Este fin de semana se disputa el Ironman de Niza. Esta mañana me venía a la cabeza aquella carrera… Muchos habéis venido al blog en esta última fase, por eso os la refresco.
No la había leido desde entonces y me he dado cuenta que refleja fielmente el espíritu del blog, de mí como persona… Y de lo que solemos llamar #metodosoviético
Prometo actualizarles el blog con más frecuencia, pero créanme si les digo que no tengo tiempo.
Espero que os guste, Niza 2011, tercer Ironman, supuestamente el que mejor iba preparando…
Son las 4 de la mañana y suena el despertador. La noche previa a una competición es difícil dormir, tienes nervios, repasas mentalmente si tienes todo preparado (comida, gafas de natación, neopreno…), y que salvo que seas muy dormilón es difícil quedarse dormido a las 22:00. Por lo que para mí, la primera transición comienza aquí. Desayuno secreto en el hotel, quedar con los compañeros en la recepción y juntos a la salida. El camino hasta la playa es gracioso, se junta una oleada de triatletas con cara de ir al matadero con oleadas de borrachos franceses que tienen cara de venir del matadero… es lo que tiene madrugar tanto.
Camino de la salida, muy pronto
En boxes debería estar todo preparado ya que lo dejamos el día anterior, repaso de última hora, hinchar las ruedas, comprobar los últimos ajustes… neopreno y a la playa. Me es inevitable, otra vez me vuelve a pasar, la emoción me puede y se me cae alguna lágrima (le digo al de al lado como Bustamante, no le hizo gracia… David no has cuajado en Francia…), no me importa. las cosas o se viven con pasión o es mejor no hacerlas.
Boxes
A las 6:30 suena la bocina, 2500 personas = 5000 piernas y 5000 brazos se adentran al mar en menos de 100m de ancho y buscando una boya a 1000m, las tortas son inevitables. Si no has estado en una de éstas es difícil entenderlo, es como estar en una manifestación salvo que en el agua, un medio hostil, si paras el de atrás te pasa por encima y además es difícil nadar recto… alguna vez me ha dado alguna pequeña crisis de ansiedad ya que te pones muy nervioso (aguadillas, golpes, te agarran de las piernas, patadas…). Salgo tranquilo y ya en la salida recibo una patada en la cara, noto que tengo un corte en la lengua bebo agua para quitar el sabor y me abro bastante, lo que conlleva nadar más metros… fue una decisión mía nadar menos en la marabunta o nadar más metros pero más tranquilo. En 1:14 estoy fuera, ya he pasado lo peor para mí los 3,8km. Pensaba hacerlo en menos, pero nadar en el mar es una lotería, puede que esté mal medido, que haya corrientes, que no elijas el camino más recto… o como es mi caso que no nades muy bien. Al salir veo a mi gente y eso me anima… las ikurriñas y banderas del Athletic invaden niza…
Transición tranquila y cojo la bici, por delante 180km. Tenía clara la táctica, nadar tranquilo, andar en bici con cabeza (bebiendo y comiendo bien) y correr con lo rabia. Pensaba que era mi fuerte. Así que con esa idea salgo… los primeros 20km los paso mal, pienso que no voy super el cuenta kms no baja de 35km/h no voy cómodo, como y bebo y supero esta mini-crisis, sé que soy diesel que me cuesta entrar.
Del km 20 al 50 me encuentro super, paso a gente y gente subo con el plato y con la sensación de ser Indurain en el Tour del 91 cuando se va en el Tourmalet y solo le sigue Chiapuchi. En el km 50 empieza el Col d’Ecre… punto de inflexión de mi carrera y casi de mi corta vida… antes de llegar noto que he pinchado… paro y miro, se confirma… desmonto la rueda y cambio (aquí no hay coches como en el Tour)… 18min perdidos, no pasa nada pienso, aprietas en la maratón y listo… salgo con fuerza pero noto que la bici no va bien… me paro y veo que de estar en la cuneta se me han metido hierbas en los cambios, los quito y sigo… pero no va bien la rueda va dando botes… pienso; estos franceses no saben ni asfaltar… 21km con la rueda dando botes y cuesta arriba… no sé muy bien cómo llego arriba, cojo la bolsa del avituallamiento bebo la cocacola y miro la rueda: esta desinflada, ostia!!… la vuelvo a hinchar y sigo como puedo… quedan más de 100km aún… de ahí al 120km paro un montón de veces a hincharla otra vez… en el 120 me paro y pongo mi otra cámara… ya no tengo más… pero tampoco va bien he debido hacer un balón o la he pellizcado con los desmontables… me quedo en la cuneta y no sé qué pensar, en ese momento llevaba el tiempo que pensaba invertir en toda la carrera… la cabeza es un no parar de ideas, mientras por delante mío pasan las posibilidades de bajar de 11h, de 12h, de 13h…: retirarse, seguir en llanta, retirarse, buscar un pueblo, retirarse… todo el año jodido para esto? ya te compensa? merece la pena esto?… me tomo unos segundo para pensar qué hacer… Niño tira para adelante, sea como sea hay que llegar a la meta SIEMPRE… a riesgo de una sanción, me dedico a parar a los que pasan a ver si me dejan una cámara… premio! el primero es vasco, me deja una cámara y pienso; ya está arréglalo y para abajo… pero como en una mala película de Berlanga ésta tiene mal el obús (pitorro para meter el aire)… joder que más me puede pasar que venga Pepe y me pegue una patada pensando que soy Messi? al final aparece un sudafricano con un mallot del iBanesto que me deja otra cámara y consigo llegar a Niza… 60km dando muchas vueltas a la cabeza, hace mucho calor y se me olvida comer…
Ya sólo queda la maratón… me pongo a correr y veo lo que me espera… mucho calor (35º) y mucho cadaver andante parecía eso walkingdead… cambia el chip, está claro que no vas a bajar de 3:30 en esta maratón (como creía) es difícil exprimirse en estas circunstancias. Corro-ando la primera vuelta y calculo si libro el fuera de control (hasta ese momento no sabía ni que existía)… me amoldo y poco a poco voy terminando, sin forzar porque cada vez que paso por el hospital de campaña que han montado hay un inquilino nuevo.
Se hace duro mentalmente, para una persona competitiva verse tan atrás es duro… pienso en qué pensará la gente que me ve… pensarán que me he pasado el año enfrente de la TV… enseguida borro esa idea y pienso en esa persona a la que dejo en la cama temprano para salir a entrenar y que cuando vuelvo me espera con la comida, al que me espera a las 8h en el bidegorri, en mi hermano… y no sé cómo termino.
Después de más de 15h llego a la meta, pensaba hacer 11h ó 11:15h, (tampoco lo hubiera conseguido creo), nunca lo había pasado tan mal, estoy contento, muy contento, satisfecho. El que más me ha costado y el que más he disfrutado de todos. Contento por como he reaccionado y cómo he podido jugar las cartas que me han venido. Cuando uno lo da todo hay que estar contento.
Ha costado…
Esto ha sido todo, 15h de lucha continua. Creo que es el espíritu de este tipo de carreras, luchar contra ti mismo y superarte. De esto hace tres semanas, ya estoy recuperado y el sábado me marcho al desierto a correr una carrera que me pone mucho la Isostar Desert Maraton primera carrera desértica europea en autosuficiencia. Ya os contaré qué tal me va.
Fotos: Marathon-Fotos.com