En esta ocasión nos dirigimos al norte de Navarra, atravesamos estrechas y onduladas carreteras para finalmente llegar a Zugarramurdi. Estamos en tierra de brujas!
Más info: www.turismozugarramurdi.com
El valle se expande para darnos la bienvenida con sus mejores galas. Un ropaje de color verde intenso, adornado con el blanco de los caseríos y la nieve de los montes.
Es difícil imaginar que este apacible rincón de Navarra de no más de 200 habitantes adornado con una encantadora arquitectura popular y palacios señoriales fuera marcado a fuego para siempre allá por el siglo diecisiete.
Y es que los habitantes de Zugarramurdi, sobre todo las mujeres, fueron acusadas de ser conocedoras de los más oscuros secretos sobre pócimas, hechizos y akelarres, fueron culpadas de brujería!
Paseando por Zugarramurdi aún nos podemos topar con las que eran las casas de las brujas. En la de la foto vivió la más famosa, Graxiana Barrenetxea, a la que la inquisición denomino la reina de las brujas
A pocos minutos de la localidad nos espera la cueva de Zugarramurdi. Este lugar donde pinos y castaños se precipitan hacia la imponente cavidad moldeada por el arroyo que la atraviesa, es conocido por ser el lugar de los misteriosos akelarres.
Esta gran cueva de doce metros de altura ha sido testigo de innumerables fiestas y rituales, sus luces y sombras, sus oquedades y rocas nos transportan a un tiempo en el que los ritos paganos eran los protagonistas. Nos perdemos entre sus caprichosos huecos y en sus paredes aún nos parece escuchar el eco de antiguos cánticos mágicos.
No en vano el río se llama infernuko erreka que significa arroyo del infierno! Y es que este lugar está repleto de nombres de lugares que evocan tiempos de conjuros y encantamientos.
De hecho, es precisamente de aquí de donde proviene la palabra akelarre, la campa del macho cabrío.
Cada rincón de las cuevas nos relata historias de lo más enredadas y extravagantes, altares desde donde el diablo daba su misa negra, el trono donde la reina del akelarre se sentaba,… historias de demonios absurdas e imposibles que la gente de este pequeño pueblo confeso bajo tortura a los inquisidores que llegaron a estas tierras.
En el museo podréis conocer con todo lujo de detalles los relatos que los inquisidores transcribieron acerca de las «brujas» y conocer las horribles torturas a la que fueron sometidas. Simples ritos paganos o curas a base de plantas fueron vistos por los inquisidores como magia negra. Un suceso brutal propiciado por la falta de entendimiento de las costumbres de este rincón de Euskal Herria y de una sociedad marcada por el poder de la mujer en el hogar.
Estamos en un lugar donde el cristianismo llegó muy tarde. Los inquisidores se toparon además con la única sociedad de Europa donde aún persistía una diosa como eje de su mitología. Un caldo de cultivo que hizo que este lugar fuera marcado a fuego en la historia. Los trágicos sucesos ocurridos aquí han llevado a las brujas a convertirse a través de sus historias en inmortales.
No os perdáis el paso de Agroviajeros TV por Zugarramurdi.