zona habilitada para ello. El perro me sigue molestando y no me deja correr… pégale una patada me dice… como le pegue una patada le paso al otro lado de la ría, concluyo.  Si no me saltan, no me importa que vayan sueltos, aunque no se pueda, pero si saltan a la gente, que vaya atado.

Reflexión 1:   De un tiempo a esta parte la gente está muy crispada. Ciclistas que se enfadan con todos los conductores, conductores que se enfadan con todos los ciclistas. Ciclistas que se enfadan con los que corren por el carril bici, corredores que se ponen a correr en medio de la multitud un domingo a la mañana, los de los perros, los niños con el patinete… Yo creo que hay que convivir y que entre todos tenemos que disfrutar donde no molestemos al resto. Porque los ciclistas también conducimos, los que corren tienen perro y hay padres con niños y patinete que les gusta bajar a correr. Como diría aquel portero: un poquito de por favor.

Se marcha la señora con el perro y sigo a lo mío. 30 series tocaba. Hacía la mitad del entreno, tirando al final. Una chica sentada en un banco que llevaba 5min viéndome como subo y bajo una cuesta cual toro en estafeta, por el peso no por los cuernos. Me dice: pero no te cansas de subir y bajar todo el rato. A lo que le tengo que responder, pues la verdad que sí, pero es lo que toca. Porque estoy casado, pero la podía haber pedido el facebook… Sigo a lo mío como Forrest Gump.

Reflexión 2: Es increíble lo que hace la mente cuando está motivada. Hay pocas cosas más absurdas que subir una cuesta para bajarla y acto seguido repetir el proceso. Pero cuando tienes un objetivo, de repente utilizas expresiones del tipo: porque hay que hacerlo, es lo que toca… Me encanta esa sensación de llevar la mitad de un entreno, pensar que no lo acabas y acabarlo. No se paga con dinero. Bueno, si eres profesional supongo que sí.

Lo mejor de este blog, aparte del precio, son los vídeos. Dudo si este lo he puesto ya… Rob Krar y su depresión. Genial.

El vacío de asumir el rendimiento.

El problema de sustentar «los resultados» sobre el entrenamiento duro y no sobre el talento, es que cuando el primero se va, no queda nada.

Quién no conoce al típico amig@ que según se pone las zapatillas después de dos semanas ya se pone a rodar a 4 pelao. O aquél que coge un balón por primera vez desde COU y le mete 40 toques. Pues ése, no soy yo.

Lo poco que he conseguido ha sido con mucho esfuerzo, en ocasiones con demasiado. Ahora, que el nivel de entrenamiento (por lo que sea) ha descendido, qué queda?: el nivel cultural de un concursante de gran hermano, nada. Pero nada es nada. Y hasta que te das cuenta es duro. Piensas que con bajar a correr 2 días vas a hacer tal o cual cosa… y de eso nada. Por mucho que tu mente tenga los impulsos de antaño, tu cuerpo tiene el entreno de ahora, y algunos años más.

Supongo que será normal, que a todo el mundo le pasa. Pero cuando lo único que te sacia es aquello que proviene del trabajo duro y este no llega, no te sacia nada. Y es complicado, créanme.

Llegados a este punto, tienes que pensar qué hacer. Está claro que todo este circo es un hobby y que (gracias) no vivimos de esto. No vivimos económicamente, pero si nos hace vivir. Muchos pensarán que a otro nivel, se puede hacer el mal llamado: deporte salud. Las carreras populares, las cicloturistas… O simplemente volver a la casilla 1 y estar donde empezamos: el último de las clasificaciones. Pero el vacío está ahí. Y no se llena de manera fácil.

Son reflexiones que seguro que a alguno le han pasado alguna vez y si no pues igual le pasará, o no que se yo…

Les dejo un vídeo, que como siempre digo, es lo mejor del blog:

Auto-Reflexiones de garrafón. Sorteo MendiTrail.

Continuando con el post anterior… y la búsqueda de objetivos. Hay un dicho que dice, que el primer amor nunca se olvida. Supongo que esto no se aplica a Julio Iglesias. O como dijo El Potro de vallecas: cuando has probado la droga…

Si algo tengo claro, es que el deporte tiene que ser un divertimento, eso tiene que ser lo primero. Que no te lleve a la insatisfacción por los resultados. Y también tengo claro que hay que ser honesto con un mismo y tratar de dar siempre lo mejor, sea en lo que sea… Con este coctail, afronto lo que queda de temporada, plaga de competiciones de muchos tipos. Desde pruebas de fuerza a triatlones, pasando por Spartan o trails…

La resolución de la ecuación de lo planteado en el párrafo anterior, sería el santo grial de la psicología deportiva. Cada uno ha de tener la suya, yo creo que a mí lo que más me gusta es hacer deporte (competir) por lo que no debo de dejar de meterme en aventuras, pero sabiendo que ya no estamos para guerras como en el pasado. Por lo que por ejemplo haré el triatlón de Bilbao, pero en su versión olímpica, correré carreras de BTT pero de un día, haré trails pero no ultras… Equilibrio.

Me he dado cuenta que aunque quiera, el triatlón está ahí, que no puedo dejarlo y que honestamente es lo que más me gusta. Aunque seguramente no se mi mejor disciplina. También me he dado cuenta que la distancia Ultra se me puede dar bien, pero no quiero volver al nivel de exigencia previo a las 24h de ChiangMai, el camino no era de tanto disfrute.

Este pequeño auto análisis, es fundamental. Hay que reflexionar en qué queremos, cómo lo queremos, cuándo lo queremos…

Dicho esto, si quieren un dorsal para la mendi-trail del 3 de abril, en el programa del viernes en Tele 7 se explica cómo:

Vuelta al blog. Reflexiones varias. Hacia rutas salvajes.

Lo bueno y lo malo de pasar mucho tiempo solo es que piensas mucho. A veces, o eso me dijeron los de gran hermano, pensar no es bueno. Te hacen plantearte muchas cosas. Sobre todo, al menos en mi caso, plantearte todo lo que haces o lo que has hecho. Muchas veces, más de las que a veces me gustaría, te preguntas el porqué de las cosas…

Cualquiera que tenga dos dedos de frente verá que desde Tailandia mi actividad aquí, ha caído en picado. Pasando de uno o dos post a la semana, a uno cada 3 meses. Y no hay otra razón, que el vacío que te produce la sensación de haber cumplido un etapa. Cuando das todo, y en mi caso todo, es mucho. Una vez lo consigues, el vacío que sientes es brutal. Parece que ya nada te llena. Súmenle que una vez has vivido esto, no puedo ofrecerles nada que este a ese nivel… La herrikrossa de castrejon de arriba?

El proyecto en si fue (ya empiezo a hablar en pasado) brutal. Brutal a nivel de logística, brutal a nivel humano, brutal a nivel físico, brutal en general… El viaje me sirvió para conocer a un yo, que a lo mejor no conocía. Un yo que busca más en el interior que en la fanfarria y confeti. Si no pudiese llevar la vida que llevo, seguramente acabaría en algún rincón del sudeste asiático, durmiendo en una cabaña y viviendo día a día.

Tampoco voy a mentir y decir que desde que llegué no he hecho nada. Todo lo contrario, he corrido el campeonato de Euskadi de veteranos de pista cubierta (60m, 400m, 800m, 1500m y lanzmaiento de peso), varias carreras en pista…lanzamientos… pero sobre todo me he salido un poco de la vorágine del ultrafondo que me estaba llevando por delante, para buscar lo que en cada momento me apetecía. Sea o no sea «blogeable» sea o no sea popular. El hecho es que desde enero he ido más veces al gimnasio para trabajar la fuerza y lanzar mejor, que a correr.

Para los que sigan este blog, caso de que haya un masa (no hulk), que sepan que seguramente en un tiempo no verán super aventuras, ni acciones en las que este pequeño hobbit recorre grandes distancias poniendo su vida en juego. Pero si que podrán leer historias de verdad, historias hechas con el corazón, aunque solo sea dar vueltas a una pista de atletismo.

Les dejo la entrevista que me hizo Susana y en la que me acompañó mi hermano. Y con esto cerramos el ciclo.

 

Gente con Clase. Collin Clarke el culturista con discapacidad.

Siempre he dicho que lo mejor de este blog son los vídeos que a veces les traigo. Hoy despertamos el blog del letargo para mostrarles un vídeo que me parece increíble.

Los que me conocen saben que no soy muy amigo de los eslóganes propagandísticos del tipo; si puedes quieres, no te rindas, etc etc… Pero, si que soy muy amigo de las grandes historias de superación y sobre todo de no rendirse nunca. Aunque no obtengas los resultados esperados, pero no te rindas… prefiero mil veces ser el último que verlo desde la barrera.

La historia de hoy es increíble. Se trata de Collin Clarke un joven de 22 años que quería ser culturista.  Hasta ahí todo normal. Lo que le hace grande es que Collin tiene síndrome de down. Algo que como se ha visto no le ha impedido participar. A lo mejor no era el más voluminoso, ni el más definido… pero cumplió su sueño. Y lo más importante, lucho con todas sus fuerzas para conseguirlo. Aunque seguro que hubo muchos que le dijeron que no iba a ser capaz, el tiró para adelante… Grande Collin.