Me decían el otro día que si el último post muy chulo, que el otro es una mierda, que lo de los entrenos es un rollo, que me gustan los test de material… es cierto que un blog depende de los estados de ánimo del propietario o del tiempo que tenga. Y si me apuran de las vivencias. Si no, pasaría a ser una columna de opinión, una web o …. pongan la definición que quieran. Hoy me apetece hablar de este blog, aunque solo sea por respeto a los que lo siguen.
Tampoco quiero ponerme como el abuelo cebolleta. Van para cuatro años de historias y aventuras, de aciertos y errores, de kms y carreras… Cuatro años que sumados al antiguo blog hacen siete. Siete años compartiendo historias personales o ajenas. Siete años en los que el blog ha madurado y ha ido adquiriendo su forma actual. Porque detrás del blog siempre hay una persona. En el que he cambiado de forma de ver las cosas y he tratado de explicarlas, con más o menos acierto.
Durante estos siete años se ha ido formando un Correr no es de cobardes personaje, que en ocasiones protegía a Iker Martín Urbieta y en otras lo ha volteado como el toro ratón. Ha tenido y tiene sus ramificaciones en otros medios (Onda Vasca, Tele 7, El desmarque, Triatletas en Red o Territorio Trail), pero este blog y el de Superratón siempre han sido mi ojito derecho. En el que he tratado de ser más fino, más cuidadoso… En otros medios he podido opinar más o menos, mojarme, buscar la polémica, dar datos… pero aquí trataba de ser escrupuloso y no mancharlo. Cosa que evidentemente no he conseguido.
Gracias a este blog he podido ir a Sudáfrica, he corrido con mi amigo Gustavo en Andalucia durante una semana, he cruzado Tenerife de norte a sur corriendo, he cumplido mi sueño de unir Santurtzi y Bilbao por el monte, me han dado las mejores zapatillas para que pruebe… cosas que cuando empecé ni me podía imaginar, que no he buscado pero que doy infinitas gracias porque hayan llegado. Pero siendo consciente de que cuando se vayan (porque se irán) no va a pasar nada, ya que el espíritu del mismo seguirá ahí. Que no es otro que intentar demostrar que con trabajo, humildad y sacrificio se pueden conseguir los objetivos que nos propongamos. En el correr, dando pedales o en la vida misma. Pero con mucho trabajo.
Aunque parezca muy populista, lo mejor de estar aquí, son las personas que he conocido. Personas que sin el blog nunca hubiese tenido acceso a ellas. Personas que entiendo han llegado al blog de casualidad y que han conectado con ese espíritu que se intenta transmitir, y se han quedado… Sin duda eso es lo mejor y cuando se vaya lo accesorio es con lo que me quedaré. O eso espero.
En siete años, es evidente que también han pasado cosas malas. He conocido esa cara que muchos hablan de los que se acercan por interés. O de los que simplemente te atacan sin conocerte, si me conociesen lo entendería ya que motivos habrá. Pero son procesos de aprendizaje, que debemos pasar. Estoy contento de haberme topado con gente así con 27-34 años y no con 12 o 56. De todo se aprende. Se aprende más de una mala carrera, que de un triunfo.
Sin más, ni es el aniversario del blog, ni nada en especial… pero me apetecía dar las gracias a todos los que en alguna parte de estos siete años habéis estado por aquí o por ahí, entrado o salido… En ocasiones hablamos de la cascara pero hoy quería hablarles del interior, por respeto a su fidelidad.
Poco más… ahora mismo estoy muy centrado en mi proyecto 5 carreras 5 continentes. En poder llevarlo a cabo y con las condiciones que YO estimo mejores. Y en seguir formándome como corredor y persona, en un época en la que eres espejo para tus hijos es bueno demostrarles buenos valores y descubrir otras culturas y otras formas de ver la vida. Esto, e intentar bajar de 2:15 en el 800m, que para los no entendidos, es como intentar ganar Hombres mujeres y viceversa con una carrera universitaria.
Les dejo el programa del viernes de Tele 7, en el que sortearé 3 dorsales para la media maratón del Puente Bizkaia del día 19 de abril. Me gustaría que al menos se lo llevase alguien que sigue el blog.