Hurrengo geltokia Marató de Barcelona… ayer dimos por cerrado una etapa en esta temporada (la cual no sabemos cuándo empezó y tampoco le veo final…) de transición y desintoxicación del deporte como forma de vida.
Laudio, media mañana… la dos veces que había estado allí: fueron en una carrera máster de ciclismo y en el campeonato de Euskadi de ciclocross, digamos que mi vínculo con la ciudad era el mismo que el de Masiel con la noche: los pedales. Pero el motivo de mi presencia allí era otro, se disputaba el campeonato de Euskadi de cross largo (y duro diría yo). El circuito tenía de todo: cuestas empinadas, barro, curvas de 180º, peraltes… vamos lo que es un cross, el que quiera acabar limpio que se pase a la pista cubierta. Juraría que en un 90% era el mismo que el de su hermano del ciclocross, pero discúlpenme, a ciertas pulsaciones tiendo a desconectar el cerebro y dedicar todos mis recursos a no dejar de correr, aun así me sonaba mucho.
La carrera como siempre en estos casos, salió disparada, o bueno disparada para mí (3:05 el primer km). Creo que estas carreras, al menos en el furgón de cola, son muy similares: te agarras con todo lo que puedas al vagón delantero y cruzas los dedos por ser el último en apearte del tren… una vez te caes de ahí, ya es complicado entrar y que los de atrás te enganchen. Por lo que los primeros kms son una mezcla de dolor, ácido láctico y ese sonido que tiene el corazón a 190ppm. Luego la cosa cambia y es mantener tu posición e intentar pillar algún corredor.
Llegaba en plena semana de carga y con dos sesiones bastante duras de Crossfit (ya os contaré, hoy no es el momento). Lo cierto es que si hubiese llegado con alguna pretensión se podría decir que llegué pasado, pero no siendo mi objetivo llegué como llegué. No miento si digo que se me hizo dura, muy dura: 53min de agonía constante que espero dar por buenos en Barcelona y poder alcanzar ese sub 3h. Lo más positivo: que la última vuelta fue con mucho la más rápida de las 6 (y poco más).
Cambiando de tema, el sábado nos dejó un triatleta, esta vez no presa de la carrertera si no de la ELA. Mikel Trueba. Tuve el placer de conocerle y de compartir con él dos momentos, intercambiar bromas en twitter y de verle en la Santurtzi a Bilbao. Sé que leía este blog, porque así me lo dijo, y cuando escribí un artículo polémico sobre el dopaje y recibí palos, se encargó de hacerme llegar su apoyo y su cariño, las personas que están a las duras son las que no se olvidan. La verdad que fue un ejemplo de lucha, superación y de positividad. Siempre digo que lo mejor de este blog son los vídeos, aunque la verdad que lo he tenido que dejar a la mitad, puedo correr 100km pero hay veces que los sentimientos te pueden. Les dejo el documental Alma. Les recomiendo que lo vean y que lo compartan con sus amigos, UN EJEMPLO: