Oposiciones públicas amañadas

LAS oposiciones a rey, aclaro. Con su marcha cojitranca el Borbón I abdica la corona, pero no directamente en su hijo que para sucederle tiene que ser proclamado en Cortes por la soberanía popular; lo será en puritita farsa parlamentaria, porque cómo puede ser que el 90% de sus señorías den el sí cuando millones en la calle hace tiempo proclamaron el no más rotundo; o los políticos son una casta de privilegiados alejadísimossssss del pueblo que en realidad votan para que sus privilegios continúen o… ¿no les habrán amenazado con otro elefante blanco? Porque dicen que le llamarán Felipe VI en continuidad dinástica, aunque su corona se asiente en la legitimidad de las bayonetas del 36-39, bayonetazos que apuntalaron la Constitución monárquica actual ¿o fue a la inversa?

Así que al ciudadano de a pie le asaltan preguntas pedestres de mero sentido común. Si el rey es el primer funcionariodel Estado con los suculentos 8,2 millones de euros al año, ¿por qué no hay oposiciones al cargo con requisitos objetivos aparte del mero refocile en el útero real? Podría optar más de uno.

Hablan de sucesión monárquica. ¿La transmisión de la corona pagará impuesto de sucesión como los ciudadanos de sangre roja (de ira)?

Cosas del erario público. ¿Heredará el mantenimiento de las barraganas de su achacoso papá? ¿O las echará a la p… calle, sustituyéndolas como buen Borbón por harén propio y pago a escote?

Alto funcionario con sueldo público. ¿Sabremos lo que cobra y lo que cuesta mantener realmente su tinglado de familia real que crece y crece… y en qué emplea lo mucho que recibe?

 Berlusconi y Sarkozy fueron inviolables, les echaron y ahora responden ante la Justicia. Perdida su inmunidad, ¿responderá Juan Carlos Ipor sus desmanes, por ejemplo en la herencia del duque de Hernani o por su apoyo a Urdangarin o por el homicidio (¿asesinato?) de su hermano Alfonso?

¿Qué dirán ahora que son los miles de juancarlistas confesos (socialistas en especial) como subterfugio para no declararse abiertamente monárquicos? ¿Felipistas, como su añorado Felipe, míster X?

Curiosidad ecobiológica malsana, ¿vivirán de ahora en adelante más tranquilos y protegidos los elefantes, blancos incluidos?

La última autopregunta (maldad) real me la presta un empresario que tras fracasar ha recompuesto varias veces su modesta empresa. «Dicen que el futuro Felipe VI está preparado para reinar, y ¿para no reinar?».

«A qué tantas preguntas y preguntas democráticas nichorradas, con Franco había trabajo y menos explicaciones», se oye desde el fondo del Parlamento.

La verdad es que esta vasalla, súbdita, no espera respuesta alguna.

Segunda mano

Ser segundo no es ser de segunda, y ahí tienen a Raymond Poulidor “el eterno segundón”, que jamás ganó el tour de Francia ni tan siquiera llegó a vestir su maillot amarillo, pero que es admirado por su brillantísimo palmarés deportivo.

El Eibar S.A.D jugaba en segunda pero era una sociedad de primera, bien gestionada; y ahora en Eibar están de enhorabuena popular porque su equipo de fútbol ha ascendido también deportivamente a primera división. Felicidad armera sin matices y más alegres aún porque lo hacen sin deudas (excepciónmuyexcepcional en el mundo del deporte profesional, especialmente en el todopoderoso-omnipresente paraíso inmobiliario-balompédico). Lo han celebrado por todo lo alto en la plaza del ayuntamiento y en todas sus calles, pero hasta en esto son excepcionales, porque en su fiesta de celebración lanzaron confeti azulgrana “de segunda mano”.

El Barcelona, club de fútbol profesional derrochador por antonomasia, había comprado confeti a rebosar para celebrar un campeonato de liga que jamás llegó a sus vitrinas; los azulgranas eibarreses, inteligentemente, se lo han comprado a sus homólogos azulgranas barceloneses,  entiendo que a buen precio, a saldo, de segunda mano. Como de saldo, me dicen los entendidos, compraron los azulgranas eibarreses la mayoría de sus jugadores, quienes a pesar de haber cobrado (puntualmente, como corresponde a un equipo saneado y serio) el sueldo base mínimo que estipula la liga profesional, han dado un resultado de primera, con rendimiento óptimo tanto o mejor que el de quienes cobran millonadas por vestir calzón corto.

Tras analizar en el laboratorio 14 productos antiarrugas del mercado y comprobar sus efectos en 995 mujeres cobayas voluntarias, la Organización de Consumidores-OCU ha colocado como número uno del ranking por su eficacia a una crema del supermercado Lidl que se vende por tres euros, entre 9 ó 10 veces más barata que sus análogas. Todas prometen hidratación, rejuvenecimiento, desaparición de arrugas… y con todas el efecto va de decepcionante a frustrante, pero la campeona al menos lo vende al precio de su valor real, es decir, barato.

En el mundo de usar y tirar, la reutilización no es mala idea para ahorrar. Cuando escucho a algunos hablar del austericidio al que nos someten desde Europa y desde las instituciones, giro la mirada hacia Eibar y veo el ahorro bien administrado; no sé si Podemos, el “yes we can” obamaniano, pero la buena segunda mano en vez del derroche da beneficios. Se les puede augurar buen provenir a los eibarreses si en todas sus jugadas estratégicas deportivo-financieras siguen este patrón del no-derrochador, un segunda mano con hechuras de primera

Príncipes en pepitoria

Sea como medio de exaltación hacia la Jefatura del Estado que larga le queda porque los borbones viven mucho aunque renqueen, o bien por realzar sus diez años de casado, la realidad real del príncipe y su escuálida esposa es que son más asiduos en los medios públicos que al perejil de Arguiñano. Al egregio padre sus propios compadres de camada tardo-franquista fascista le denominaron “el supositorio” cuando su mentor y nuestro dictador de voz aflautada nos lo iba metiendo poco a poco y no precisamente con mucha vaselina.

Dicen las malas lenguas que “cambiará el lobo de lanas pero no de mañas” y que “aquello que de joven bien se aprende de mayor no se olvida” y hete aquí que estamos (re)viviendo algo similar cuarenta años después, pero con toda la parafernalia acompañante de medios de comunicación muchísimo más potentes que antes, ¡hasta el rey vejete tiene cuenta de twitter!  Dirán que a los críticos también se les oye, pero con sordina cuando no con mordaza y si no que se lo pregunten a Iñaki Anasagasti, a quien le retiran la palabra en cuanto medio oficial pueden y sus libros, donde coloca a la monarquía en su propio lodo-subético, son inquisitorialmente anatematizados y a ser posible ocultados-apilados en los anaqueles hasta llevarlos al Fahrenheit-451. 

Supongo cabalgando este hilo conductor histórico de nuevo supositorio real, esta semana pasada Felipe de Borbón ha venido a Bilbao a presidir la entrega de premios que concede la Fundación Novia Salcedo a la excelencia en integración profesional de los jóvenes, con los se reconoce la labor de particulares, empresas e instituciones en la inserción laboral juvenil. Seguro que en el núcleo de la decisión de invitar al príncipe y en el mismo acto había mucho republicano segúncuandoydonde. Con trabajo vitalicio desde la cuna y mantenido como parásito social, se me antoja difícil que entienda qué pasa por la cabeza de un joven sin posibilidad de empleo, pero aún así le invitan a presidir un acto totalmente ajeno a él y que como casi siempre culmina, “agotado por el trabajo”, comiendo “gratis” invitado evidentemente por el Círculo de Empresarios Vascos, que como otros gremios están a lo que caiga. Porque estando un Borbón de por medio siempre cae algo, una comisión por allí, un corretaje por ahí, una mordidita por aquí… no sé como aún no les han nombrado príncipes-presidentes honorarios del Athletic, probablemente sería la forma más rápida de ganar una copa, una liga o ambas dos al unísono.

 

Dos equipos muy españoles

Aunque mi afición por el fútbol raye el doble cero, esta semana (digamos este mes y ¡lo que pregonan para junio!) no he podido evitar la sobresaturación hiper-informativa sobre las andanzas, éxitos y venturas de dos equipos españoles, en concreto de la capital que algunos toman por todo el Estado. Y aquí ante el gran arrebato patriótico que ha despertado este camino de gloria deportiva-futbolera surge mi sorpresa, no porque me importe que ganen/pierdan o queden mediopensionistas, sino porque si ya de por sí el elevar a categoría de representación patriótica a dos equipos de fútbol es un ejercicio de osadía imaginativa calenturienta, tras repasar la lista de jugadores (me apunta un forobofurbogoitia) y su nacionalidad, mi sorpresa se truca en estupor ante esa ONU-futbolística: ingleses, portugueses, italianos, franceses, alemanes, brasileños, argentinos… ¡incluso vascos! Para amortiguar el estupor me explican que el capital-accionarial de ambos equipos, trufados de deudas con la Seguridad Social y Hacienda, es muy, muy español. Estupendo, porque no tengo nada contra el libre movimiento de capitales y de trabajadores (incluso de quienes cobran millones-millones por patear en calzón corto), pero que no nos inyecten en vena como heroicidad patriótica de sangre/raza hispana los éxitos de un grupo más heterogéneo-multinacional y mercenario que la legión francesa. No, no digo que el fútbol sea una excepción. Es la globalización, porque, sólo por citar, el banco Santander apenas si tiene el 14% de su negocio en el Estado, como les sucede a otras muchas entidades financieras; o como hacen las compañías eléctricas, las constructoras que trabajan en cualquier país o los pesqueros que navegan por el mundo bajo pabellón español… todos con trabajadores multinacionales; cierto, pero estas compañías no nos endosan como éxito patrio generalizado lo que son sus beneficios privados; incluso repercuten aquí parte de sus beneficios, pero sin olvidar que las ganancias son suyas y sólo suyas, no de todos/as. He ahí la diferencia clave con los equipos profesionales de fútbol y sus éxitos que nos empaquetan y venden como logro patriótico, cuando en realidad son triunfos con ganancias para una empresa privada... aunque algunos políticos hagan como que no saben y aporten a estas empresas deportivas profesionales privadas los medios públicos de ayuda económico-financiera que no prestan en ningún caso a otras empresas; claro que éstas no reparten tanto opio y circo al pueblo como el fútbol. No es mala manera de enmascarar los problemas reales propios (paro, hipotecas, pensiones, re-copagos, leyes antisociales…) con la gloria de los presuntos éxitos futboleros patrios.

Cicatrices abiertas del genocidio ruandés

Aunque en abril abunden los “días D”, ninguno es contra los genocidios, tal vez por ser humanamente evidente la posición en contra o quizá porque el genocidio que comenzó en Ruanda el 6 abril 1994 no despierte interés suficiente, pues de hecho no se habló entonces de “genocidio ruandés” sino de hechos genocidas. Sutil matiz gramatical para no intervenir a tiempo de evitarlo.

Visité el país de las mil colinas, eufemísticamente “la Suiza africana”, justo entre el precario acuerdo de 1993 en Arusha y abril-1994. Frente a la riqueza en recursos de todo tipo en países del entorno como la República Centroafricana o el Zaire, en Ruanda sólo vi una tierra fértil pero esquilmada por explotación excesiva y un país superpoblado (ocho millones en un territorio poquito más que Badajoz), que no pasaba hambre pero que producía lo justo para el sustento. Aunque durante mi estancia no hubo enfrentamientos, en los mercadillos exponían y vendían sin pudor ni rubor armas de todo tipo, pistolas, fusiles, granadas… y los que serían tristemente famosos machetes del genocidio: entre febrero-1993 y abril-1994, de 150 millones de dólares recibidos en ayuda internacional se emplearon 5 millones en su adquisición, de modo que un tercio de ruandeses consiguieron un machete nuevo en este período…

Hoy tenemos guerra activa en 22 países, pero la de Ruanda fue un hito bélico-humano especial; porque en cien días mataron a machetazos (pagaban por un tiro para evitar ser descuartizados) al 11% de los ruandeses, un millón de personas, especialmente tutsi, eliminados al 80%, y se exiliaron 2,5millones; en segundo lugar, porque como pude observar y después comprobar, fue una eliminación planificada desde integristas del gobierno hutu con la colaboración de miembros de confesiones religiosas; y en tercer lugar, por la indiferencia de la opinión pública y la total inhibición internacional de los países poderosos. No olvido a los misioneros Segundo, Uzkudun, Esnaola, Amunarriz, a la cónsul  Josune Belaustegigoitia o a la enfermera albaceteña Dina Martinez, porque ellos vieron la vesania y el sufrimiento humanos en su manifestación extrema; como decía su compañero Cruz Juaristi: en Ruanda no hay recursos estratégicos a proteger, sólo personas, y salvarlas no fue prioritario para estos países. Indiferencia humana.

Cambio climático, falta de agua potable, inundaciones, reducción de biodiversidad, contaminación…  son catástrofes anunciadas, a no ser que la capacidad tecnológica lo remedie, dicen; pero en realidad la solución a estos desastres o a genocidios como el ruandés no es técnica sino humana, con renuncia explícita a nuestra ambición e indiferencia. Difícil empeño.