Fin temporada, Cross de Llodio. Agur Mikel Trueba, su documental Alma.

Hurrengo geltokia Marató de Barcelona… ayer dimos por cerrado una etapa en esta temporada (la cual no sabemos cuándo empezó y tampoco le veo final…) de transición y desintoxicación del deporte como forma de vida.

Laudio, media mañana… la dos veces que había estado allí: fueron en una carrera máster de ciclismo y en el campeonato de Euskadi de ciclocross, digamos que mi vínculo con la ciudad era el mismo que el de Masiel con la noche: los pedales. Pero el motivo de mi presencia allí era otro, se disputaba el campeonato de Euskadi de cross largo (y duro diría yo). El circuito tenía de todo: cuestas empinadas, barro, curvas de 180º, peraltes… vamos lo que es un cross, el que quiera acabar limpio que se pase a la pista cubierta. Juraría que  en un 90% era el mismo que el de su hermano del ciclocross, pero discúlpenme, a ciertas pulsaciones tiendo a desconectar el cerebro y dedicar todos mis recursos a no dejar de correr, aun así me sonaba mucho.

La carrera como siempre en estos casos, salió disparada, o bueno disparada para mí (3:05 el primer km). Creo que estas carreras, al menos en el furgón de cola, son muy similares: te agarras con todo lo que puedas al vagón delantero y cruzas los dedos por ser el último en apearte del tren… una vez te caes de ahí, ya es complicado entrar y que los de atrás te enganchen. Por lo que los primeros kms son una mezcla de dolor, ácido láctico y ese sonido que tiene el corazón a 190ppm. Luego la cosa cambia y es mantener tu posición e intentar pillar algún corredor.

Llegaba en plena semana de carga y con dos sesiones bastante duras de Crossfit (ya os contaré, hoy no es el momento). Lo cierto es que si hubiese llegado con alguna pretensión se podría decir que llegué pasado, pero no siendo mi objetivo llegué como llegué. No miento si digo que se me hizo dura, muy dura: 53min de agonía constante que espero dar por buenos en Barcelona y poder alcanzar ese sub 3h. Lo más positivo: que la última vuelta fue con mucho la más rápida de las 6 (y poco más).

Cambiando de tema, el sábado nos dejó un triatleta, esta vez no presa de la carrertera si no de la ELA. Mikel Trueba. Tuve el placer de conocerle y de compartir con él dos momentos, intercambiar bromas en twitter y de verle en la Santurtzi a Bilbao. Sé que leía este blog, porque así me lo dijo, y cuando escribí un artículo polémico sobre el dopaje y recibí palos, se encargó de hacerme llegar su apoyo y su cariño, las personas que están a las duras son las que no se olvidan. La verdad que fue un ejemplo de lucha, superación y de positividad. Siempre digo que lo mejor de este blog son los vídeos, aunque la verdad que lo he tenido que dejar a la mitad, puedo correr 100km pero hay veces que los sentimientos te pueden. Les dejo el documental Alma. Les recomiendo que lo vean y que lo compartan con sus amigos, UN EJEMPLO:

De desilusiones, necesidades y sufrimiento. Master Llodio 2013.

El otro día veía un gran vídeo, adjunto debajo, sobre cómo prepara una maratón Carles Castillejo. El vídeo en sí, ya es mejor que este blog. Pero me quedo con una frase y arranco este post: A estas alturas qué necesidad tengo yo de hacer esto … ? Pues algo así pensé el sábado. Para los que no sepáis de qué hablo, el sábado disputé la segunda carrera master de carretera de mi vida. Digo que para qué necesidad tengo, por dos motivos: uno correrla y otro contarlo. Al final ninguno de ustedes se acordarían y podría pasar el fracaso al anonimato, cual concursante de gran hermano.

Pero, esto es un blog, que a diferencia de las columnas y de las noticias, ha de serlo pá lo bueno y pá lo malo. Como decía, el sábado me enfundé mi ropa de competir y me fui para Llodio. El tiempo inmejorable, sol, ni frío ni calor, poco viento… La cosa no pintaba mal, iba con la certeza intuición de que, al menos bien preparados íbamos. El lunes me hice una prueba de esfuerzo en senkirol con Joseba Barrón y los datos eso decían… Pero como en la ingeniería, el papel lo soporta todo, luego hay que trasladar los datos a la carretera.

Yo tenía claro mi «táctica» meterme en el pelotón y aferrarme a él, cual Ana Mato a su sillón. En la salida ya se notan los galones y da igual que llegues el primero o el último, al final acabas el último en la salida. Esto parece una chorrada pero es crucial. Salir en el medio hace que los latigazos en las rotondas y/o curvas sean menores. Y como no, el hecho de ir a rueda y tener gente a izquierda, derecha y detrás, desgasta mucho menos. Me recreo en la salida porque poco más duré…

La carrera era sencilla, cuatro vueltas pequeñas y una grande, de salida intento seguir en el grupo. Algo sencillo hasta que los equipos que estaban detrás mío me adelantan y sin darme cuenta ya voy último. Dos curvas, una rotonda y la carretera pica para arriba… Empieza mi particular crono. He perdido 2m que enseguida son 10m y antes que te das cuenta son 100m. Ya está se acabó. Voy a tope y no les cojo y encima ellos van silbando.

Una vez coronamos una tachuela, me la juego a intentar enlazar en la bajada a Llodio. Pero cual es mi sorpresa que me equivoco en un cruce y tiro para Orozko… se acerca un Ertzaina que me lo indica … tras equivocarnos otra vez… entro en el circuito… con la esperanza de que me haya metido por algún tipo de atajo y me reenganche el último y tenga otra oportunidad. Para nada, al paso por meta me dicen que ya es más que suficiente… como en aquel casting… Se acabó. Independientemente del error suyo o mío, no hubiese durado mucho más, hay que ser honesto y no echar balones fuera. 30m de agonía ciclista.

Y qué necesidad tengo yo de meterme en estos fregaos… Luchar por aguantar, al más puro estilo supervivencia, sin ninguna posibilidad, si quiera de acabar. Viendo como uno tras otro me van pasando. Yendo a una velocidad en la que se oyen los comentarios de la gente en la cuneta, que una vez han pasado sus amigos, se dedican a hacer bromas del que coquetea con el coches escoba… no es agradable oí­r ciertas cosas. Me podría dedicar a correr ultras a pie y estar arriba sin sufrir varapalos.

Bueno, creo que si algo te gusta, como es el caso, hay que intentarlo. Creía (algo que se vio, no era así) tendría alguna posibilidad más de aguantar y sentirme Gorospe al menos 1h, que no digo toda la carrera… Lo seguiré intentando, aun sabiendo que es casi imposible. Aun arriesgandome a oí­r cosas que no son agradables. Por que creo que si algo te gusta has de intentarlo con todas tus fuerzas: en el deporte y en la vida. Al final son 10€ de inscripción y el peaje, alguno la tarde del sábado se gastaría más en Gin-tonics… Como diría el popular anuncio de tarjetas de crédito… cuanto vale perseguir un sueño?

Decepcionado? Pues la verdad que si y no. Si lo das todo, lo intentas con todas tus fuerzas y no salen las cosas… qué vas a hacer? Son riegos controlados, no he hipotecado mis casa por un sueño… Cuando lo intentas con todas tus fuerzas nunca fracasas, nunca.

El vídeo: